INFO C.A.I. _ 24-02-2013

martes, 13 de octubre de 2009

Puntajes C.A.I...
Gabbarini (7) ; Vella (5) , Matheu (6) , Galeano (6) ,
Mareque (8) ; Piatti (7) , Acevedo (7) , Nuñez (5) ,
Mancuello (5) ; Gandin (7) , Silvera (6) .

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Gomez (5) , Machin (5) , Godoy (4) .
Un estigma menos (TyC Sports)

Festejo Rojo

Trece años pasaron de aquella lluviosa noche donde el Gurí Alvez tuvo sus 15 minutos de fama rojos en el Monumental. Más de 10 de aquel rebote del Gomito Gómez en Avellaneda. Mucho tiempo y demasiadas derrotas para poder vencer a River. Se logró en una soleada tarde de lunes, se rompió el maleficio y ahora Independiente peleará el campeonato con un estigma menos.

Si bien este es el peor River de la historia, la victoria no debe ser relativizada. Otra vez, los de Gallego tuvieron un primer tiempo arrollador, pero como nunca antes en el torneo aprovecharon el momento y sentenciaron la historia. De nada afectó la inesperada baja de Busse, bien reemplazado por Núñez, en clara demostración que el equipo está armado.

En esos primeros 45 minutos, hubo toque, gol y solidez defensiva. Piatti demostró que es más gravitante por los costados que de enganche, Gandín que está encendido, Silvera que es implacable y Matheu y Galeano tuvieron una granítica y consagratoria (sobre todo para el juvenil) jornada.

Mención aparte merece Mareque, hace no mucho tiempo resistido por varios, este espacio incluido. El zurdo tuvo su mejor partido en Independiente. Marcó, jugó, se proyectó. Hizo de todo y bien. Una clara demostración que cuando se tienen condiciones técnicas, ganas de aprender y amor propio, la revancha es posible.

Durante el complemento se pudo ver una mezcla de relajo y compasión. Queda la duda de qué hubiese pasado si se mantenía el ritmo del arranque y la picardía de haber resignado el cero propio en el final. También algo de resentimiento porque River cada vez que pudo golear a Independiente lo hizo, pero son detalles menores.

La lucha por el título tiene al Rojo ahí. Hay equipo, técnico y jugadores. Dentro de poco estará la cancha. La eterna pesadilla parece haber terminado y ahora es tiempo de soñar.

Fuente: S. B. - TyC Sports Blogs

Independiente castigó a River en el debut de Astrada (TyC Sports)
El equipo del Tolo se impuso por 3-1 en el Monumental, en el partido que marcó el regreso del Negro Astrada al Millonario. Gandín (PT 10m), Piatti (PT 28m) y Silvera (PT 32m) marcaron los goles del vencedor, que se mete de lleno en la pelea por el título. Gallardo (ST 45m) decoró el resultado mediante un penal.
Independiente le dio otro golpe a River y aunque utilizó tres tiros mató varios pájaros. Con el 3-1 se calzó definitivamente el traje de candidato para quedarse con el Apertura, le puso fin a una racha nefasta jugando contra el rival de esta tarde (le ganó tras 21 partidos y 11 años de espera) y enterró las ilusiones de Leonardo Astrada, el flamante técnico millonario, de levantar prontamente a su equipo.

Darío Gandín, el goleador de los de Avellaneda en este Apertura, fue el que abrió el
partido. A los diez minutos ganó de arriba y con un cabezazo bombeado superó la estirada de Navarro. El Rojo, que ya había avisado con dos aproximaciones, tomaba ventaja en el Monumental, una tierra siempre poco afecta a darle grandes alegrías.

A partir de ahí el local adelantó sus líneas y tuvo dos claritas para empatar, pero Coronel cabeceó desviado desde una muy buena posición y Gabbarini contuvo un buen remate de Archubi. Tras esas llegadas del Millonario, el Rojo volvió a golpear. Esta vez por partida doble y en sólo cuatro minutos sentenció el partido. A los 28 Piatti desairó a Villagra en el área, tras un pelotazo frontal, y tocó de derecha ante la salida del
arquero. Algo parecido hizo Silvera, quien definió con un toque bajo a los 32, luego de un milimétrico pase de Mareque.

Independiente, con precisión y contundencia en los últimos metros, dejaba otra vez al desnudó las peores falencias de su rival… River es un equipo que hace rato no sabe defender y que no tiene ni la más mínima autoestima para levantarse ante la adversidad.

Sin embargo, de ahí al cierre de la primera parte, más allá de un tiro libre de Núñez que desvió con esfuerzo Navarro, el Millonario hizo méritos como para descontar. Gabbarini le sacó un gol hecho al Ogro Fabbiani y luego Buonanotte despilfarró un contragolpe con una definición suave y anunciada.

Para ir en busca del milagro, Astrada decidió los ingresos de dos
jugadores de buen pie para el inicio del complemento: Gallardo y Mauro Díaz por los inexpresivos Bou y Galmarini. Pero con los cambios nada cambió. River, pese a monopolizar el balón, recién pudo descontar mediante un penal de Gallardo (por falta de Gabbarini sobre Díaz). En la jugada previa pudo irse con un 0-4 porque el palo devolvió un gran remate de Piatti.

Más allá del 1-3, River fue en el complemento un conjunto apático, desganado y que no contó ni con un solo
jugador en un nivel de cinco puntos. Todos sus jugadores quedaron en deuda. En tanto, el Rojo puede brillar como lo hizo esta tarde o tener un juego terrenal como contra Tigre, pero es un equipo y no once individualidades errantes. Esa diferencia entre uno y otro, hoy fue de dos goles, pero pudieron ser más.

Fuente : TyC Sports

Un tiempo de baile le bastó al Rojo para tumbar a River (Diario Popular)
Independiente arrasó a un rival con nuevo DT y sus errores de siempre

Hablando de rachas, era éste el momento apropiado para que Independiente rompiese con su extensa sequía y venciese a River. ¿A quién podía caberle la duda al respecto?

Y en el campo, la realidad le dio la razón a la lógica, al menos por una vez. Independiente es hoy por hoy el Santos de Pelé en comparación con River y la diferencia que hubo de equipo a equipo en este clásico de lunes feriado a cancha “casi” llena fue tan Monumental como el estadio que denigraron Maradona y sus “seleccionados” antes de Brasil y al que todos volvieron como caballitos cansados para sufrir ante Perú. Independiente suma fútbol con resultados que van de su mano y mostró ayer su credencial que acredita su aspiración a la disputa del premio mayor del Apertura. Algo que este River que le abrió sus puertas nuevamente a Leonardo Astrada sufrió en carne propia con sus fallas y su impotencia de siempre en esta última época de vacas flaquísimas.
Fue un partido de un solo tiempo. Independiente lo definió y aseguró en el primero y todo lo que vino después estuvo de más. Inclusive, un resultado final exiguo y mentiroso, que habló de un 3-1 un tanto ajustado, cuando en realidad, el conjunto dirigido ya podemos decir que sabiamente por Gallego perdonó una goleada que pudo y debió situarse en un 4 ó 5-0 muy tranquilo. sucede que el Rojo levantó totalmente el pie del acelerador a la vuelta del vestuario y casi no jugó la segunda parte. Mejor dicho, la jugó, pero dedicado a desarrollar un trabajo técnico-táctico ordenadamente en bloque y a esperar los inexpresivos embates de este River lleno de jugadores sin la menor jerarquía para vestir su camiseta y en el que algunos pocos talentos, como Buonanotte o Gallardo-Mauro Díaz ingresados éstos últimos para remontar el 0-3, fracasan fagocitados por el común general, que no es otro que el de la desorganización, la inseguridad en cada jugador en cada situación y la falta de respuestas con personalidad para afrontar la presión de un momento cada vez más difícil y preocupante de cara a un futuro para nada lejano.
Independiente demostró estar muy lejos de River y también, de varios de sus pares en este campeonato. Que su nombre se sume a las candidaturas de Estudiantes y Vélez por el título de fin de año es saludable. Y tiene con qué, porque queda expuesto el mérito de su entrenador a la hora de darle funcionamiento y mentalidad ganadoras a un equipo que en principio no tiene estrellas que valgan millones. Con un 4-3-1-2 -ese “1” es Leonel Núñez tirado atrás para jugar “a lo Verón”- arrasó a River de movida y en media hora le metió tres goles entre méritos propios y defectos rivales. Gandín a los 10’ cabeceó bombeado sobre Navarro un corner cedido por Nico Sánchez con una pifia ridícula y servido por Mancuello desde la derecha para el uno a cero; Piatti, quitándose de encima a Villagra dentro del área luego de una pelota ganada de alto por Silvera a Coronel y pase posterior de Gandín, definió para el segundo a los 28’; y el Cuqui cinco minutos más tarde, con toque bajo tras un pase perfecto de Mareque ante un quedo de Coronel, metió el tercero. Mucho para un River que al menos había intentado algo en ataque, hasta morirse en Gabbarini. Intentos con Buonanotte como eje que mostraron “algo” de lo que quiere Astrada, pero errores individuales y estructurales de arrastre, que lo llevaron a otro fracaso y a buscar en el segundo tiempo una reacción que nunca se concretó.
Lo que estuvo de más
Lo dicho, la segunda mitad del partido fue inútil. Astrada metió de un saque a Gallardo y al pibe Mauro Díaz, pero el Muñeco se paró en el círculo central y no gravitó y la técnica de Díaz jugando por derecha no encontró quién la aprovechase. Independiente se paró con el 4-4-2 sin Núñez y con un 4-4-1-1 sin Silvera y de contra pudo golear, con Piatti dándole a un poste. Ese penal de Gabbarini a Díaz y la conversión de Gallardo ni se notó. El baile Monumental del Rojo había concluido.

Ficha del partido

Estadísticas


UNO POR UNO RIVER

APENAS LA FRESCURA DE DÍAZ

NICOLAS NAVARRO (3) fue una débil resistencia para el ataque del Rojo. En la primera acción dio un rebote y en las siguientes lo perforaron.

PAULO FERRARI (4) estuvo desatento atrás y se encontró con su proyección tapada.

NICOLAS SANCHEZ (3) dejó en claro que el River de hoy le queda grande. De un rechazo pifiado suyo vino el corner y el primer gol rival.

MAXIMILIANO CORONEL (2) pagó en dos goles saliendo a destiempo o durmiéndose.

CRISTIAN VILLAGRA (5) perdió con Piatti en el gol de éste, pero antes y después fue el único elemento medianamente firme del fondo local.

MARTIN GALMARINI (3) se equivocó en cada intervención y se fue resistido.

MATIAS ALMEYDA (4) quiso imponer personalidad pero fue puro “grupo”.

RODRIGO ARCHUBI (3) jugó muy “frío” y no entró en el partido.

DIEGO BUONANOTTE (5) rotó y fue de punta, muriendo en cinco off sides.

GUSTAVO BOU (3) fue muy fácil de anular. Medio partido y afuera.

CRISTIAN FABBIANI (4) no fue el más flojo, pese a ser insultado. Tuvo dos chances sin éxito.

MARCELO GALLARDO (4) quiso dar circulación pero se paró muy atrás y no pesó.

MAURO DIAZ (6) con su desfachatez, aportó técnica entre tantos errores de sus compañeros.

UNO POR UNO INDEPENDIENTE

CUADRO DE HONOR PARA VARIOS

ADRIAN GABBARINI (8) metió cuatro atajadas en momentos importantes y fue el sostén que le faltaba al trabajo de todo su equipo.

LUCIANO VELLA (7) estuvo muy firme y lúcido para adelantarse y asociarse en ataque.

CARLOS MATHEU (7) sacó de arriba y de abajo con gran prestancia y personalidad.

LEONEL GALEANO (7) se complementó bárbaro con Matheu y fue un frontón para Fabbiani y compañía.

LUCAS MAREQUE (8) produjo otra labor superlativa en su desdoblamiento defensivo-ofensivo. Hasta metió un pase-gol.

IGNACIO PIATTI (8) fue el mejor entre mejores. Primero por derecha y luego por izquierda, ganó siempre.
WALTER ACEVEDO (7) mostró nivel de Selección. La cuota combativa del medio Rojo.

FEDERICO MANCUELLO (6) no desentonó, pero Gallego lo usó de variable táctica y lo sacó.

LEONEL NUÑEZ (7) jugó “a lo Verón” tirado al medio y haciendo de lanzador. Fue importante.

ANDRES SILVERA (8) no necesitó entrar continuamente en juego para ser desequilibrante.

DARIO GANDIN (8) se hizo un banquete con el fondo de River. ¿Para qué más?

GASTON MACHIN (6) entró bien y utilizó el costado derecho con fluidez.

FERNANDO GODOY (6) entró para cerrar el resultado.


CHAU A LA MUFA
La racha negativa se terminó justo en trece

IGNACIO PIATTI DEFINE TRAS GANARLE LA POSICION A VILLAGRA, EL MEJOR DEL FONDO.

Muchos años pasaron, pero el Rojo volvió a ganar en River

“No hay mal que dure cien años” se suele decir y bien vale para aplicarlo en esta oportunidad. Independiente, con el triunfo en el Monumental, logró ponerle fin a una racha negativa que llevaba trece años de vida.
Para encontrar un triunfo del Diablo en cancha de River había que remontarse al Clausura 1996 cuando el 14-04-96 venció por 4 a 1 con dos goles de Jorge Alvez, otro de Diego Dorta y uno de Jorge Burruchaga, siendo que para River había marcado Gabriel Cedrés.
Desde entonces el Rojo penó en la gran mayoría de los encuentros que disputó no solo en tierras millonarias sino que la racha se transformó adversa también en calidad de local, pero esa será otra historia.
Tuvieron que pasar trece años y trece partidos de visitante para que el Rojo pudiera volver a sonreír en cancha de River. La historia marcará que el 12 de octubre de 2009 el Independiente de Américo Gallego puso de rodillas a los Millonarios y a la racha negativa para comenzar a soñar con quedarse con el campeonato.


CLAVES

EL JUEGO COLECTIVO DEL ROJO

Hubo un sólo equipo en la cancha y ése fue Independiente, con una estructura sólida y compacta en todas sus líneas. Trabajó en un nivel superior y varió sistemas sin resentir funcionamiento.

PARTIDO DE UN TIEMPO

Al clásico le sobró la segunda etapa. El equipo de Gallego produjo un primer tiempo exquisito y práctico a la vez, marcando claras diferencias de mitad de campo en adelante.

MENOS MALO, PERO…

River experimentó con Astrada un leve cambio de actitud y una mejor predisposición para armar jugadas asociadas, pero falló demasiado en defensa y fue impotente en revertir su presente.


LA TACTICA
Cambió a medias

Leonardo Astrada eligió el 4-3-1-2 como sistema para encarar el partido, con Buonanotte como enlace, para sumarse a los delanteros Bou y Fabbiani. Eso no le dio demasiado resultado y en el segundo tiempo, decidió un cambio de timón que prosperó a medias. Mauro Díaz, a quien le confió la banda derecha, fue lo más destacado. En tanto que Gallardo, fue muy intermitente y Ríos jugó poco tiempo.


OJO CON EL PROMEDIO

Con esta derrota, River sigue siendo el octavo peor promedio de Primera División, lo cual es una alarma extra para el pésimo momento del equipo de Núñez.


“Era un partido de seis puntos”

EL ABRAZO DE ASTRADA Y EL TOLO GALLEGO, DOS CINCOS DE LA HISTORIA MILLONARIA.

El Tolo remarcó la importancia de un triunfo Monumental

Américo Gallego tuvo un partido aparte frente a River. Por un lado estaba su responsabilidad inquebrable de responderle a Independiente pero en el medio se interponían demasiadas casualidades que lo tenían a mal traer.
El destino quiso que su compadre, Leo Astrada, debutara en un Millonario conflictivo, y que además tuviera que visitar el que siempre fue su casa, el Monumental.
Pero todo le salió redondo, ganó, fue ovacionado por la gente y de paso le hizo precio a Astrada ya que en el complemento el Rojo levantó el pie del acelerador.
El Tolo salió del vestuario con la sonrisa de oreja a oreja. Hizo un comentario que generó la risa y comenzó su discurso con los medios “felicité a todos los jugadores porque la verdad que hicieron un buen partido ante un equipo en el que debutaba un entrenador, que estaba motivado e Independiente hizo bien los deberes en el primer tiempo. En la charla les había dicho que podíamos concretar con las pelotas cruzadas y creo que los complicamos así un poco. En el segundo tiempo tuvimos un error, no de tirarnos atrás, sino que nos llevó River con los dos cambios que hizo. No manejamos la pelota y la oportunidad que creamos fue cuando comenzamos con al triangulación y el toque de primera. Contento porque para nosotros era un partido de seis puntos en el sentido que quedábamos a un punto de los líderes y esto es un envión anímico muy importante”. Asimismo sostuvo que “yo confié en toda la semana pero no es joda venir al Monumental y hacer tres a cero. Pero sabía que podíamos quebrar una racha adversa y ganar tras trece años. No sabía que hacer si gritar o no gritar los goles y la verdad que no los grité. Le estoy agradecido a la San Martín que esa platea me aplaudió y eso me da mucho orgullo. Hay que festejar esta noche porque ya mañana entrenamos y preparar el partido ante Chacarita que será un rival de cuidado porque viene herido y hay que tener cuidado”.
En tanto que el entrenador agregó “cuando dije que a la gente no le podía decir que no se ilusione era la realidad. Estamos creciendo, hay chicos que también y están haciendo goles aquellos que no podían. A Silvera lo motivé toda la semana para que haga goles y pudo hacerlo. Pero estamos bien y ojalá podamos continuar por este camino”.


NO PUDO REPETIR

Ante la ausencia de Walter Busse por lesión, el Tolo se quedó con las ganas de poner en cancha la misma alineación por cuarta vez consecutiva. Esta vez estuvo Núñez.


Nacho Piatti y toda su felicidad

Para Ignacio Piatti el triunfo en el Monumental fue una alegría doble. No solo por la racha negativa que cortó el Rojo sino porque además convirtió uno de los goles más lindos de su carrera.
El volante se encargó de señalar que “pienso que fue uno de los más lindos ya que con Gimnasia en cancha de River también marqué uno parecido. Pero me quedó justa y definí de zurda. Es una alegría convertir y más ante un equipo grande”.
A la hora de analizar el encuentro Nacho explicó que “creo que Independiente hizo un buen partido, está muy bien y creo que de a poco vamos a ir logrando las cosas que nos propusimos. Creo que de ahora en más al ganar te vas afianzando, te hace sentir bien y afrontás los partidos de otra manera”.
Finalmente agregó que “la verdad que ganar en el Monumental es algo muy lindo y además poder convertir es una felicidad. De todos modos tanto los jugadores como el cuerpo técnico habíamos hecho las cosas bien y sabíamos que podíamos ganar. Existía un convencimiento y por suerte se consiguió luego de tantos años”.


GANDIN SE ANOTO EN LA RED Y ES EL GOLEADOR DEL ROJO
“Por suerte le sigo haciendo goles a River”

DARIO GANDIN Y UNA IMAGEN QUE SE REPITE, GRITANDO UN GOL.

A Darío Gandín no lo para nadie. El Chipi se convirtió desde el arranque del torneo en un goleador temible y por sobre todas las cosas dice presente en los partidos complicados como suelen ser los clásicos, donde los goles se disfrutan mucho más. Esta vez, como ante Racing, el delantero abrió el camino hacia una nueva victoria.
La historia cuenta que Gandín le hizo siempre goles a River con la camiseta que fuera, con la de Rafaela, la de Colón, con la Gimnasia de Jujuy y por ello señaló “y… es así y por suerte le sigo haciendo goles a River. Me faltaba hacerle con la de Independiente y ahora me quedo un poco más tranquilo”.
-¿Sos el hombre de los goles importantes?
-No, no sé si importantes porque lo importante es el equipo. Creo que generamos situaciones y me tocó convertir de cabeza, raro en mí, pero también lo hizo el Cuqui y Nacho. El primer tiempo tuvimos para hacer un gol más pero bueno, sacamos la diferencia en el momento justo.
-¿Mirás la tabla de goleadores?
-La tabla de goleadores se mira, pero es mi familia la que me la hace ver y yo estoy tranquilo. Siempre dije que no había mal que durara cien años y si bien el año pasado las cosas no fueron buenas para mí hoy estoy con el pie derecho.
-¿Miraste al cielo en el festejo?
-Sí, siempre porque pienso en mi hermana y sé que ella está conmigo en los momentos más difíciles y siempre le agradezco.
-¿Se recibieron de candidatos hoy?
-No sé si nos recibimos de candidatos pero tenemos muchas ilusiones como la gente. Pasan las fechas, pasan las semanas y estamos ahí. Esperemos poder seguir así
-¿Dónde hicieron la diferencia?
-Creo que estuvimos muy finos y en el primer tiempo y en los primeros treinta y cinco minutos hicimos una diferencia muy grande y luego manejamos la pelota. Las ganas de River nos metieron un poco atrás pero pienso que si había diez minutos más no corría riesgo la victoria.


EL ARBITRO
Lunati se hizo notar para mal

Pablo Lunati dejo bastante que desear en el monumental. sus excesos emocionales no se justificaron en un clasico que fue muy normal.

Pablo Lunati no cometió errores graves que hayan distorsionado el curso del partido y el resultado. Es más, no incurrió en fallas groseras que por allí pudiesen justificar la calificación de mala (3 puntos) que mereció su labor en el Monumental, más allá de no haber expulsado a Coronel en la segunda etapa con una segunda amonestación por haber bajado con falta a Piatti, que ya lo había dejado atrás. Simplemente, Lunati equivocó conceptualmente su modo de conducir un partido sin brusquedades y definido desde el primer tiempo. Pitó demasiado cobrando “foulcitos” en mitad de cancha y además de hacer una ceremonia conversada de cada fallo, fue contemplativo en exceso y “rudo” a la vez, como cuando innecesariamente se apuró en apercibir a Gabbarini en un saque de arco al inicio del complemento, quién jamás mostró la intención de demorar.


153 hinchas de Independiente detenidos al chocar con policías

LA HINCHADA DEL ROJO Y SU MASIVA CONVOCATORIA EN NUÑEZ.

Quisieron entrar con banderas largas y fueron reprimidos

Amén de lo ocurrido después del partido (hinchas de River insultando a jugadores y directivos), antes del clásico se produjeron serios incidentes entre la barra de Independiente y la policía, lo que dejaron como saldo 153 detenidos, los que quedaron alojados en las dependencias de la comisaría 51ra. y 33ra. Llamó la atención que, ya en pleno desarrollo del primer tiempo, todavía existía el ya clásico hueco que dejan las hinchadas para que ingrese el grueso de la barra.
Mientras tanto, sobre la avenida Figueroa Alcorta, en donde tiene lugar el acceso del público visitante al estadio Monumental, se producían choques entre grupo de hinchas y las fuerzas del orden al tiempo que, la parcialidad del Rojo ensayo cantos en contra de la policía y recién en el último tramo del primer período, parte de los hinchas lograron ingresar.
En un primer momento, trascendió que el enfrentamiento se produjo porque algunos simpatizantes intentaron ingresar sin su respectiva entrada. De todos modos, la dependencia de Prensa y Difusión de la Policía Federal, le informó a DIARIO POPULAR que el choque se produjo “al intentar entrar hinchas con banderas de palo de dimensiones mayores a la permitida (algo que ahora también rige en el ámbito de la Capital Federal), pancartas y palos. De todas maneras, algunos simpatizantes denunciaron que un grupo de hinchas que sí portaba la correspondiente localidad, fueron víctimas de la represión policial.

Fuente: Diario Popular

Al Rojo vivo (Olé)
Independiente armó su fiesta en Núñez, donde llevaba 13 años sin ganarle a River, dejó a su rival en llamas y terminó de prenderse en el Apertura. Y mientras va recuperando espeto, sueña.

Y sí señores, el Infierno hoy está más encantador que nunca… El Diablo se fue de juerga por el Monumental y la pasó tan bien que sueña, sueña en grande aunque no se anime a admitirlo por miedo a que las llamas lo vuelvan a quemar, como lo hacían hasta hace muy poco. Pero, la verdad, es que ya no quedan dudas de que la suerte de Independiente definitivamente cambió de rumbo, porque que el equipo de Américo Gallego haya terminado el primer tiempo 3-0 sobre River es algo que ni los hinchas del Rojo más ilusos se hubieran animado a imaginar… Y mucho menos los de River, que perdieron contra un rival que llevaba 11 años sin ganarle y que observan cómo el de enfrente disfruta de una metamorfosis que le permitió salir de las sombras, que le devolvió el alma a su gente: “Que de la mano del Tolo la vuelta vamo’ a dar…”, se cantaba.

Y que dejó a todo Núñez al Rojo vivo.

Pero lo que le pasa hoy a Independiente no es un misterio. Y el que mejor lo define es Carlos Matheu, su capitán: “Se nos mira de otra manera ahora, y es lo que queríamos conseguir como equipo: tratar de que los otros clubes nos tengan un poquito más de respeto, que en el último tiempo se había perdido”.

Respeto, bendita palabra que añoraba el Rojo y ahora extraña River. Bendita palabra que ayer le tiró en la cara Independiente a un Monumental repleto que no podía creer cómo a River, en el debut de Astrada, le faltaban el respeto. Pero este respeto no se ganó de un día para el otro en Avellaneda, como tampoco se perdió de un día para el otro en Núñez. Porque para llegar a este hoy hubo un camino. El Rojo eligió un rumbo y fue reconstruyéndose. Arrancó con la decisión de contratar a Gallego; siguió con el Tolo indultando a Mareque (ayer fue de lo mejor) en plena pretemporada y bancando a Núñez y a Gandín más allá de todo; y la piedra basal se terminó de colocar cuando el presidente le consiguió al técnico todos los refuerzos que le había pedido y le dio el aval para que llegue un Silvera que el mismo Comparada se negaba a contratar y que ahora disfruta.

Y desde los resultados, empezó rompiendo pequeñas rachas, una por vez. Primero ganó en Tucumán y tachó la deuda de no sumar de a tres de visitante en más de ocho meses; en la fecha siguiente venció a Godoy Cruz y no sólo alcanzó dos victorias al hilo tras más de un año sin conseguirlo, sino que mató la mufa del Tolo en Lanús. Y la frutilla del postre se la empezó a poner estirando la paternidad ante Racing y venciendo a Tigre pese a no haber jugado bien.

Así, es obvio que lo de ayer (el Tolo terminó con dos karmas: le ganó a River y devolvió al Rojo al triunfo en el Monumental, contra el Millo, después de 13 años) no fue casualidad.

Como tampoco es casualidad que hoy Avellaneda esté al Rojo vivo y a un punto de los líderes, y mucho menos que Independiente haya empezado a sortear el temblor del promedio (¡y hundió un poco más a River!).

Y sí señores, el Infierno hoy está más encantador que nunca y el Diablo se fue con un recital del Monumental y se animó: “Parecen Racing…”.

MARIA LAURA BALONGA


Uno x uno River

27-N. Navarro (2): Al margen de los errores defensivos, él tuvo la mayor cuota de responsabilidad en los tres goles. En el primero no salta, en el segundo no atora y en el tercero no achica.

4-P. Ferrari (3): Perdió a Gandín en el primer gol y habilitó a Silvera en el tercero. En ofensiva, poco.

6-N. Sánchez (3): Un mal rechazo suyo derivó en el córner que terminó en el 1-0. No pudo con Silvera.

16-M. Coronel (3): Abusó de los pelotazos y tampoco encontró nunca al Cuqui. Debió haber sido expulsado por agarrar a Godoy cuando ya estaba amonestado.

3-C. Villagra (3): Levantó a la gente con un par de anticipos y un derechazo desde lejos. Desesperó a todos al dejarse comer en el 2-0…

21-M. Galmarini (3): Tuvo el empate después de un taco de Fabbiani, pero tapó Gabbarini. Después no pesó y Astrada lo sacó en el entretiempo.

25-M. Almeyda (5): Arrancó muy bien tapado (y preocupado) por Núñez. Cuando el Gordo salió, intentó pisar firme, pero ya tenía muchas camisetas rojas delante.

8-R. Archubi (4): Mostró un poco más de decisión que otras veces, pero su toque resultó intranscendente.

30-D. Buonanotte (6): Fue el único que mostró vergüenza para ir sin parar y también el peor para definir: tuvo dos cara a cara con el arquero y ni así logró meterla.

22-G. Bou (5): Arrancó con un buen centro que Fabbiani cabeceó alto. Después mostró movimientos inteligentes, pero la pelota no le llegó. Y el Jefe lo sacó.

23-C. Fabbiani (4): Un cabezazo por arriba, un derechazo que Gabbarini le tapó bárbaro, un taco para dejar solo a Galmarini, una linda cortina para dejar solo a Buonanotte… Cuando salió se sacó y le respondió a la gente.

11-M. Gallardo (4,5): Ingresó e intentó hacerse eje, pero estuvo muy impreciso en la larga y en la corta. No dudó cuando tuvo que patear el penal.

29-M. Díaz (5): También trató de conducir la remontada, pero no logró concretarlo. A favor: en una de sus escaladas, le hicieron el penal para el 1-3.

17-A. Ríos (5): Le bajó una linda pelota a Buonanotte dentro del área. Pero tampoco tuvo real peso entre los centrales de Independiente.

Promedio: 4

Faltas: 11

Offsides: 6

Córners: 6

Tarjetas: 2

Uno x uno Independiente

CHRISTIAN COLONN

12-A. Gabbarini (7,5): Un error de la defensa en el final lo privó de irse con el arco en cero. Lo merecía: su atajada a Fabbiani fue de lo mejor en el torneo.

4-L. Vella (6): Prolijo, aportó en ataque cuando el Tolo lo dejó cruzar la mitad de la cancha.

25-C. Matheu (6,5): Cada vez más asentado como líder, pocos pasaron por su sector.

27-L. Galeano (6): Ganó mucho de arriba y hasta se animó a cortar lejos de la cueva.

3-L. Mareque (7): Un par de cierres providenciales, salida por su sector (cuando Gallego lo dejó atacar) y asistencia en el gol de Silvera.

22-I. Piatti (7): Manejó la pelota y las pausas, convirtió un gol y rozó el doblete en el único tiro al arco de Independiente en el segundo tiempo.

5-W. Acevedo (8): Con el Tolo Gallego como entrenador está haciendo un master de volante central. A su juego le agregó mucho quite y pausa.

28-F. Mancuello (5): Sólo un buen centro en el 1-0. Lo sacaron antes del entretiempo.

9-L. Núñez (5,5): Cumplió con una misión táctica: tapar a Almeyda. De juego, poquito.

19-D. Gandín (7,5): Abrió el camino de la victoria, participó en el 2-0… Cada vez con más confianza.

11-A- Silvera (7,5): Selló el triunfo y mostró que pocos 9 en el país tienen más oficio que él.

35-G. Machín (4): Entró y el Rojo dejó de atacar.

15-F. Godoy (4,5): Sólo para ensuciar el juego.

20-M. Gómez (5,5): Ingresó tarde. Metió una linda corrida por la derecha. Si el Tolo lo ponía antes…

Prom.: 6,3

Tarjetas: 2

Faltas: 15

Córners: 6

Offsides: 6


Un triunfo para la historia

De Frente: BETO TISINOVICH

Si bien uno fue ilusionado al Monumental por el presente de ambos equipos, en el fondo se sentía ese cosquilleo de que River nos podía hacer pasar un mal rato. Pero después 13 años sin ganar como visitante y 11 en general, los muchachos nos regalaron un triunfo para la historia. Alcanzó con un primer tiempo brillante que tuvo picos muy altos en Silvera, Gandín, Piatti, Acevedo, Galeano y también en Gabbarini. Ah, no me olvido de Mareque a pesar de algunas desconcentraciones. Si bien Gallego no pudo repetir la formación por cuarta vez, el sistema de jugar con un sólo volante de contención, que además sabe con la bocha, es el mejor. Núñez no es Busse pero fue importante en cuanto a tocar y buscar. El 3-0 con el que el Rojo se fue al vestuario hizo presumir que se venía una goleada histórica. Pero el Tolo le hizo precio a su compadre Astrada y empezó a meter cambios defensivos desde el ingreso de Machín y luego poniendo a Godoy para formar un 4-4-2 y dejar venir a la banda de Núñez. ¿No era mejor Gómez o Pato para acompañar al Cuqui y el Chipi, mirando siempre el arco de Navarro? Sé que es una gran victoria, pero al Campeón Mundial del Cabotaje lo podríamos haber humillado como ellos hicieron tantas veces con nosotros. Está claro que un 3-1 antes del partido se firmaba, pero si hay chances de romperle el arco en una tarde, hay que hacerlo. Ahora, casi a mitad de torneo, la tabla dice que estamos a un poroto de Estudiantes y Vélez, los mejores equipos de la Argentina a los que ya hemos enfrentado. Falta mucho todavía, pero la ilusión se aferra a algunas actuaciones de los últimos partidos (excepto con Tigre) como para pelear en serio el Apertura. Plantel y hambre de gloria hay. El técnico ya los convenció de que pueden y están poniendo a Independiente en lo más alto. Por eso se festeja la victoria justo a los 70 años de aquel gol de Capote De la Mata gambeteando a más de medio equipo Millonario. Digamos que fue como un homenaje del 3-2 de 1939. Bueno, a no relajarse.

Alcanzó con un primer tiempo brillante para dejar atrás una racha negativa.


La situación, la situación se va a la p… que lo parió

De Frente: LEO FARINELLA

Perdón, Negro Astrada. Perdón. Ayer mismo tendrías que haber renunciado. Esto es demasiado. No podés estar 0-3 en media hora producto de una serie de descalabros inconcebibles en jugadores profesionales. La sensación es que River es una tienda. Hacía mil años que Independiente no nos ganaba y nos humilló, nos perdonó la vida y desnudó fallas que nos convierten en un equipo de la B. La defensa fue un desastre. Los Diablos nos cargaron con la Promoción… Señores, es hora de que se den cuenta de que están jugando con la historia de River, la están pisoteando. Angelito Labruna debe estar revolcándose en la tumba, si estuviera entre nosotros les daría una paliza inolvidable, los abofetearía hasta hacerlos despertar de esta inercia destructiva insoportable. No creo que sea estrictamente una cuestión de actitud, de hecho es más probable que sea una cuestión de aptitud. Les pasa que, ante la adversidad, se bloquean, se abatatan y cometen errores infantiles, insólitos para jugadores de Primera. Es una situación que tiene cierto paralelismo con la Selección. Los goles que se perdió Buonanotte son difíciles de explicar en un jugador de su valía. Está claro que Fabbiani está haciendo méritos para entrar al Másters de chitrulos y que su gestito no fue conveniente, pero que se entienda esta mirada de un periodista desesperanzado: ¡por fin alguien que reacciona, viejo! Por lo menos demostró que tiene sentimientos, que le duelen silbidos, críticas e insultos. Además, ayer jugó razonablemente bien: aguantó la pelota, metió alguna de gol, es cierto que erró uno abajo del arco, pero no dije que la rompió, zafó, como para que Astrada no lo pase a retiro. Y sobre el problema estructural que sonó en alguna canción, como diría Ramón, cada vez falta menos.

River parece un equipo de la B. Astrada es un valiente por no renunciar.


Un arquero de Primera

Ser una promesa de Inferiores implica que cuando te tiran la camiseta de la Primera debés responder. Adrián Gabbarini se ganó elogios a la sombra (83 suplencias) de Ustari, Assmann y Navarro, cuya lesión le abrió el arco hace cinco fechas. Y ayer, con 24 años (cumplió el sábado), confirmó que es un titular de confianza: dio seguridad y mostró velocidad de reacción en esa enorme atajada de una mano a Fabbiani. Disyuntiva para el Tolo cuando Hilario esté recuperado.

Debe una: terminar en cero. Pero como dice él: mientras el Rojo siga ganando, está todo bien…

DEMIAN MELTZER

“No es joda hacer tres goles acá…”

Gallego sacó chapa del triunfazo Monumental: “Fue un partido de seis puntos, hicimos bien los deberes”.

La imagen del final del partido, con los brazos en jarra, la mirada perdida y un gesto adusto, estaba lejos de ser la del técnico de un equipo que se retiraba triunfador de una cancha que a Independiente le era esquiva hacía 13 años y monedas… Tal vez, su pasado en River fue el que lo hizo medirse en el festejo y reservar para la intimidad del vestuario la alegría que significaba haber quedado a un punto de la cima. Sin embargo, a la hora de las declaraciones, Américo Gallego exteriorizó el 100% de lo sentía. “No es joda venir al Monumental y hacer tres goles. Pudimos cortar una racha adversa del club, y la mía también, ganarle a River por primera vez como entrenador”, se alegró el Tolo, que arrastraba un empate y cuatro contra el equipo de Núñez.

Y no es joda: desde el Apertura 05 (27/11) que River no perdía así en su cancha: también fue un 1-3, ante Gimnasia La Plata. Y 12 caídas después, el que lo venció fue el Rojo de Gallego: no gritó los goles.

Y esa sensación ambigua por su pasado, también lo posesionó a la hora de elogiar/criticar la producción de su equipo: “Los felicité porque hicieron muy bien los deberes en el primer tiempo. Complicamos con las pelotas cruzadas, hubo triangulación de pelota y juego a dos toques. En el segundo River nos llevó atrás con los cambios y no pudimos manejar la pelota… El gol de ellos estuvo de más, vi cosas que los defensores no pueden hacer. Pero hoy (ayer), con la alegría que tenemos, no los puedo retar, aunque en la práctica ya los voy a agarrar, je”. Y cerró: “Me voy contento porque fue un partido de seis puntos: quedamos a uno de la punta y dio un envión anímico importante”. No es joda.

NICOLAS ZUBERMAN

A parar a la comisaría

La Federal detuvo a 153 barras del Rojo que no se bancaron que les prohibieran entrar con banderas.

Entre viernes y sábado los hinchas de Independiente habían agotado todas las entradas. Y la gente vivió el clásico con mucha pasión. Aunque hubo un claro en la tribuna visitante: faltaba la barra. ¿Dónde estaba? Repartida entre tres comisarías: la 31ª, la 33ª y la 51ª. ¿Por qué? Pasó que un grupo numeroso quiso entrar al Monumental con las banderas de palos. La Federal los dejaba pasar, pero sólo con los trapos. Que entramos, que no entran, que sí, que no… Y cuando quisieron ingresar violentamente, se produjo un enfrentamiento que arrojó 153 barras detenidos (Bebote, el jefe, no cayó en la volteada), algunos con heridas cortantes. Además, la Policía decomisó los bombos que portaban.

La versión de los incidentes fue confirmada por Pablo Paladino, titular de la Subsecretaría de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos (Subsef). “Los hinchas no entraron los bombos ni las banderas porque no quisieron comprender lo que el jefe del operativo entendía como objetos peligrosos. La respuesta fue que quisieron entrar igual. Entonces terminaron detenidos”, contó en Fox Sports-Radio Del Plata.


Precio de amigo

Independiente podía ir por una goleada histórica ante un River regalado (y era caro) pero Gallego eligió pisar el freno y no atacar en el segundo tiempo.

El aplauso (ni muy muy ni tan tan) que recibió Gallego al principio debió transformarse en ovación a los 10/15 minutos del segundo tiempo. Porque el Tolo decidió que su equipo se dedicara a todos los aspectos del juego menos a atacar o contraatacar. Ya había tenido un gesto al final del primer tiempo, al reemplazar a Mancuello con Machín. A esa altura, su Independiente ya le había clavado tres cuchillazos a River y el Tolo no quiso hurgar en la herida. Merecía la ovación. Porque el resultado podría haber sido escandaloso, sacatécnicos. Astrada seguro que se lo agradece en la intimidad.

Nadie vaya a creer que Independiente fue una máquina. Maneja conceptos, es un cuadro solidario, firme atrás, con talento en el medio y con gol arriba. Es bastante. Y se acomodó a un punto. ¿Le da para ilusionarse? Sí y no. Sí, por lo de más arriba. Y no, porque las últimas tres victorias llegaron ante tres de los peores equipos del campeonato (y ahora le toca el cuarto, Chaca). Entre Racing, Tigre y River suman tres puntos menos que Independiente. Sí puede por el carácter que mostró para empatarle a Vélez. No puede por cómo se apichonó ante Estudiantes. Y ahora le falta la lección de bancarse la presión. No es lo mismo jugar de callado que con todos los focos apuntándote. Si lo sabe hacer…

River, mientras, es un caso. Si San Lorenzo le metió dos goles creando apenas una situación, ¿qué se podía esperar de un equipo que le generó tres? Tres goles. Con un arquero responsable en todos y siempre con algún defensor como cómplice. Así no se puede… Y no, no se puede. Si podrá Astrada, es un misterio. Se supone que peor no se puede estar. ¿Pero no es lo mismo que se escribe todas las semanas? Con Leonel Núñez sobre Almeyda, sólo con eso, se quedó sin salida. Buonanotte fue el único que llegó y el que peor definió. Fabbiani se putea con los compañeros, lo putean los hinchas y él se burla. Gallardo no le pasa la pelota. Bou se mueve bien pero no lo buscan. Villalva está con el Sub 17. Y el Burrito Ortega… Mejor no preguntarse si River puede irse al descenso…

CHRISTIAN COLONNA

Zapping

Busse no se recuperó y prefirieron cuidarlo

El Tolo Gallego se quedó con las ganas de repetir los 11 por cuarta fecha. Walter Busse no se recuperó de una sobrecarga en el gemelo izquierdo y eligieron no arriesgarlo. En su lugar jugó Leonel Nuñez. El plantel volverá hoy a la mañana a los entrenamientos, pensando en el partido del domingo ante Chacarita.

Una inspección clave en el Libertadores

El Coprosede realizará hoy una inspección a las obras del Libertadores de América en la que se definirá si el Rojo podrá hacer el estreno del nuevo estadio el 28 de octubre ante Colón, dentro de tres fechas. Las obras siguen a pleno y no se detuvieron en todo el fin de semana largo.

Fuente: Olé

Independiente se aprovechó de un River tambaleante (Clarín)
EL EQUIPO DE GALLEGO QUEDO SEGUNDO, A UN PUNTO DE VELEZ Y ESTUDIANTES

Nada cambió en River en el debut de Leonardo Astrada como nuevo entrenador.

La previa era pura especulación. El hincha de River pensaba en la intimidad que el jugar con Independiente era al menos una buena, “los tenemos de hijo”, repetían. Encima cambiaba el entrenador y entonces ya no había culpas para Néstor Gorosito. Y el hincha, ese que es cada vez más hincha de la hinchada, se acercó al Monumental y le dio al partido un marco de equipo que pelea el campeonato y no por no ser el último (hoy sólo tiene debajo a Chacarita, con 3 puntos, y Racing y Tigre, con 4, mientras que comparte lugar con Huracán, con 5). Pero ni eso. Ya no. Ni por más que hacía 13 años que los de Avellaneda no le ganaban. Porque ya nada es lo que era para este River que deambula por la cancha. Que de River tiene la camiseta, la historia, la cáscara… Pero no la esencia.

Nada lo ayuda a este River. Tiene la mala suerte en la frente. Como una marca. Pero la incapacidad de sus jugadores como estigma. Se equivocó Nicolás Navarro en el primer remate al arco desde afuera del área y esa fue sólo una señal. Porque en la jugada siguiente Nicolás Sánchez pifió una pelota insólita y hubo córner; y Darío Gandín saltó a cabecear mientras Paulo Ferrari lo corría de atrás y no lo alcanzaba; todo mientras Navarro se tiraba en cámara lenta para terminar buscando la pelota adentro del arco. ¿Merecía ir perdiendo River a esa altura? No. Pero si en una misma jugada se equivocan sus tres protagonistas…

Fue River y estuvo cerca. Merodeó el empate. Pero sólo eso. Maximiliano Coronel cabeceó sólo pero lo hizo pésimo; Matheu le hizo penal a Cristian Fabbiani, pero el árbitro no lo cobró; y en la mejor jugada de equipo de River en los últimos tiempos, el arquero Gabbarini se lo tapó a Galmarini. No concretó, y marche preso entonces.

Arrancó Gandín en la mitad de la cancha y le metió un pase bárbaro a Ignacio Piatti, Cristian Villagra lo marcó pésimo, y el ex-Gimnasia giró y se lo llevó a pasear para acomodarse en el área y definir para el 2 a 0. ¿Merecía tanto Independiente? Ni de causalidad, pero…

Empezaron los insultos a los jugadores y a la comisión directiva. Ya que al entrenador no se lo podía culpar, porque Leonardo Astrada llegó de apuro en medio de la semana pasada. Y Lucas Mareque encaró por el medio y se avivó de que Villagra cierra siempre mal y habilitó a Silvera. Y el delantero no perdonó: 3 a 0. ¿Merecía Independiente esa goleada? Sí. Claro que sí. A esa altura merecía eso y más por eficaz. Y más porque al rato Fabbiani no pudo tras una atajada bárbara de Gabbarini.

El segundo tiempo estuvo de más. Independiente pudo haber metido alguna contra pero ni eso hizo porque nunca se sintió invadido por River. ¿Sensación? Le perdonó la vida. Diego Buonanotte erró dos goles y varios pases. Gallardo metió un penal para decorar el resultado. Fabbiani se fue desafiando a los hinchas. Los hinchas se fueron insultando a todos los futbolistas. Pero alentando a la camiseta. A la esencia, claro. Esa que no aparece en el campo de juego. Y desde hace rato. Mucho rato.

Por: Hernán Castillo


HACERLE GOLES A RIVER
Gandín y su sana costumbre

EL GRITO QUE ABRIO EL CAMINO. GANDIN FESTEJA SU GOL. FUE DE CABEZA.

Si hay un equipo al que Darío Gandín tiene de hijo, sin duda alguna, ése es River. Hasta antes del partido el Chipi le había marcado cuatro goles con tres camisetas distintas: Atlético de Rafaela, Colón y Gimnasia de Jujuy. Solamente le faltaba festejar con la de Independiente. Y lo hizo: “En la semana intuía que iba a convertir. Varios compañeros también me lo habían anticipado. Por suerte se me dio e Independiente cada vez está más firme”.

Gandín fue el más destacado en una tarde en la que Independiente se recibió de equipo. Porque estuvo firme atrás y seguro con el chico Adrián Gabbarini, rápido y constructivo en el medio con Walter Acevedo cada vez más asentado y principalmente esta vez fue letal en la ofensiva. Tuvo en Andrés Silvera y en Ignacio Piatti a dos socios de lujo. La jugada del segundo gol, precisamente, fue pase de Gandín y gol de Piatti, quien se aguantó la marca de Cristian Villagra y definió ante la salida desesperada del arquero Nicolás Navarro.

Cuando en Necochea Gallego ideaba “su” Independiente, seguramente, pretendía jugar como jugó en el primer tiempo. Tuvo mucho de todo el equipo. Y en el segundo se dedicó a regular y a cuidar la diferencia que tenía. Pero daba la sensación que si apretaba el acelerador, el resultado podría haber sido histórico…

La gente de Independiente deliró con el equipo. Por eso esa despedida final que aseguraba “que de la mano del Tolo la vuelta vamos a dar…” sonó genuina. Muy genuina.


NUNCA HABIA VENCIDO A RIVER COMO TECNICO
Gallego se tomó desquite en un partido muy especial

ESTE ES EL CAMINO. PARECE DECIRLO, CON RAZON, AMERICO GALLEGO.

Por: Fernando Gourovich

Si alguien a pocos minutos del final prendió la tele y siguió atentamente a Américo Gallego, bien podría haber pensado que Independiente estaba perdiendo y por goleada ante River. Es que el Tolo, fiel a su estilo, no se relajó en ningún momento pese a que el clásico se resolvió en el primer tiempo. Le pidió a Adrián Gabbarini que sacara rápido. Pidió una y otra vez que le tiraran la pelota larga a Gómez. Y se enojó feo con la defensa por el penal…

Ya lo había anticipado en la previa: éste no era un partido más, ni para él ni para Independiente. En lo personal, el hoy técnico de Independiente volvía a enfrentar a un equipo al que quiere mucho (el aprecio es mutuo: ayer la platea San Martín lo ovacionó). Un equipo al que, sentando en el banco de Independiente y de Newell’s, jamás había podido ganar: cinco veces lo enfrentó y sólo consiguió un puntito. Y para Independiente, según sus propias palabras, era “un partido de seis puntos”.

“Vieron que no estaba loco cuando dije que podíamos pelear el campeonato. Logramos una victoria muy meritoria ante un grande como es River que nos deja muy cerquita de la punta y con la ilusión intacta de luchar arriba. Además, pudimos cortar dos rachitas, la mía y creo que Independiente hacía mucho que no ganaba en este estadio, ¿no?…”, dijo el Tolo con tono picarón. La respuesta es sí, bastante: 13 años hacía que el conjunto de Avellaneda no se iba de Núñez con los tres puntos.

No quiso extralimitarse con los elogios. Pero casi se le cae la baba cuando fue consultado por esa media hora monumental: “Fue una barbaridad. Sabíamos que con pelotazos cruzados podíamos complicarnos. Todo se dio a la perfección. La ideal sería jugar en ese nivel todo el partido y ser contundentes. Porque contra Vélez y con Racing también hicimos un gran primer tiempo pero no pudimos pegar en los momentos justos”.

Antes de encarar a los micrófonos, les habló a sus dirigidos. El mini monólogo se demoró porque Walter Acevedo y Adrián Gabbarini estaban cumpliendo con el trámite del control dóping. Una vez que los tuvo a todos en ese vestuario exultante, les pidió no hacer declaraciones fuera de lugar y concentración, les remarcó que no se había ganado nada y por último los felicitó. “Hay que festejar poquito y mañana (por hoy) ponernos a pensar en Chacarita, que será un rival complicado”, dijo Gallego, quien no festejó los goles.

Se golpeó el pecho bien fuerte por el gol de Andrés Silvera: “Lo motivé toda la semana para que la embocara, je…” Y no tuvo ningún tipo de problemas en revelar el por qué del cambio de Federico Mancuello, a minutos de haber marcado el tercer gol: “Fue un cambio táctico. Lo saqué porque no estaba cumpliendo con lo que el equipo necesitaba. Lo puse a Machín para que saliera rápido de contra”.

Se lo vio con una sonrisa más amplia de lo habitual cuando tras el partido Matías Almeyda y Marcelo Gallardo fueron a saludarlo. Y también se refirió a su amigo Leonardo Astrada: “Es un momento duro para River… Estoy seguro que él tiene la capacidad para sacarlo de este mal momento”.


LA POLICIA DETUVO A 153 HINCHAS DE INDEPENDIENTE, LA MAYORIA DE LA BARRA BRAVA, POR INCIDENTES AL ENTRAR A LA CANCHA
Terminaron en la comisaría

HUECO. ASI ESTUVO LA POPULAR VISITANTE. LOS AUSENTES, EN LA SECCIONAL.

Una hora antes del comienzo del partido hubo serios enfrentamientos entre la barra brava de Independiente y la policía. Esos disturbios, producidos en Lidoro Quinteros y Figueroa Alcorta, dejaron como saldo 153 detenidos (la mayoría fueron llevados a la comisaría 51a y unos pocos a la 33a y a la 31a), 4 suboficiales con heridas superficiales y un hincha con un corte en el cuero cabelludo que fue asistido por una ambulancia del Same.

Como es costumbre en el fútbol argentino, los hinchas que mandan en la tribuna del club de Avellaneda llegaron al Monumental en una caravana interminable de micros, con bombos y banderas. La primera línea de cacheo la superaron sin problemas porque tenían la “entrada en mano”, como pedían los efectivos policiales. Pero al llegar al segundo, y último, les informaron que no podían ingresar con objetos contundentes. “Tenían correctamente su entrada para ingresar. Pero, en un acto totalmente caprichoso, por querer ingresar con las banderas que no se les permitió, empezaron a arrojar elementos contundentes”, explicó a los medios el comisario inspector Ricardo Raúl Pedace.

Muro policial de un lado, empujones del otro, corridas y baldosas que comenzaron a volar contra las fuerzas de seguridad. Las adyacencias del club, en esos momentos, se convirtieron en un campo de batalla. “Pedí que detuvieran puntualmente a quienes realizaban incidentes”, explicó Pedace. Sin embargo, algunos hinchas de Independiente se quejaron por el maltrato de la policía. Cuentan que en medio del descontrol la policía reprimió más a la gente que no se había metido en los incidentes que a los revoltosos…

Primero, detuvieron a quince barras. Luego, casi toda la barra de Independiente quedó tirada en el suelo, retenida. A los más belicosos los fueron subiendo a los celulares. A los más “tranquilos”, los fueron soltando de a uno.

Una vez que se calmaron las cosas, los partes oficiales informaron que 153 barras fueron detenidos y demorados, junto a los elementos de los cuales no querían desprenderse, en la comisaría 51a para realizar los sumarios correspondientes. “Todavía hay hinchas demorados que pasarán la noche en la comisaría. Algunos, ya fueron liberados”, dijeron anoche en la 51a. Si bien no hubo heridos de gravedad, cuatro suboficiales sufrieron heridas leves y un hincha debió ser atendido por médicos del Same, ya que tenía un corte en el cuero cabelludo.

Lamentablemente, y como es habitual, mucha gente que nada tenía que ver con la barra quedó atrapada en los enfrentamientos y algunos de ellos habrían sufrido golpes menores. Según indicó Pedace, el operativo se realizaba con total normalidad hasta ese hecho.

A los 26 minutos del primer tiempo, empezaron a aparecer las banderas largas en la Centenario alta donde estaban los de Independiente. Al principio, hubo un hueco importante, pero a partir de ahí se fue llenando con los barras. No del todo, porque parte de esa barra iba camino a la comisarías. Al final, los de Independiente se retiraron en forma inmediata, mientras que los locales lo hicieron tras más de 40 minutos de espera.


PROTESTA DE QUINIENTOS HINCHAS DE RIVER
Los plateístas se hicieron sentir en el hall de la bronca

UNA TARDE DE FURIA. LOS HINCHAS INSULTAN A LOS JUGADORES Y DIRECTIVOS.

Esos 50.000 hinchas de River que colmaron el Monumental y que dejaron casi 1.000.000 de pesos de recaudación (Independiente agotó sus 7.500 localidades disponibles) buscaban otra cosa. Pero no hay caso. River no les da mayor alegría que el mirar las tribunas repleto de colorido. Y entonces estallaron de bronca. Volvió el tan temido hall de los plateístas que bajan de la San Martín y allí estuvieron largo rato a puro grito en contra de los jugadores y la actual comisión directiva. Hubo unos 500 hinchas que se quedaron largo rato insultando a todo el mundo. Y si no se agregaron más, fue sobre todo porque el vallado dispuesto en el estadio hace que internamente no se puedan sumar y juntar entre gente de una platea o la popular y otra.

También hubo discusiones en el vestuario entre algunos jugadores y dirigentes.

El ambiente se empezó a complicarse desde los 28 minutos de la primera etapa. Ahí Ignacio Piatti marcaba el segundo gol de Independiente y se acababa la paciencia. Desde ese momento cada error de Rodrigo Archubi, Cristian Fabbiani o Martín Galmarini, los tres más apuntados por las tribunas, fue potenciado e insultado.

Desde la tribuna popular se insultó tanto a jugadores como a dirigentes.

Las elecciones para presidente son en diciembre pero eso poco tiene que ver con el clima que se vive, y vivirá, en el Monumental porque está claro que el actual presidente, José María Aguilar, no se presentará en los comicios. Así, la seguidilla de malos resultados no favorece a ningún candidato. El tema es que a este ambiente irrespirable lo cambian los triunfos.


LEONARDO ASTRADA TRAS EL DEBUT
“Esto no va a cambiar de un día para el otro”

LA VOZ QUE NO LLEGO AL EQUIPO. LEONARDO ASTRADA A PURO GRITO.

Arrancó el partido y se paró delante de la línea de cal. Llegó el primer gol de Independiente y alentó y no paró de alentar. Llegó el segundo y flaqueó. Llegó el tercero y se sentó casi hasta el final de la primera parte. No imaginaba un arranque así Leonardo Astrada. Estaba preocupado por cómo venía River, eso seguro. Pero no esperaba lo de ayer: “Estoy más preocupado de lo que estaba, eso está claro, pero confío en mis jugadores”, dijo.

Astrada arrancará a trabajar otra vez hoy a la mañana intentando dar vuelta la historia, pero ayer dejó claro un concepto: “Esto no va a cambiar de un día para el otro y eso está claro. Hay que seguir trabajando para no perder tiempo y salir de esta situación. La solución va a depender mucho de la personalidad del plantel. Se necesita de la hombría en cada uno. Pero ojo, cuando veamos que un jugador no tiene la fortaleza necesaria, en su lugar ingresará otro”. Es evidente desde sus palabras que para Astrada hay situaciones del partido que no deben repetirse en el futuro. ¿Habrá limpieza? Probablemente…

En el recuento de las situaciones, el Jefe expresó: “Defensivamente cometimos errores y los pagamos caros. Independiente aprovechó sus oportunidades, y nosotros tuvimos las nuestras y no las supimos convertir”. Y volvió a referirse sobre su plantel cuando le señalaron que muchos de estos futbolistas fueron parte del plantel que salió último en el Apertura 2008: “Confío en los jugadores. A muchos de ellos también les tocó salir campeones (con Diego Simeone como técnico. Tienen calidad para marcar diferencia, pero cuando las cosas no salen todo se viene abajo. En la medida en que podamos lograr orden y sacrificio colectivo va a ser mas fácil salir. Lo claro es que no podemos volver a cometer los mismos errores que hoy (ayer). Porque sino la buscas dentro del arco. Hay que seguir confiando en las cosas que uno hizo bien. Pero la parte defensiva es fundamental en un equipo para que el resto de sus compañeros tenga mayor confianza y a partir de ahí se trabaje de otra forma. Porque hoy nos convierten un gol y se nos viene todo encima”.

Astrada ya identificó uno de los grandes problemas que tiene este River: la cabeza. Desde que llegó el miércoles pasado, habló con los jugadores largo rato antes de cada práctica, con pastillitas durante el ensayo y otro largo rato tras la finalización de cada entrenamiento. Lo hizo en forma grupal e individual. Pero evidentemente todavía no le alcanzó. Por eso, el camino a seguir también será ese durante esta semana, de cara al partido contra Huracán.


“ESTABA RECALIENTE Y ME EQUIVOQUE”
Fabbiani, gestos y pedido de disculpa

SALIDA Y POLEMICA. EL OGRO FABBIANI SE VA Y HACE UN MAL GESTO.

No anduvo bien Cristian Fabbiani. Erró un par de goles y perdió varias pelotas. Y encima cuando Leonardo Astrada decidió cambiarlo y hacer ingresar a Andrés Ríos, la gente de todo el estadio empezó a silbarlo y la de la platea San Martín a insultarlo. Ahí, él, repleto de calentura por salir y por los insultos y los silbidos, miró a esa platea y les hizo la del cartelito de la enfermera pidiendo silencio, para después juntar los dedos de su mano y despegándolos en el inequívoco gesto de “miedosos”.

Los insultos fueron en aumento y por primera vez al delantero lo insultó todo el estadio. Le tocó el dóping y en lugar de ir por el anillo exterior del Monumental, le indicaron que debía ir por el interno y lo tuvo que hacer custodiado. Los ánimos, indudablemente, no estaban bien.

Después, habló con la prensa y pidió perdón: “A la gente le pido disculpas. Estaba recaliente por salir y me equivoqué. Perdón. Me quiero matar. Yo quiero salir de esto como todo River. Me sobran huevos para salir de esta situación. Y a este plantel lo mismo, pero no se nos da una. A la gente la entiendo porque te insultan o te idolatran según lo que pase con el equipo y es lógico”.

Sobre lo que viene, comentó: “Vamos a salir de esto porque nos sobran jugadores. La culpa de todo esto es nuestra porque no encontramos la vuelta. Nos hacen goles tontos y nos erramos goles imposibles”, dijo. Y se fue. Los tiempos de la Ogromanía ya quedaron demasiado lejos.




River consiguió que el Diablo le hiciera precio (Diario Crítica)

El 3-1 final quedó lejos de reflejar la superioridad de Independiente
A los 33 minutos del primer tiempo, el Rojo ganaba 3-0, con goles de Gandín, Piatti y Silvera. Después levantó el pie del acelerador. Gallardo descontó a los 89, de penal.

Pudo haber sido una goleada histórica, pero la sorprendente mezquindad del Independiente de Américo Gallego le permitió a un River catatónico quedar a sólo dos goles de distancia cuando en un momento parecía que la diferencia se podía estirar indefinidamente. El 3 a 1 final da la sensación de un partido intenso y con cierto equilibro, pero esa descripción sólo sirve en parte para la primera etapa. Allí, el Rojo sacó la ventaja de tres goles y luego dedicó todo el segundo tiempo a refugiarse en su campo frente a un adversario desmoralizado e inofensivo. River enfrenta un futuro incierto con un plantel devastado por la desesperanza y un técnico mediocre cuya primera señal visible fue no poner a Ortega ni en el banco. Repitió el mediocampo de la despedida de Gorosito, con Almeyda, Galmarini y Archubi, es decir, un jugador casi retirado y dos volantes que gastaron todas las oportunidades posibles de afirmarse en la Primera de River. Si siguen jugando es porque detrás de ellos está el abismo. O porque los técnicos ven los partidos desde una ubicación a ras del campo de juego, donde no se distinguen las jugadas.

En el primer tiempo, River sólo tuvo tres problemas: la debilidad defensiva, la incapacidad ofensiva y la inutilidad de su línea de volantes. En el fondo, la cantidad de distracciones y de huecos fue enorme. A ello hay que sumarle que Navarro estuvo lento de reacción en dos de los goles, muy atado a la raya y sin posibilidad de compensar con esfuerzo atlético o reflejos. Los delanteros de Independiente llegaban a situaciones de gol con facilidad, sin demasiado esfuerzo. Los centrales no cortaron casi nunca y los laterales cerraron invariablemente mal.

Como fue dicho, Almeyda, Galmarini y, en menor medida, Archubi, tuvieron una tarde para el olvido, sin generar una sola habilitación decente a sus delanteros, pero sobre todo absolutamente incapaces de detener el avance de Independiente. Buonanotte puso toda su voluntad por delante de ellos y junto con Fabbiani acercaron cierto pálido peligro al arco rival (Bou no repitió su buen partido contra San Lorenzo y pasó casi inadvertido). Cuando con el último resto de vergüenza deportiva, River arrinconó a Independiente, apareció la solvencia de Gabbarini, el arquero rojo, que le sacó una pelota en la línea a Fabbiani demostrando muy buenos reflejos.

En el segundo tiempo entraron Gallardo y Mauro Díaz por Galmarini y Bou. River se dio los primeros quince minutos para lograr un descuento que mantuviera el partido vivo. Como eso no sucedió, la última media hora resultó totalmente superflua. Independiente renunció al ataque y lentamente también al contragolpe, dejando un delantero solo arriba, como para cumplir con una reglamentación. En toda la segunda parte se limitó a agruparse en la línea de medios y a mantener la defensa adelantada. Eso hizo que se jugara en una franja de treinta metros, y que apareciera en offside cualquier jugador de River que quería perforar esa barrera. El desánimo de los millonarios contagió al partido y casi hasta su rival, languideciendo unos y otros, hasta que en una de las últimas jugadas Mauro Díaz fue detenido con falta por el buen arquero de Independiente. El penal de Gallardo le dio a River un resultado que lo alejaba apenas de lo que parecía una catástrofe.

Si bien es claro que no puede haber salvadores para este equipo que se hunde partido a partido arrastrando en su caída a todo tipo de entrenadores, es evidente que la decisión de Astrada de “preservar” a Ortega no fue para nada feliz. En los momentos candentes, se necesita que pongan el pecho los jugadores experimentados, los que pueden absorber la presión de una platea enfurecida y sedienta de sangre. El jujeño ha demostrado que, aun sin estar en la plenitud, es la única posibilidad que tiene River para mostrar una apariencia que no sea desastrosa. Por otra parte, todos sabemos cómo sigue esta historia. En algún momento, Astrada dejará de ser el técnico y la tribuna seguirá coreando el nombre de Ortega.

La hinchada está caliente

La tarde de los hinchas de River comenzó a pura esperanza. Ovacionaron a Leo Astrada y prácticamente llenaron las tribunas, confiados en que la llegada del Jefe podía ser el golpe anímico para sacar a este plantel del pozo. Sin embargo, rápidamente se vieron desencantados tanto por el juego como por el resultado.

Tras el segundo gol, desde la popular nació un rugido que se fue expandiendo por las plateas: “Jugadores, la con*** de su madre, a ver si ponen huevos…”. Y pegadito, ya con menos consenso, la barra brava bramó: “Se va acabar, se va acabar, / la dictadura de Aguilar” y “River va a salir campeón, / el día que se vayan todos los hijos de pu** de la Comisión”, un canto que repitieron unos cien de hinchas al término del partido en la confitería del club.

En la campo, Almeyda y Buonanotte protagonizaron una fuerte discusión y cada error de Galmarini y Archubi, que fueron muchos, desataba una silbatina generalizada. El imán de toda la ira fue Fabbiani. Abucheado e insultado, pidió silencio cuando fue reemplazado y, ya sentado en el banco, se largó a llorar.

Por Gustavo Noriega

Fuente: Crítica de la Argentina