INFO C.A.I. _ 24-02-2013

domingo, 28 de febrero de 2010

Independiente 1 - Racing 0
Hasta las manos
La semana hot, con polémica entre presidentes, se trasladó a la cancha: Racing se quejó del penal que otorgó, bien, Pittana y luego, en la manga, hubo manotazos entre los jugadores.

Si Caiga Quien Caiga estuviera al aire, se preguntaría: “¿Qué estará haciendo Rodolfo Molina en este momento?”. Qué buena pregunta, Mario… Si el presidente de Racing todavía quiere denunciar que a Independiente lo favorecen con penales dudosos, Olé lo invita a ver la foto que acompaña esta doble página. ¿O acaso Braian Lluy no toca la pelota con la mano? Al fin y al cabo, la jugada en cuestión es la que resolvió el clásico: Darío Gandín cambió la falta por gol y dejó a la Academia hasta las manos.

Un Independiente-Racing de por sí es lo suficientemente caliente durante los 90 minutos como para que haya que hacerle subir la temperatura en la semana. Los jugadores se mantuvieron al margen de un cruce de palabras que tuvo como protagonistas a los presidentes y el que terminó comiéndose la lengua fue el de la Academia. El del Rojo, Julio Comparada, que había abierto el juego sospechando de los fallos arbitrales, nada tendrá que reprocharle al pito Pittana, quien acertó la jugada más fina de la tarde.

La acción para cuestionarle al árbitro debutante en este duelo barrial es una falta a Bieler (lo cruzaron entre Galeano y Mareque), pero era a centímetros del área… Después, el juez tuvo mano para echar un jugador por lado: Hauche le entró duro a Acevedo y Patricio Rodríguez se ganó las duchas por dos foules innecesarios en un momento que era su equipo el que estaba hasta el cuello.

Porque la mano (o el guante) de Gabbarini rozó un remate envenenado de Aveldaño que no fue 1-1 porque el travesaño se le opuso. Y porque cada centro que caía en el área roja tenía olor a empate. Ahí, en esas pelotas paradas del final, es donde, agarrón va, palabra viene, se empezó a cocinar la batalla final. Hasta la manga (inflable…).

Con el triunfo consumado, tras 94 hirvientes minutos, los futbolistas de Racing se retiraron cabizbajos y los de Independiente, lógico, deliraron ante sus hinchas. Parecía un festejo clásico más. Pero cuando rumbearon hacia el vestuario, saltando y cantando “a Racing me lo cojo” y “te vas a la B”, los esperaba una sorpresa. Y no precisamente de las que a uno le gustaría recibir tras un triunfo. Resultó que a Aveldaño le quedó una asunto pendiente con Gracián y, flanqueado por otros compañeros (se mencionó a Castromán y Hauche, entre los más participativos de la trifulca), invitó al Tano a pelarse al grito de “vení, cagón”. La reacción de los players locales no tardó en llegar y Acevedo, al que varios intentaron separar, se le fue encima. Volaron varios trompazos y la paz llegó a tiempo. Si hubiera sido una pelea de boxeo, las tarjetas habrían dado un empate. Aunque el Rojo ya había golpeado en la cancha: extendió su paternidad a diez partidos, sacó ventaja de 21 en el historial, se acomodó más arriba y dejó a Racing al borde del nocaut, en zona de Promo. Sí, hasta las manos.

DEMIAN MELTZER | dmeltzer@ole.com.ar

Te queremos volver a ver

Sí, Independiente… ¡A vos te lo digo! Si bien los muchachos triunfaron en el clásico ganado, no dejaron una buena impresión ante un equipo que pierde solo. Con esto no estoy diciendo que no se valoren los tres puntos, pero otra vez el conjunto de Gallego penó en la generación del juego (sólo Piatti se hizo cargo en el PT) y por eso no pudo liquidar ni lucirse ante un rival muy flojo. Por eso queremos volver a ver el fútbol más o menos aceptable que el Rojo jugó hasta el primer tiempo ante Vélez. No hay mucho tiempo ya que en siete días hay dos choques cruciales: Tigre y River. Y si se quiere pelear el Clausura en serio, hay que mejorar bastante. Gabbarini, Vallés, Galeano y Mareque bancaron el resultado cuando los de enfrente tenían un jugador menos. El Tolo ya debe tomar nota para que la cosa cambie. Porque no es posible que en los últimos minutos se tenga que sufrir tanto ante la desesperación de los blanquicelestes que habrían dado el batacazo del año con un empate. Pero el 1-0 no se modificó y hay que mirar las dos tablas que siempre miramos: la de posiciones y las de las copas. Otros deberán seguir sacando cuentas y promedios. Igual, hay que destacar que la dirigencia de Racing Klub fue previsora con el sponsor, que no quiso quemarse poniendo la publicidad en una camiseta que ya casi ni usará la Selección. Por eso mañana bien tempranito vayan pidiendo un préstamo de puntos para por lo menos jugar la Promoción. Es que parece que tienen hipotecado el futuro. Igual, tranqui, esperamos que la próxima vez que nos crucemos podamos darle mayor comodidad a sus hinchas en la tribuna. ¿Nos vemos…?

BETO TISINOVICH | btisinovich@ole.com.ar

Ojito Pato

Patito Rodríguez tuvo su bautismo en el clásico de Avellaneda y no lo terminó nada bien. Ingresó a los 21 minutos del ST por Fredes y se fue expulsado por doble amarilla a los 47. “Voy a hablar con él en el entrenamiento. No puede suceder más”, dijo el Tolo.

No es cuento de Gallego

EL TOLO SE ABRAZA CON EL PF OLIVERA. EL ROJO ES ALEGRÍA.

“Si mis jugadores pensaban un poquito más era goleada”, sacó pecho el Tolo, luego de un nuevo triunfo para seguir invicto frente a la Academia: “Con Racing no perdí nunca, sigo de racha”.

Sacó pecho una vez más. Chicaneó, también analizó un nuevo triunfo de su equipo en el clásico y hasta se ilusionó con la posibilidad concreta de pelear el campeonato hasta el final. Américo Gallego, entonado por el 1-0, recordó con la invitación que le había hecho a Racing luego de perder en el verano (”lo esperamos en el Libertadores de América”) y lo primero que hizo fue chapear con su paternidad para con la Academia. “Con Racing no perdí nunca, sigo con la racha”, río el Tolo, aliviado luego de un final bien apretado que disgustó al entrenador: “Si mis jugadores pensaban un poquito más era goleada. Sufrimos hasta el minuto 94 al divino botón”.

Con respecto a lo bien posicionado que quedó el Rojo de cara a lo que viene, Gallego se mostró confiado en un buen porvenir. “Si empatábamos quedábamos afuera de todo… Vamos a estar en la pelea, pero para eso hay que ganarle a Tigre. Tenemos todos los grandes acá” (por la localía), analizó el DT, quien no sólo está invicto en el derby con Independiente, sino que también con River y Newell’s. ¿La clave? Esta vez fue tocar los sentimientos de sus dirigidos: “En la charla técnica les hablé a los jugadores de la familia y también de lo que pasó en Chile, porque como dije el otro día, la responsabilidad y la presión la tiene el que se levanta a las cuatro de la mañana para trabajar”. Relajado y agrandado tras el clásico, el Rojo parece haber dado el salto de calidad para ir por el campeonato.

HERNANDO MADERNA | hmaderna@ole.com.ar

Chiquititos

VOS PARA ACÁ, YO PARA ALLÁ. SUTILEZA DE GANDÍN PARA EL PENAL QUE REGALÓ RACING.

Racing jugó como un equipo de la B el primer tiempo. Independiente mereció perder el segundo contra diez.

Tanta cháchara en la semana para que después mostraran tan poca grandeza. Como siempre, a los dos los salvó la gente. Pero adentro de la cancha fueron dos chiquititos.

Racing jugó el primer tiempo como un equipo de Primera B (no de la B Nacional). Parado de contraataque, no contraatacó jamás. ¿O es un contraataque que el arquero saque alto, fuerte y lejos con el rival ya acomodado? ¿Y es una táctica seria la de poner un equipo sólo porque viene de ganar un clásico? Todos los técnicos tienen jugadores fetiche y uno de los de Russo es Castromán. Pero aquel volante pasado a delantero ya no es el mismo. Ahora enganche, muestra falencias para conducir y hasta para pegarle a la pelota. Con ese planteo amarrete, Racing festejaba como un penal un tiro libre en el círculo central: les permitía a los defensores ir a buscar un cabezazo salvador. Castromán ejecutó los dos que le cobraron. El primero pasó a veinte metros de cualquier cabeza y en el segundo Silvera se acostó para despejarla de cabeza.

Independiente debía mover la pelota de banda a banda, amagar entrar y salir, volver a amagar, intentar por acá, buscar por allá… Era un plan simple y obvio para doblegar a un rival que no quería jugar. Pero en Independiente todos se creen jugadores de Selección (española). Salvo Silvera, que se preocupa por jugar para el equipo (aunque ayer lo haya hecho muy mal), y Acevedo, que trata de hacer todo sencillo, los demás pretenden rizar el rizo. Van dos ejemplos de tipos con la autoestima exageradamente alta: 1) Piatti quiebra cinturas y un día se le va a quebrar la suya de tanto amago en vez de pase. No sirve eludir donde él elude. 2) Mareque roba la pelota, toca y va a buscar como un wing. Lo hace una vez. En las otras cuatro, pretende dejar en el camino a todos los rivales. Así, no. Aunque fue mejor que Racing en ese primer tiempo, Independiente necesitó la ayuda de Lluy (metió la mano donde no iba) para ganarlo. Porque las buenas de Piatti y Mareque no contaron con la compañía de los delanteros. Porque no hubo sintonía ni sociedades.

Con la expulsión de Hauche pasó lo que menos se preveía. Si Independiente hasta ahí había pensado poco, a partir de ahí dejó de hacerlo. Creyó que podía golear antes que jugar. Racing, perdido por perdido, renovó el aire (y parecía que no tenía…), Russo hizo cambios ofensivos, el arquero dejó de revolearla (se podía salir jugando, ¿no?), Lugüercio retrocedió para hacer lo que no estaba haciendo Castromán y entre todos se llevaron puesto a un Independiente que acabó pidiendo la hora como un pichoncito mojado. Y que además no mereció los tres puntos. Racing, tampoco: el primer tiempo lo condenó.

CHRISTIAN COLONNA | ccolonna@ole.com.ar

Un papá de 10

BUSSE FESTEJÓ CON LA CARETA COMO EN EL APERTURA.

Independiente volvió a amargar a Racing y ya lleva diez partidos sin perder en el clásico. Los jugadores festejaron adentro, la gente afuera. Fiesta de Promoción.

Fiesta, qué fantástica, fantástica, esta fiesta… Y sí, en la Fiesta de Promoción que vivió la vereda más roja de Avellaneda, los hinchas de Independiente se recibieron de padres, y con un 10: 10 clásicos de parternidad ante la Academia, de burlarse del rival del barrio, 10 juegos desde aquel 11 de septiembre de 2005 en que un tal Sergio Agüero dejaba de rodillas en el pasto a Diego Crosa y sacudía la vieja Doble Visera con un 4-0 categórico… A este 1-0 en el que, nuevamente Darío Gandín (ya les metió tres), desató el “a Racing me lo cojo, oh, oh, oh…”. Ya todo un hit de la hinchada diabólica que ayer cantó una vez más, y van…

Lo curioso de esta oportunidad es que la fiestita la armaron en el coqueto Libertadores de América, que ayer estuvo de estreno en clásicos aunque su gente se está acostumbrando a brindar en los derbies de la mano de Gallego, un Tolo que ya había invitado en Mar del Plata a los de la Academia (”Los espero en el Libertadores”, desafiaba); y que en la temporada 09/2010 hizo que Independiente se quedara con los cinco clásicos que jugó: River, San Lorenzo, Boca y, claro, los dos a Racing, afuera y adentro. Y ambos de un Tolito que, dirigiendo al Rojo, nunca perdió ante Racing y que ayer sumó el primer festejo como local en Avellaneda.

Por todo esto, este partido también era especial para los hinchas: el Rojo volvía a ser el dueño del terreno. Y, de movida, se animaron a ponerles los puntos al vecino: “Es para vos, es para vos, para que sepas que en el barrio mando yo…”, retumbaba. Y así desplegaron un arsenal de humo colorado en el preciso momento en que salía el equipo de Miguel Angel Russo a la cancha para que los de la Acadé ni siquiera pudieran verlo. Y no lo vieron porque les pintaron la cara de rojo…

Y no se quedó ahí el ingenio de este recibido padre del barrio de Avellaneda. La bandera, dedicada “para mi hijo bobo” no le perdonaba ni una al pobre Racing… Y el mismo trapo festejaba las bodas de oro de la Guardia Imperial al enumerar 50 años cumplidos si se suman “35 de amargura (sin títulos), nueve de quiebra, tres de intervención, dos del descenso y uno de Promoción…”.

Y, justo, el problema que tiene el vecino con las cuentas fue eje de todas las burlas. “Racing, te espera el Ruso Ramenzoni”, decía una bandera que colgaba de la platea en alusión al comentarista de la B Nacional; mientras varios hinchas llevaban remeras blancas con B bien grande y la gente despedía al derrotado vecino con un “a la Promoción, a la Promoción, Academia…” y el típico “olé, olé, olá… Con esos putos no jugamos nunca más…”.

¿Habrá sido el último?

MARIA LAURA BALONGA | mbalonga@ole.com.ar

Zapping

Mancuello se quedó afuera sobre el final

En el último entrenamiento antes del clásico, Federico Mancuello sufrió una distensión en un isquiotibial y no pudo estar presente en el clásico. En su lugar ingresó Hernán Fredes, quien iba a ocupar un lugar en el banco de suplente y también sería titular contra Tigre. El Tolo tiene recambio.

Vallés tuvo su debut y cumplió con el DT

Gabriel Vallés, el ex defensor de Godoy Cruz, debutó en Independiente en lugar de Luciano Vella (había visto al roja ante Vélez) y tuvo una buena labor. El mendocino se mostró criterioso y dejó conforme a Gallego. Ahora se plantea la duda de si el miércoles, ante Tigre, el Tolo le devolverá o no la titularidad al ex Newell’s.

Fuente: Olé

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