INFO C.A.I. _ 24-02-2013

lunes, 16 de noviembre de 2009

El equipo de Gallego jugó como para volver a creer
(Diario Popular)
Tenía que ganar y ganó, pero en favor de avivar el fuego de su esperanza, lo hizo como pretende su entrenador: con volumen, decisión y la mente despierta para pensar cada pasaje del juego. Así vapuleó a San Lorenzo, rival directo en su doble pelea por no mantener pisada a los líderes (se enfrenta con Banfield el próximo sábado) y por colarse en el último vagón de los que jugarán la próxima edición de la Copa Libertadores.

El resultado fue determinante, de un lado y del otro. Independiente tiene sus chances alcance de la mano; San Lorenzo cerró prematuramente un año de frustraciones, tal como lo presumía Simeone: “cuando te caes, si no te levantás enseguida te siguen pegando”. Y así fue.
Independiente sabe que, si pudo jugar contra San Lorenzo como lo hizo, lo podrá hacer también frente a los cinco rivales que le quedan en el camino: Banfield, Huracán, Boca, Argentinos y Lanús. Pero también sabe que, el adversario más difícil que deberá enfrentar es ese Independiente que cayó con Arsenal y Central o empató con Chacarita, cuando tenía la punta de la tabla servida en bandeja.
Otra a favor: sus próximos dos compromisos cruciales serán en casa, en el renovado e inexpugnable Libertadores de América donde jugó poco pero ganó siempre.
En el mismo escenario, y con el mismo director de orquesta y hasta el Cuqui Silvera como abanderado del ataque, el Rojo se abrazó por última vez con la gloria. Si define su identidad con los parámetros que mostró ayer para lograr un resultado similar al de su consagración en el Apertura 2002, podrá aflorar el Independiente que su gente espera y que pretende Gallego. El Independiente de Américo.

PABLO VIGNOLA

Sintesis

Computadora

El Rojo fue una fiesta y lo hundió a San Lorenzo

TODOS LOS ABRAZOS, EN ESTA VERDADERA MARAÑA HUMANA, SON PARA GOMEZ, AUTOR DEL SEGUNDO GOL.

HUGO IÑIGUEZ

Con tres cachetazos, que bien pudieron ser un par más, Independiente resolvió con autoridad y claridad su partido ante San Lorenzo, al que mandó al infierno con ese 3 a 0 para el recuerdo, dando cátedra, terminando a full, con lujos, sacando al Ciclón no sólo de la pelea importante, sino que lo sumergió en una especie de crisis de la cual el tiempo dará cuenta. Pero esa es otra historia, este momento le pertenece al Rojo del Tolo, que más allá de que le den los números para dirimir el título, al menos recompuso su imagen de aquel final gris del torneo pasado, cuando era vapuleado y no daba pie con bola. Este Independiente muestra una solidez que lleva la firma de su entrenador, con otra postura, y la madurez que tanto extrañaba su gente.
El partido tuvo un único dueño. Independiente salió más comprometido con el juego y estratégicamente le ganó la pulseada en la franja media a un San Lorenzo dubitativo, con enormes espacios entre sus líneas, ergo, el primer paso estaba dado. Con oportunismo y eficacia llegó tres veces al gol y asunto resuelto, porque en materia defensiva no dejó resquicios. Todo el tiempo, el Rojo resultó superior, aún cuando “simuló” ser presa de la furia del local.
Acevedo se plantó en el medio como patrón, Busse martirizó por afuera a un Kily González que dudó entre ser lateral o adelantarse unos metros y aparecieron huecos no sólo por ese sector, sino también por el izquierdo de la ofensiva roja, que mandó sin pudor a Mareque (fue al frente como locomotora). Se sumó un Mancuello lúcido y rápido, que encontró sitios propicios para jugar, a cuenta del trabajo fino de Gandín y de un Silvera que ayer habrán extrañado los “cuervos”, que perdieron en cierto momento la paciencia con Romeo.
San Lorenzo, quebrado y herido de muerte a partir del gol del Chipi (linda combinación Mareque-Mancuello para que Gandín primereara a todos, dejando sin chance a Migliore), no tuvo las respuestas apropiadas para revertir el asunto.
Por más que el Ciclón (lejos estuvo este equipo de rendir tributo al apodo) quiso, chocó contra una muralla estructurada con una dupla de centrales, Matheu-Galeano, que no ofrecería resquicios. San Lorenzo adoleció de fútbol en la gestación del Papu Gómez, muy apagado, y de un Menseguez peleado consigo mismo, sin encontrar ubicación ni tampoco ensanchar la cancha.
Hubo una distancia sideral entre ambos, y ni hablar cuando los minutos cayeron como dagas sobre el local, que por ir (no le cupo el concepto de ataque) se encegueció, perdió la serenidad y tampoco tuvo respuestas desde el banco; no sólo hablamos de los relevos. Cuando Independiente se replegó para ahorrar energías y dosificar su desgaste, fabricó los espacios apropiados para martillar de contra. Cuando el Rojo enhebró celeridad con precisión, mató: a los 30’ el 2-0, vía Martín Gómez, tras una preciosa habilitación del Cuqui. El Pelado corrió, midió el disparo y acertó ante Migliore. A los 33’ el 3-0, cuando Silvera recuperó, tocó con Mareque, que le devolvió, el “11” mandó el centro y Leonel Núñez la empujó, para delirio de la gente de Independiente, que terminó cantando y celebrando una goleada de aquellas. Quedaría tiempo para la roja al Papu, y para que la gente se la agarrara con lo primero que se le cruzada por la cabeza. A otra cosa.

CLAVES SAN LORENZO-INDEPENDIENTE

SUPERIORIDAD

En lo táctico y técnico, Independiente resultó infinitamente más, desde el inicio mismo, para plasmar en la red de enfrente una goleada que lo reposiciona como un equipo confiable y serio.

EN PICADA

Lo de San Lorenzo se transformó en una sombra de lo que alguna vez fue el equipo del Cholo Simeone. Ayer estuvo carente de fútbol y de respuestas para encauzar lo que era un partido clave.

EL TOLO LE GANO LA PULSEADA TACTICA AL CHOLO
El Rojo tenía un plan y le salió a la perfección

TUZZIO -DE BUEN PARTIDO- MARCA AL PAPU GOMEZ, MUY INSULTADO.

Salió el partido que pensó Gallego, de principio a fin. Porque buscó atacar de entrada, explotando todo el ancho del terreno que, en la estancia del Bajo Flores, son 70 metros; y porque cuando logró la ventaja reguló energía replegando sus líneas y esperando generar los espacios que le permitieran liquidar el combate. Y así fue.
Simeone también tuvo un plan, con un dibujo inicial de 3-3-3-1, con el que pretendió conseguir volumen en el medio, ahogar al rival y llegar con mucha gente. Mandó al Papu Gómez sobre la izquierda, donde Independiente presentaba la incógnita de los años de Tuzzio como novedoso lateral y por allí intentó desequilibrar. Pero no tuvo mucho resto para superar el pressing que Independiente dispuso en el medio y que le permitió adueñarse del protagonismo muy temprano.
Independiente, con su 4-1-3-2, encontró mayor presencia. Busse y Piatti rotando sobre la derecha para abrir la cancha, y Mareque con Mancuello progresando sobre la izquierda. Esa estructura, más la lucidez de sus individualidades, volcaron el dominio en favor del Rojo, aunque con pasajes de ida y vuelta que generaron un trámite entretenido.
Un párrafo para la decisión de Gallego de ubicar a Tuzzio en lugar de Vella, con lo que ganó experiencia, orden y hasta categoría en varias salidas. No fue el único acierto en la planificación del técnico: cuando armó el banco y sabiendo que Acevedo no retornaba en su plenitud, eligió efectividad a demagogia y tuvo en el banco al juvenil Sergio Vittor (otra de las gratas sorpresas surgidas de inferiores) en lugar de Lucas Pusineri. Y Vittor entró en un momento clave y cumplió.
Con la ventaja que se llevó al descanso, Independiente cambió de libreto y eligió no exponerse tanto, agazaparse y regar la desesperación de San Lorenzo que buscó mayor volumen con los ingresos de Bazán, el Kily de cinco, Rovira sobre la izquierda para alimentar a Romeo y el pibe Sebastián González. Pero las imprecisiones del Cuervo en todos los sectores del campo fueron una telaraña de la que no pudo escapar.
Independiente esperó el momento justo para matar. Y lo hizo cuando la impaciencia se adueñó del local. Dos contras letales conducidas por el Cuqui Silvera le pusieron el moño al plan del Tolo Gallego, que jugaba con Martín Gómez en lugar del sentido Piatti, Busse tirado al medio y Núñez desperdiciando varias antes de acertar en la puñalada final.

El árbitro salió bien parado

La tarea del árbitro Javier Collado (6 puntos) tuvo más de las buenas que de las otras. Se lo vio bastante en forma para seguir un partido que por momentos se hizo ágil, de área a área, complementándose con sus asistentes. Recién acudió a las tarjetas en el segundo tiempo, cuando Damián Martínez metió suela sobre Busse, o por idénticos motivos a Acevedo (lo zapateó a Chaco Torres) y a Tuzzio (le entró feo al Kily González). Cuando se aprestaba a amonestar al Papu Gómez, por simular penal, le mostró la roja directa, porque el volante ofensivo se fue de boca. Para la discusión y un mayor análisis, la famosa acción del corner de Mancuello y la escapada de Gandín.

“Tapé buenas pelotas”

Adrián Gabbarini sigue afirmándose en el arco de Independiente

Si bien los goles y la actuación en general del equipo hicieron que todos dejaran la mirada en ofensiva para reconocer el gran mérito hubo un arquero que fue clave para asegurar el cero cuando las cosas recién comenzaban y para mantener tranquilo al equipo cuando buscaba asegurar el encuentro. Adrián Gabbarini contó con una actuación destacada y continúa asentándose en el arco de Independiente.
Las cámaras y los micrófonos se fueron con el resto y por ahí asomó Gabba, con la tranquilidad habitual y sin querer hacerse cargo de su buena actuación. Hasta que luego de la insistencia resaltó “seguro, fue un partido bueno en lo personal, estuve seguro, tranquilo, tapé pelotas importantes y cuando se vinieron porque tenían que hacer el desgaste pude cortar algunos centros. Igual mis compañeros hicieron un gran trabajo, eso fue lo fundamental. Uno está para hacer su parte y si lo hace bien mejor aún. Lo bueno es que seguimos en carrera”.
Desde la lesión de Hilario Navarro, con estudiantes, Gabbarini comenzó a consolidarse bajo los tres palos y respecto a ello confió “es muy importante para uno tener estas actuaciones porque uno siempre quiere jugar. Sin dudas que no fue de la mejor manera ya que lo hice por la lesión de un compañero. Esperemos poder seguir así”.
Gabbarini también se dio tiempo para analizar que “San Lorenzo era un rival directo y sabíamos que nos jugábamos mucho en esta cancha, era una final. Ahora hay que estar tranquilos para enfrentar a Banfield de la mejor manera. Igual sabemos la calidad de jugadores que tenemos y con estos partidos se va a reivindicar la pretemporada y el trabajo que realizamos en la semana. Mientras estemos en el pelotón de arriba será importante para luchar y estar cerca de la copa. Hay que esperar que los de arriba pierdan puntos”.

“Quedan cinco finales”

Carlos Matheu sabe que se puede pero no quiere perder la calma

La alegría era moneda corriente en el vestuario del Rojo y Carlos Matheu, el capitán, no fue la excepción “tuvimos un buen partido, demostramos que fuimos superiores a San Lorenzo y que en los últimos partidos no se nos había dado porque los rivales también juegan. Hicimos un gran desgaste, un buen fútbol seguimos ahí arriba, todavía falta mucho y nos quedan cinco finales”.
“Cafú” además analizó que “por momentos estamos a la par en lo que se refiere a rendimiento con Newell’s o Banfield. Obviamente hay que conseguir una regularidad para consolidarnos pero hay que estar tranquilos porque somos un equipo en formación, un equipo nuevo y que de a poco se va a transformar en un equipo con mayúsculas”.
Cuando se lo consultó por la mano de Gallego el defensor destacó “el Tolo jugó su partido con los cambios y las modificaciones tácticas. Hoy todo lo que implementó funcionó y eso nos deja tranquilos y contentos porque lo pudimos ejecutar dentro de la cancha”. Finalmente, se refirió a la ilusión que mantiene la gente del Rojo a lo que enfatizó “al hincha nadie le quita la ilusión pero el sábado tenemos una final más y debemos manejar esa ansiedad dentro de la cancha. Que ellos desde afuera se ilusionen pero no podemos perder la calma”.
Por otra parte el Rojo volverá a entrenarse hoy por la mañana en Villa Domínico para comenzar a preparar el trascendental encuentro con Banfield. Habrá que aguardar a saber si la molestia de Ignacio Piatti es para preocuparse y si algún otro culminó con alguna lesión de interés.

Fuente: Diario Popular

SAN LORENZO 0 - INDEPENDIENTE 3
Puntajes C.A.I ...


La Figura



Gabbarini (7) ; Tuzzio (6) , Matheu (6) , Galeano (8) ,

Mareque (8) ;
Busse (7) , Acevedo (5) , Piatti (5) ,
Mancuello (7) ; Gandin (6) , Silvera (7) .

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Gomez (7) , Vittor (7) , Nuñez (6)
Independiente golea y pide pista
(La Nación)

Le ganó 3 a 0 al Ciclón y está a seis puntos de la cima; reforzó su condición de aspirante al título y dejó en el camino a un rival consumido en el desorden y la falta de jerarquía; tantos de Gandín, Gómez y Núñez

El Apertura está en etapa de depuración de candidatos al título. Cada fecha es un cuello de botella que sólo les permite el paso a algunos del tropel de aspirantes que se amontonaba hasta hace unas pocas semanas. En el Nuevo Gasómetro hubo un corte eliminatorio, una divisoria de aguas que dejó a los dos equipos en orillas opuestas. A Independiente, en territorio de campeonato, en zona de ilusión. A San Lorenzo, en tierra de nadie, sin otro horizonte que la autocrítica y el replanteo de objetivos. El veredicto fue tan tajante como el resultado.

Independiente había sido superior en buena parte del encuentro y terminó siendo impiadoso con el desorden creciente de San Lorenzo. En cualquier circunstancia, favorable o desfavorable, positiva o negativa, San Lorenzo hacía valer su orgullo y capacidad de lucha hasta el final. Eso fue hasta ayer. Capituló 15 minutos antes del final, bajó los brazos y sólo esperó que Independiente no se ensañara con su derrumbe. Hasta Simeone, que siempre tiene una reacción visceral a la derrota, le pedía a los gritos a Migliore que no se apurara en un saque de arco porque ya no había más nada por hacer. Era momento de asumir que el recambio y las continuas modificaciones de esquema tuvieron una utilidad corta y limitada. Las carencias del plantel y los altibajos en el rendimiento sepultaron el voluntarismo que animaba al equipo. El entierro fue más doloroso porque se produjo donde debía mostrarse más vivo y entero, en el Nuevo Gasómetro, escenario de la eliminación en la Copa Sudamericana y de la marginación en la competencia local, con tres derrotas consecutivas, y sin hacer un gol. Motivos suficientes para que desde las tribunas se hiciera sentir la impaciencia inicial y el descontento final. El Papu Gómez se ofreció como blanco predilecto de la ira; mientras jugó, porque no terminó bien nada de lo que intentó, y después le agregó una expulsión que definitivamente lo enfrentó con los hinchas.

Independiente, más allá de que en el segundo tiempo se retrasó excesivamente, mostró criterio y sangre fría para aprovechar el desquicio local. Empieza a convencerse de que tiene puntos fuertes en los que apoyarse. Desde el triángulo de seguridad que conforman el arquero y los dos zagueros centrales, pasando por el manejo con ida y vuelta que le da la línea de volantes, y hasta la referencia de ataque que representa Silvera, ayer más importante en las asistencias en los últimos dos goles que en la definición.

San Lorenzo fue lo contrario. No hizo pie en ninguna línea y tuvo una alarmante falta de jerarquía individual. También errores de diseño: Kily González aportó algo más cuando pasó de volante que cuando ocupó el lateral izquierda, y a Menseguez no lo favorece esa posición interna de media punta; se desaprovecha su velocidad para el desborde.

Independiente fue más armónico y compacto. Y eso que el reaparecido Acevedo estuvo muy por debajo de lo que venía mostrando, como si le hubiera costado enfrentar su ex club. Ese déficit fue compensado por lo bien que combinaron en el medio Busse, Piatti, Mancuello y Gandín, que arranca desde más atrás para llegar por sorpresa, como lo demostró en el primer gol, cuando apareció en el área para conectar un centro de Mancuello.

En los tres goles de Independiente fue muy importante Mareque, un lateral que suele ser más valioso en la proyección que en la marca. Ayer explotó esa faceta con su aceleración y gambeta para romper líneas rivales. De sus pies surgieron los tres tantos.

La ansiedad atenazó a San Lorenzo. Un síntoma que transmitió Simeone con sus decisiones. En el comienzo del segundo tiempo ubicó a Bordagaray por la izquierda y a Gómez por la derecha, pero enseguida dio otro volantazo con el ingreso de Rovira. Las tres variantes en menos de un cuarto de hora no le dieron más profundidad a San Lorenzo, que nunca tuvo noticias de Romeo, frágil y absorbido por la marca. Independiente se replegó y parecía conformarse, pero el desbande del Ciclón, que regaló espacios y la pelota, le sirvió para golear y asegurarse un andarivel en la recta final al título.

Por Claudio Mauri
De la Redacción de LA NACION

Silvera, el más repudiado de los ex San Lorenzo

Cuando se fue de San Lorenzo para volver a Independiente, Andrés Silvera dijo que uno de los motivos era que se había quebrado su relación con los hinchas. Ayer quedó demostrado con el repudio que recibió desde las tribunas locales. Más tenue fue el rechazo para Tuzzio, otro ex del Ciclón. Y el tercero, Acevedo, recibió algunos aplausos cuando fue reemplazado.

EL DATO
Para la Libertadores, los Rojos alcanzaron a los Santos
En la tabla acumulada del año, ambos tienen 47 puntos, y están a ocho de Lanús, que hasta ahora está consiguiendo la última plaza clasificatoria para el torneo continental.

LAS RACHAS
De un lado, triunfos seguidos; del otro, caídas consecutivas
Por tercera vez en el torneo, Independiente encandenó dos triunfos consecutivos. Los anteriores fueron en las fechas 2a y 3a, y en la 6a, 7a y 8a..Ahora venía de vencer a Gimnasia. San Lorenzo quedó al margen de la lucha por el título al sufrir por primera vez en el Apertura dos derrotas seguidas, ambas de local. Una semana atrás había perdido con Banfield.

“Siempre quiero hacer más goles”

Gallego, feliz DT del Rojo, ahora le apunta a Banfield

“Estoy contento porque a cinco fechas del final era un partido bisagra. Si empatábamos, quedábamos los dos afuera y el que perdía quedaba mal. Además, jugamos contra un equipo importante que se la jugó cuando hizo los cambios y fuimos justos ganadores”, comentó Américo Gallego en el Nuevo Gasómetro.

El técnico de Independiente dijo que estaba contento. Pero el conductor de un equipo que venía de ganar holgadamente por 3 a 0 ante San Lorenzo dejó sin ofrecerle sus pensamientos y sensaciones a más de la mitad de la prensa, actitud más esperable -no más comprensible- en una derrota. Una vez que se fue, asistentes, allegados y dirigentes sonreían, diciendo que nada podían hacer. Y más sonrisas se vieron cuando, mientras hablaban los gentiles Carlos Matheu y Walter Acevedo, otra persona hacía gestos con la mano de que se tenían que retirar y el chofer del ómnibus tocaba bocina. Una pena.

Pero vale volver a las palabras de Gallego: “Mi mérito fue haber acertado con mis cambios y haber podido aprovechar el hombre de más que tuvimos en los últimos minutos”, dijo el director técnico, con referencia a la expulsión de Alejandro Gómez.

“Se nos facilitó un poco más porque San Lorenzo venía de un golpe duro tras haber sido eliminado en la Copa [Sudamericana], pero no es cierto que les perdonamos la vida. Siempre quiero hacer más goles, porque cuando tu equipo está débil los demás te los quieren hacer”, sostuvo el Tolo con sus particulares formas.

“Después de meter el 1 a 0 jugamos con la desesperación de ellos y terminamos goleando y haciendo jugadas muy lindas”, agregó Gallego, para quien el regreso de Walter Acevedo fue importante, porque “aporta mucho fútbol en el medio”.

El entrenador ya tiene en la mira el choque de la semana próxima ante uno de los punteros, Banfield, en el estadio Libertadores de América: “Ese partido va a ser difícil porque impresiona cómo corren esos once, pero, con perdón de Julio César [Falcioni, entrenador del Taladro], ése es nuestro partido. Sabemos que tenemos que ganar sí o sí”.

Matheu, un capitán al que no lo desequilibran las ilusiones

Carlos Matheu manejó con firmeza la defensa de Independiente. Y fuera de la cancha utilizó con criterio las palabras, consciente de varias cosas: que el triunfo ante San Lorenzo fue muy importante, que los mantiene en carrera, pero no les garantiza nada, y que la gente se puede ilusionar, pero el equipo tiene que seguir trabajando.
“No, no, no fue un partido fácil. En el primer tiempo nos costó mucho y no tuvimos un buen arranque en el segundo. Pero ellos se cayeron y nosotros lo aprovechamos, empezamos a jugar mejor y terminamos con un muy buen rendimiento”, comentó el capitán de los Rojos.
“No sé si estamos para el título. Queríamos estar en el grupo de los que pelean y lo estamos consiguiendo. Este grupo es muy bueno, pero tenemos que mantener los pies sobre la tierra, ir partido a partido y seguir de esta manera. Este es un torneo irregular y somos varios los que vamos a pelear”.
De cara al futuro inmediato, que tiene a Banfield como próximo rival, Matheu dijo: “Nos toca otro rival directo en la lucha por el torneo, muy difícil. Llegamos bien, pero eso no te asegura nada. La gente se puede ilusionar, claro, no le podemos quitar eso, pero el equipo tiene que mantenerse tranquilo y jugar cada partido como una final”.

Fuente: La Nación

La Furia Gallego (Olé)

Independiente abrió la cancha, movió la pelota, pasó por arriba a San Lorenzo y ahora va por Banfield. Fue la tarde en la que Gallego le dio una lección a Simeone.

El pase dignifica.

No es que de pronto Independiente haya eclipsado el mercado con las contrataciones de Xavi, Iniesta, Xabi Alonso y todos esos españoles que deslumbran. Tampoco que de repente sea la sensación del campeonato. Y mucho menos que en el banco esté Guardiola o el Bigotón Del Bosque.

Independiente tuvo jugadores que entendieron el momento y actuaron en consecuencia. Jugó como se debe jugar un partido clave para seguir con esperanzas en el campeonato. Y Gallego, bien campechano con jogging y zapatillas, le dio una lección de estrategia, lectura del juego y sencillez a Simeone.

Si Mareque se pareció a aquél que surgió en River y jugó su mejor partido en Independiente hay méritos propios pero también negligencia ajena. El, Mancuello (es un enigma en sí mismo), Tuzzio, Busse, Martín Gómez y hasta el fantasma del Negro Clausen no tuvieron ni tendrán tantas facilidades por los costados. El pibe Martínez y el Kily González fallaron como todos sus compañeros, pero quedaron presos de un sistema que los obligó a jugar uno contra dos, tres o hasta cuatro. Insólito.

Para conseguirlo, Independiente buscó un traslado seguro de la pelota, con pausa, toques horizontales hasta quebrar el ritmo y cambios de frente según lo pedía la jugada. En ese contexto fue determinante Silvera: hostigado por el público local, primero se fajó con los zagueros, se tiró al piso, se llevó marcas y generó espacios (gol de Gandín). Después cerró su faena con dos asistencias a lo Riquelme. Un centrodelantero puede ser figura sin hacer goles (como el uruguayo Silva ante Vélez).

San Lorenzo dio un gigantesco paso atrás. Afuera de la Sudamericana y del Apertura, en apenas 10 días quedó menos 10. Sin el plantel de la temporada anterior, la impresión es que Simeone ya sacó lo máximo de cada uno y le dio hasta acá. En esa exigencia ampulosa, le tiene que haber quedado claro que el Kily sufre de lateral izquierdo y que Menseguez es un rayito si lo pone donde ponía a Falcao cuando en River estaba Abreu.

Además, San Lorenzo padece de un mal que ya es endémico y son las reacciones de algunos de sus jugadores. A lo que alguna vez hicieron Bottinelli y Torres y por lo que vieron tarjetas rojas, se les sumó el Papu Gómez, quien encima ayer resolvió casi todo mal y hasta ahora no rindió de acuerdo a la inversión que hicieron por él.

San Lorenzo defendió mal, no tuvo recuperación, no creó juego y llegó a los ponchazos. Así, Romeo es prisionero de las carencias colectivas y de su propia realidad. Y si encima Galeano emerge como un proyecto interesante (es rápido, intuitivo y fuerte), y Gabbarini saca lo que tiene que sacar, Independiente duerme sin frazadas.

Lo hace porque su técnico encontró un equipo y una forma de jugar. Y en este clásico acertó el plan, fue implacable con los cambios y sus jugadores le rindieron tanto que fueron la Furia Gallego.

MARTIN EULA

Tan distinto que usa la 11

EL CUQUI FUE HOSTIGADO POR LOS HINCHAS DE SAN LORENZO Y ÉL NUNCA RESPONDIÓ.

El 10 del Rojo es Silvera. Ayer metió dos asistencias y en este torneo ya tiene más pases gol que gritos propios.

BETO TISINOVICH

Era un partido especial para el Cuqui Silvera. Enfrente estaba San Lorenzo, club del que se fue por la puerta de atrás enemistado con la gente y coqueteando con el retiro. Ayer sufrió el hostigamiento de los hinchas del Ciclón, a quienes nunca les respondió. Y antes del partido fue al banco a saludar a varios de sus ex compañeros: hubo un efusivo abrazo con Aguirre y un beso casi de compromiso con Simeone…

Pero su presente es Independiente. Y su retorno no tiene el caudal de goles del Apertura 2002 (hizo 16 de los 48 de aquel campeón). Siete años después, es el jugador diferente de Gallego, Más asistidor que goleador. Los números no mienten: tiene cuatro asistencias y tres goles (les hizo a Vélez, River y Colón). Ante Racing deja pasar la pelota enviada por Busse para que Gandín meta el 1-0. Frente a Colón, se la dejó servida a Piatti en el 2-1. Y en el Nuevo Gasómetro, se apuntó con dos: dejó cara a Martín Gómez para el 2-0. Y un rato después, tras combinar con Mareque, mandó el centro al medio del área para que Núñez decore el 3-0. A los 32 años maduró y por momentos se transforma en el as de espadas para poner cara a cara a sus compañeros con pases bochinescos, salvando las distancias, con toques sutiles e impensados. No es todo. Arrastra marcas para la aparición por sorpresa de los volantes (Busse y Mancuello) y muchas veces marca los tiempos del conjunto cuando Piatti está apagado. Además, es el referente en la defensa de las pelotas paradas que caen sobre el área de Gabbarini. Bien completito.

El preasistidor

MAREQUE ENTRE DOS Y DUEÑO DE LA PELOTA, COMO TODA LA TARDE. AHORA ES INDISCUTIDO: JUGÓ 13 DE LOS 14 PARTIDOS.

Lucas Mareque inició las jugadas de los tres goles y fue clave. Y pensar que había sido colgado por el DT.

Hace menos de cuatro meses, Lucas Mareque miraba lleno de bronca e impotencia cómo se iba el micro hacia la pretemporada en Necochea. Nacía un nuevo Independiente y él no era parte del proyecto. Separado por Américo Gallego y expuesto como uno de los responsables de la desastrosa campaña del Rojo en el Clausura, el lateral se entrenaba en Wilde y conversaba con los dirigentes para encontrar una rápida salida del club. Pero intervino César Luis Menotti, manager y consejero de la dirigencia, para hacerle entender al Tolo que valía la pena darle una chance al ex River y, además, en el mercado no había marcadores de punta que pudieran ponerse esta camiseta. Después de algunas conversaciones y acercamientos, Mareque finalmente viajó a la Costa, siendo oficialmente el primer indultado por Gallego. Y el técnico no se arrepentiría de haber dado marcha atrás…

Gran acierto de Menotti, hoy Mareque es una pieza fundamental en el equipo del Tolo. Tanto que jugó 13 partidos, todos de titular, y sólo faltó ante Gimnasia La Plata por una suspensión. Aunque su promedio Olé (5,23) no alcanza para discutirle la supremacía a Emiliano Papa (Vélez) ni para proponerlo a la Selección (cualquier zurdo que juegue por izquierda resulta apetecible), sí es suficiente para los hinchas del Rojo, que lo miman cada día un poco más. Y ayer llegó la consagración, participando en los tres goles de manera indirecta pero fundamental. Fue el responsable de la puntada previa a la asistencia en todos los festejos del Rojo. El que inició esas jugadas. En el 1-0, gran corrida y apertura para Mancuello. En el segundo, toque entre dos rivales para limpiar el terreno y dársela en ventaja a Silvera. Y en el último, otra subida a lo Roberto Carlos que se ensució y terminó con una pared con el Cuqui. El gran preasistidor.

El Tolo, obvio, ya no duda y el de Mareque es uno de los primeros apellidos que escribe en su formación titular. Mérito de Lucas, quien le cambió el gusto al entrenador y le sacó todo el jugo a la nueva oportunidad. Antes de ser exiliado a las canchas de Wilde, Mareque y el Tolo tuvieron su historia de desencuentro. Fue en el histórico 1-5 frente a Lanús, goleada que encrespó al DT al extremo de prometer que iban a rodar cabezas. Y la de Mareque fue la única que pasó por la guillotina. Después de ese partido, freezer perpetuo hasta el final del torneo. Mientras fue uno de los colgados, Mareque no habló ni se quejó del maltrato de Gallego. Aunque se sintiera dolido, el lateral se aguantó las ganas de prender el ventilador. Otro punto a favor que permitió su reconciliación futbolística y personal con el Tolo.

MARIA LAURA BALONGA

Más solo que un perro

Mareque

En julio, Lucas fue separado del plantel y lo mandaron a Wilde mientras el resto iba a Necochea. Gracias a Menotti recibió el indulto.

Garantía de confianza

GABBA ESTÁ EN EL AIRE: SUMÓ SU SEGUNDA VALLA INVICTA.

Gabbarini respondió como arquero de un candidato: poco trabajo y máximo rendimiento. Se ganó el derecho a terminar el torneo aunque vuelva Hilario.

Le tocó escalar hasta la cima cuando nadie lo esperaba. Ubicado como tercer arquero del plantel, Adrián Gabbarini esperaba a la sombra de Hilario Navarro y Fabián Assmann. Las chances de arañar algunos minutos en Primera eran lejanas, al menos en este torneo. Pero Assmann se fue a Las Palmas (España) y Gabba subió un peldaño. Ya iba a estar en el banco, algo más cerca de su debut. Y ahí, el destino le hizo una mueca a Navarro y le sonrió a él. Fue en el partido contra Estudiantes, en la 4ª fecha. El correntino se lesionó feo (doble contusión en pubis y un testículo) y Gabbarini tuvo su bautismo. De fuego, claro, porque sobre la hora el Pincha lo estrenó y el Rojo perdió 1-2.

Sin embargo, este mendocino de 24 años fue afirmándose. En 11 partidos le convirtieron 12 goles y, con la de ayer, sumó su segunda valla invicta al hilo. Se ganó el derecho a terminar el torneo en el arco, más allá de que Hilario Navarro (ahora con un esguince de rodilla) pueda estar listo para las últimas dos fechas. Ayer, Gabba cumplió con el requisito de un arquero de equipo que pretende ser candidato: poco trabajo y buenas respuestas. Máxima eficacia. Sacó un tiro a quemarropa de Reynoso en el primer tiempo y otro al Papu Gómez que se metía en el primer palo. La manchita fue el rebote que dio tras un cabezazo fácil de Civelli. Después, en el resto, fue garantía de confianza.


Uno x uno San Lorenzo

PABLO CAVALLERO | pcavallero@ole.com.ar

22-P. Milgiore (4): Tapó sólo un remate de Mancuello. Después, fueron todas adentro.

16-D. Martínez (3): No respondió a las expectativas y se lo extrañó a Pintos. Desorientado, pegó de más.

2-R. Civelli (3,5): Un cabezazo en ataque fue lo bueno. En defensa, no paró a nadie.

6-J. Bottinelli (3): Espectador de lujo en el primer gol. Lo miró a Gandín, lo midió pero no lo marcó.

5-C. González (3): Mal como lateral y mal como volante. Trasladó mucho y perdió varias pelotas.

23-S. Reynoso (4): No logró mantener un equilibrio, no agarró la pelota y los rivales lo pasaron de largo.

17-J.M. Torres (3): Por momentos fue el conductor del equipo. Y lo suyo no es justamente eso.

7-J. Menseguez (4): Apenas se lo vio en una pelota que recuperó en defensa. En ataque…

19-A. Gómez (2): Pésimo futbolísticamente. Todas las decisiones que tomó fueron erróneos. Peor en los gestos a la gente.

14-F. Bordagaray (3): Un par de corridas por las bandas y poco más. Un vértigo que no sirvió.

9-B. Romeo (3): Flojo y desconcentrado. En el gol anulado a Reynoso no se avivó de que estaba un metro adelantado.

28-G. Bazán (4): Entró para subir por la banda y cada vez que lo hizo no se la pasaron.

31-G. Rovira (5): El único con una actuación medianamente digna. Complicó con un centro.

33-S. González (4): Participó poco y nada.

Prom. Olé 3,5

Faltas 7

Córners 3

Offsides 4

Tarjetas 1


Uno x uno Independiente

MARIA LAURA BALONGA | mbalonga@ole.com.ar

12-A. Gabbarini (7): Sólo un error, cuando dejó corto un rebote que luego Romeo no aprovechó (además, le habían cobrado offside). En el resto, muy seguro.

6-E Tuzzio (6,5): Tras un arranque con dudas, se asentó en defensa y fue con criterio al ataque.

25-C. Matheu (6,5): Sólido como cuevero, sin salir a cortar. Ganó bastante, sobre todo de abajo.

27-L. Galeano (7,5): Impasable de arriba, también se lo vio firme cuando se adelantó para cortar.

3-L. Mareque (9): Clausuró su banda y participó de los tres goles. Sigue recomponiendo su imagen.

5-W. Acevedo (5): Se le notó la falta de ritmo.

7-W. Busse (7,5): Incisivo, aprovechó las flaquezas del Kily González con juego y buenos centros.

22-I. Piatti (5): Abusó de la gambeta cuando el partido imponía el toque.

19-D. Gandín (6): Lúcido para aprovechar la siesta de la defensa rival en el 1-0. En el juego a veces se entregó a la marca.

28-F. Mancuello (6): Asistió a Gandín y fue opción de apertura del juego. Pudo tener su gol, pero en una durmió y en otra lo tapó Migliore.

11- A Silvera (9): El conductor, figura sin hacer goles: dos asistencias.

20-M. Gómez (7,5): Se lo vio mucho como un 4 bis. Pero su velocidad fue letal: 2-0 y partido terminado.

29-S. Vittor (7): Bien parado como 5 tapón, incluso estuvo mejor que Acevedo.

9-L. Núñez (6): Lo liquidó. Juega poco y cumple.

Promedio: 6,8

Foules: 11

Córner: 1

Offside: 0

Tarjetas: 2


“Es difícil ser campeón invicto en la Argentina”

“EL BARBA ME AYUDÓ, PERO TODOS LOS GOLES FUERON LINDOS”, CELEBRÓ EL TOLO LA GOLEADA.

Gallego, que ya dio una vuelta sin derrotas, confía en bajar a Banfield para seguir en la pelea y, de paso, mancharle la campaña a Falcioni. “Hay que ganarle sí o sí”.

La remera negra parecía un talle más grande de lo inflado que tenía el pecho. Y si le hubiera salido la jugada del córner como la hacía su Toluca (dice que así metieron cuatro goles), hubiese sido el clon del Increíble Hulk pero en la versión feliz. Y sí, Gallego no entraba en su ropa de la alegría que tenía por el 3-0 a San Lorenzo, y se mostró agradecido. ¿A quién? Y, él había avisado después de vencer a Gimnasia sin merecerlo que “el de arriba” había colaborado y la dejaba picando: “Y miren que cuando da una mano…”. Y ayer no se olvidó: “El Barba me ayudó, pero los goles fueron muy lindos”.

En ningún momento Gallego dejó pasar que el equipo jugó muy bien y que la concepción de las jugadas le gustaron mucho, sobre todo por la importancia que tenía este partido para Independiente, ya que consiguió seguir prendido en el torneo y sumar para la Libertadores 2010. “Jugamos con la desesperación de ellos después del 1 a 0. Ya habíamos avisado por las puntas, por eso me enojé con Busse cuando no jugaba por afuera. Lo que pasa es que volvió Acevedo, que nos da mucho fútbol por el medio y me alimenta a los enganches. Y estoy contento porque me salió el 4-1-4-1″, relató.

Y hasta reconoció que en ningún momento pidió que sacaran el pie del acelerador: “Siempre quiero más goles, porque cuando uno está mal le quieren hacer muchos… Pero me voy conforme con haberlo superado en la cancha”.

También se tomó un rato para revivir los gratos recuerdos que tiene en el Nuevo Gasómetro. En el 2002, lo venció también 3-0 y dio la vuelta. “Ese día salimos campeones, ja. Ahora faltan cinco fechas. Era un partido bisagra para los dos y el que perdía quedaba mal. Y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, como cuando vine con el Toluca y lo dejamos también afuera (NdeR: Sudamericana 06). Fuimos un justo ganador”, admitió y reveló: “Nuestra idea era atacar y ellos venían de un golpe duro, como es perder en la Copa. Y se nos facilitó un poco más… Valoro mucho este triunfo”.

-¿Y se viene Banfield?

-Y, va a ser chica la cancha. Es un rival durísimo, lo estuve viendo y los 11 corren de una manera impresionante. Para mi beneficio, hay que ganarle sí o sí porque es difícil salir campeón invicto en la Argentina. Y yo lo tengo, eh. Lo tengo con River, ja.

-¿Querés bajar a Banfield porque va invicto?

-Sí, olvidate… Y que me perdone Julio (Falcioni).

-¿Es el partido?

-Y, Newell´s la tiene difícil en el clásico. Ahora hay que disfrutar esto, pero hay que ganar si queremos aspirar a algo, y sumar todos los puntos para la Copa.

MARIA LAURA BALONGA

Poniendo las cosas en el lugar que corresponde

BETO TISINOVICH

Excelente. Sí, así fue la actuación del Rojo frente al CASLA. Antes, durante y después. Gallego preparó el partido por la bandas y no se equivocó. Lo ganó por afuera y por afano. Puso a Tuzzio, quien fue el complemento ideal de Busse, primero, y luego de Martín Gómez. Por el otro lado, Mareque (Diego, es argentino) y Mancuello fueron dos tractores que pasaron por arriba a cualquiera que tuviera la casaca azulgrana. Después, el gran Cuqui Silvera asistiendo y matándose por el equipo, más Gandín con su cuota goleadora de visitante (lleva seis en esa condición). Todo esto tuvo su respaldo en Gabbarini (clave en el 0-0 y el 1-0) y en la cada vez más firme dupla central, en especial Galeano, ya consolidado. Los cambios tras la salida de Piatti y Acevedo (se lo notó lento e impreciso) hicieron que mejore el rendimiento y se defina el partido. Vittor se hizo cargo de todas las recuperaciones de mitad de cancha y cuando pudo la pasó con criterio. Y el Pelado se sacó las ganas de hacer un gol. Hasta Núñez entró en sintonía y se sacó la mufa por no marcar. En síntesis, se vapuleó a un rival en su propia cancha jugando a muy alto nivel, y con los simpatizantes locales yéndose cuando todavía faltaban diez minutos. Así estamos poniendo las cosas en el lugar que corresponde. No por nada estamos sacando la cara por los grandes en este Apertura. Y si bien el campeonato está lejos por los puntos que se perdieron ante Chaca, Central y Arsenal, a falta de cinco fechas estamos en carrera como hacía tiempo no ocurría. Pero lo bueno es que no sólo en lo matemático se basa la esperanza, lo que más reconforta es que hay material para aspirar en un futuro a lograr cosas importantes. Se aplaude que ya hay una idea para que en el 2010 el Tolo siga a cargo de un plantel que demostró que tiene hambre y que giró 180 grados con respecto al primer semestre de este año, en el que cualquiera nos vapuleaba. Estamos en un momento crucial para volver a ser protagonistas como lo indica la historia, ésa a la que todos le tienen envidia porque jamás podrán igualarla. Vamos…

Fuente: Olé

Pintarse la cancha color esperanza
(Página 12)

INDEPENDIENTE LE METIO TRES A SAN LORENZO Y SUEñA CON PRENDERSE
El equipo que dirige el Tolo Gallego sumó 26 puntos y quedó a seis de Banfield –su rival de la semana que viene– y Newell’s, y a dos de Colón. ¿Le alcanza con el fútbol que ha mostrado para ilusionarse seriamente con el título del Apertura?

Por Juan José Panno

Independiente puede ufanarse de que es el mejor de los grandes en este campeonato. Con sus 26 puntos quedó por arriba de su rival de ayer, de Boca y ni hablar de los hundidos Racing y River. Está a 6 puntos de los punteros, Newell’s y Banfield, cuando faltan disputarse 15 unidades y sus seguidores empezaron a ilusionarse con el título. Una derrota (o un empate) en el encuentro de ayer lo habría marginado definitivamente de la pelea de arriba, y eso es lo que le pasó a San Lorenzo. Por el contrario, el triunfo colocó a Independiente en el umbral del sueño grande.

Uno de los argumentos que utilizan sus hinchas para hablar de posibilidades concretas es que el sábado próximo recibirán en su estadio a uno de los punteros, Banfield, por lo que podrían descontar directamente tres puntos. También piensan que los otros rivales son bastante accesibles por el poco peso que han tenido en el torneo. Jugarán contra Huracán, otra vez de locales, con Boca en la Bombonera, con Argentinos Juniors de locales y contra Lanús.

El fixture parece un poco más exigente para Newell’s (Central y Colón en las próximas dos fechas y después Arsenal, Gimnasia y San Lorenzo) y no tanto para Banfield (Independiente, Racing, Huracán, Tigre y Boca) y Colón (Lanús, Newell’s, Atlético Tucumán, Godoy Cruz y Estudiantes).

No son demasiados puntos en juego y hay tres equipos por arriba, pero las reales posibilidades del cuadro que dirige el Tolo Gallego hay que medirlas con el propio juego, que ha mostrado muchas irregularidades.

En algunos partidos, Independiente desplegó un fútbol veloz, preciso y contundente; en otros mostró desorientación y falta de ideas para generar situaciones de peligro y una fragilidad defensiva que desilusionaría a cualquiera. Más aún: ha alternado esas dos facetas en el transcurso de un solo encuentro.

Ayer, ante San Lorenzo, jugó mucho mejor en el primer tiempo, se replegó después cediéndole la iniciativa a su adversario y especuló demasiado, aunque tuvo la fortuna de que le saliera redondito un contraataque y asunto liquidado. Luego llegó el tercer gol y terminó toqueteando la pelota con autoridad y cierta displicencia, aprovechándose de las ruinas del conjunto que estaba enfrente.

Muy atrás parece haber quedado el tiempo en que el Tolo Gallego prendía el ventilador para salpicar con sus críticas a los jugadores. Hoy está en camino de conformar un equipo y mientras tanto encuentra variantes en el banco, como le ocurrió ayer.

En este campeonato va a tener que saltar demasiados obstáculos y apostar a la caída de los demás, pero por ahora la ilusión no se la quita nadie.

Puntajes

Estadio: San Lorenzo.

Arbitro: Javier Collado.

Goles: 36m, Gandín (I); 75m, Gómez (I); 78m,. Núñez (I).

Cambios: 48m, Bazán (5 ) por Reynoso (SL); 50m, Gómez (6 ) por Piatti (I); 53m, Rovira (5 ) por Bordagaray (SL); 58m, Vittor (5) por Acevedo (I); 60m, S.González (5 ) por Menseguez (SL); 65m, Núñez por Gandín (I).

Incidencias: 81m, expulsado Gómez (SL).

Claves

- Independiente ocupó mejor los espacios con una gran movilidad de sus jugadores y por lo tanto menejó la pelota en todos los sectores de la cancha. Por eso mostró una notable superioridad en el primer tiempo.

- San Lorenzo lamentó las ausencias y las flojas actuaciones de sus figuras más destacadas. Durante un rato, en el segundo período, inquietó a Gabbarini con más empuje que fútbol, pero se derrumbó con el segundo gol y fue testigo impotente del toqueteo rival.

- La figura de la cancha fue Lucas Mareque, quien fue protagonista en los tres goles y dio una lección de cómo se debe pasar al ataque con decisión.

Gallego piensa en Banfield

Américo Gallego señaló que el encuentro ante Banfield de la próxima fecha será “el partido”, ya que una victoria le permitiría descontarle tres unidades a uno de los líderes. “Que me perdone Julio (Falcioni) pero ese es ‘el partido’, es nuestro partido. Aunque más allá de Banfield, la meta es ganar lo que queda para seguir con chances”, remarcó el entrenador, que consideró que la victoria lo dejó “muy contento”. “Mi mérito fue haber acertado con mis cambios y haber podido aprovechar el hombre de más que tuvimos en los últimos minutos”, completó.

EL EQUIPO DE AVELLANEDA SE APROVECHO DE LAS VENTAJAS QUE LE DIO SU RIVAL
San Lorenzo fue una sombra que iluminó a los rojos

Abrazo de gol entre Andrés Silvera y Diego Simeone.

Por Juan José Panno

San Lorenzo, que quedó anímicamente machucado con la eliminación en la Copa Sudamericana, también se despidió de la remota posibilidad de engancharse en la definición del campeonato. Le queda la chance de discutir un lugar en la Copa Libertadores de América, pero si repite actuaciones como la ayer ni siquiera va a poder sumar algunos puntitos en lo que queda del torneo.

El equipo del Cholo Simeone extrañó a los ausentes (Romagnoli, Rivero, el paraguayo Torres y el uruguayo Pintos) y no pudo contar con los presentes (Romeo no pesó, Papu Gómez fue sólo insinuaciones y Juan Manuel Torres perdió demasiadas pelotas fáciles en el medio). Frente a este rival, Independiente produjo una de sus mejores actuaciones en el torneo, comparable con el segundo tiempo contra Vélez y el primero contra Racing.

Mostró seguridad en su arquero, consistencia defensiva y variantes ofensivas, además de contar con el mejor jugador de la cancha, Lucas Mareque, protagonista central en los tres goles de su equipo.

En el primer período, sobre todo, Independiente se paró ganador, mostró vocación ofensiva, ocupó mejor los espacios y dispuso de varias situaciones de gol. Jugó con un solo delantero neto, Silvera, pero todos sus volantes participaron en las jugadas que pusieron en alerta permanente al arquero Migliore.

El primer gol lo marcó Gandín después de un excelente arranque de Mareque, que continuó Mancuello con un buen centro y cerró el Chipi con un toque sutil. Antes, el equipo local había dejado constancia de su sed goleadora con un par de cabezazos (Silvera y Gandín) y un buen remate a 30 metros (Mancuello). La distancia entre los dos equipos había sido más amplia que lo que indicaba el resultado, pero recién se cristalizó en la red en el segundo tiempo. Después de las embestidas de San Lorenzo con ataques tan persistentes como desordenados, llegó la contra que le permitió a Martín Gómez marcar el segundo gol y ponerle freno a cualquier resistencia. El moñito lo puso Núñez en una jugada que encadenaron Mareque y Silvera, para delirio de los hinchas que no se preocuparon por analizar la fragilidad del rival y sólo piensan en el partido del sábado próximo contra Banfield.

Fuente: Página 12

Rojo de goles (Clarín)

Independiente celebró en el Nuevo Gasómetro y se prendió en la lucha por el título. A 6 puntos de la cima, ahora recibirá a Banfield.

Si hay un ítem para elogiar a este Independiente conducido por Américo Rubén Gallego es el poder de gol que posee. Sin duda. En cualquier circunstancia va y va. Es cierto: atrás a veces se descuida un poco o no muestra la solidez que, por ejemplo, hoy tiene como aliado el Banfield de Julio César Falcioni, pero va. De local, de visitante o en donde sea. Ese poder es, a esta altura, el que sostiene una ilusión: el título. Y se aferra a un premio que puede sonar a premio consuelo: entrar a la Copa Libertadores 2010, después de media docena de años.

Era, para estos dos equipos, el partido bisagra. Porque después de algunos resultados adversos que habían acumulado, tanto San Lorenzo como Independiente ya no tienen margen para más errores. Independiente lo tomó así este clásico con San Lorenzo, como una final. Y la ganó porque los de arriba no fallaron…

Independiente (junto a Estudiantes) tiene 24 goles, uno menos que Colón, y ahora es el segundo equipo más goleador del torneo. Una particularidad: esa cifra fue conseguida por diez intérpretes diferentes. Trece de los atacantes, siete de los mediocampistas y cuatro llegaron desde el fondo.

Esta vez, como lo fue en algunos partidos de este Apertura, “el goleador”, Andrés Silvera, no se vistió de goleador sino de abastecedor. El Cuqui, que jugó un partido especial contra su ex equipo (se escucharon más los elogios que bajaron de la popular visitante que los silbidos de los locales), le dijo tomá y hacelo a Martín Gómez (el segundo; el primero del mendocino en Primera); y en el tercero, cuando San Lorenzo era todo desorden y desesperación, levantó la cabeza y sacó un centro milimétrico para la entrada de otro delantero que ayer se reencontró con la red: Leonel Núñez, quien había marcado su primer y último gol en el Apertura en la segunda fecha contra Atlético, allá en el norte del país.

Además, ayer en el Nuevo Gasómetro, Independiente recuperó a Darío Gandín: el Chipi hizo el primero (lleva siete) y rompió una sequía de cuatro partidos sin convertir. El último grito fue en otro clásico, ante River en Núñez, por la octava fecha.

Pudieron ser más, mucho más que tres. Pero Independiente, pese al discurso de Gallego, le perdonó la vida a San Lorenzo. “Yo siempre quiero más goles, porque cuando uno está mal, le quieren hacer muchos goles…”, comentó el DT del equipo de Avellaneda que ya anda hablando con el presidente Julio Comparada para continuar.

Pero, ¿en qué punto está este Independiente? ¿Le da para pelearle mano a mano a Banfield, Newell’s o Colón? ¿Tiene chances ciertas o es más una ilusión que otra cosa? Si consigue ser regular y equilibrado, algo por demás complicado, está para la gran pelea. Al menos eso le servirá para mantenerse con expectativas hasta el final. En el arco encontró la seguridad de Adrián Gabbarini. Atrás, a la experiencia de Eduardo Tuzzio y Carlos Matheu se le suma la solvencia de Leonel Galeano; también se destaca Lucas Mareque, quien está pasando por su mejor momento desde que llegó al club. En el medio, tiene mucho de todo: fútbol y recuperación con Ignacio Piatti y Walter Acevedo. Desbordes, centros y entrega con Walter Busse y Federico Mancuello. Y arriba gol, mucho gol…

Por: Fernando Gourovich

Gallego: “Creo que por fin acerté con los cambios”

Gallego grita

El técnico se llenó de sonrisas y aseguró que ahora sólo piensa en quitarle el invicto al Banfield de Falcioni.

Eufórico, Américo Gallego alzó sus brazos apenas terminó el clásico. Y era lógica la satisfacción del entrenador de Independiente. Había esperado este partido con mucha ansiedad porque sabía que el viernes había ganado Newell’s y el sábado, Banfield. Tan feliz estaba el Tolo que no paró de sonreír ante los periodistas que esperaban en la antesala del vestuario. Y hasta se permitió bromear. Porque el próximo rival es Banfield, nada menos. Para el técnico será un desafío: “Hay que ganarle sí o sí porque es difícil salir campeón invicto en la Argentina. Y yo tengo el récord con River”.

-¿Sólo lo querés bajar por eso?

-Sí, olvidate. Que me perdone Julio (Falcioni).

Gallego era consciente de que no podía resignar más puntos. “Si empatábamos, quedábamos los dos afuera y el que perdía quedaba mal. Por eso este era un partido bisagra”, reconoció. Y desnudó más sensaciones: “Se me pasaron muchas cosas por mi cabeza, como cuando me fue bien con Independiente acá, después vine con el Toluca y lo dejamos también afuera. Son cosas importantes y jugamos contra un gran equipo”.

El Tolo ponderó sus cambios. “Creo que por fin acerté. Mi idea era poner a los 25 del primer tiempo a Gómez para que quedara mano a mano con el Kily. Nuestra idea era atacar y ellos venían de un golpe duro, como es perder la Copa y a nosotros se nos facilitó un poco más”, reflexionó.

Después del triunfo ante Gimnasia, Gallego dijo que lo estaba empezando a ayudar Dios. “Hoy fue el barba o el trabajo de la semana. No, me ayudó porque los goles fueron lindos”, cerró.

El diablo viene marchando

CARA Y CECA. SILVERA BUSCA LA PELOTA, ANTE LA MARCA DE CIVELLI. LA ÚLTIMA LÍNEA DE SAN LORENZO DIO DEMASIADAS VENTAJAS.

Independiente aprovechó las ventajas que dio San Lorenzo. Y en el mejor momento del local, estiró su ventaja y liquidó el partido. Silvera no convirtió goles, pero fue la figura de la cancha.

Por: Daniel Avellaneda

Son los diablos esos que vienen marchando, justo en la casa de todos los santos. Y aunque parezca una ironía, la pelota no les quema en sus pies. Avanza Mareque, filoso como un tridente. Corta en su lateral y cede para Silvera. Y el goleador, más allá ser un demonio frente a sus rivales, dibuja un pase angelical. Y mete la cola Martín Gómez. Y hace un infierno del arco de Migliore. Y todos gritan en la tribuna visitante, rojos de placer. Es el segundo impacto de Independiente en el Nuevo Gasómetro. Es el instante exacto en el que queda claro que el de Avellaneda es el único grande que permanece vivo en la pelea por el título. San Lorenzo ya no tiene a quien rezarle.

Hay que rebobinar el casete y comenzar por ese 2 a 0, aquella definición de un peladito que está lejos de ser Bochini pero tiene clase en su pie derecho. Porque a partir de ese momento se hizo abismal la diferencia entre unos y otros. En el primer tiempo, había justificado la ventaja en el resultado Independiente. Pero hasta el gol de Gómez, San Lorenzo había tenido posibilidades de igualar el partido. Incluso, jugando muy mal.Entonces, Mareque se animó a lanzarse al ataque una vez más, como si hubiera nacido en alguna playa de Brasil y no en Morón. Y Silvera a cambiar su traje de hombre gol por el de asistidor. Y hasta Núñez, que había entrado un rato antes, se destapó con un grito. Y surgieron los cambios de frente, como si Busse por un lado y Mancuello por el otro estuvieran en la quinta, jugando con los amigos. Y se pusieron rojas las gargantas de la popular al ritmo del “ole, ole”.

Fue el prólogo de un clásico que Gallego había empezado a ganar desde el planteo táctico. El Tolo armó una línea de cuatro, con Acevedo casi metido entre los centrales, le dio libre albedrío a Piatti para manejar la pelota y soltó a los volantes externos, a quienes se sumó Mareque, de pura vocación ofensiva. Con el chico Martínez de lateral derecho, el Kily González improvisado por el sector izquierdo y sin dos carrileros que supieran cerrar la puerta para que los mediocampistas rivales no pudieran jugar, San Lorenzo quedó descompensado. Y Reynoso, que se desdobló para proteger a los zagueros centrales y tapar a Piatti, estuvo desorientado. Y si los jugadores rojos demoraron casi cuarenta minutos en fabricar el primer gol -gran combinación de Mareque y Mancuello, mejor definición de Gandín-, se debió a que hasta ese momento no habían estado finos en el área de Migliore.

Sin Rivero, faltó despligue. Sin Romagnoli, no hubo generación de juego. Y aunque Papu Gómez intentó desequilibrar a espaldas de Tuzzio, perdió en continuado. Menseguez estuvo livianito, Bordagaray sólo multiplicó barullo y Romeo se pareció al protagonista de Lost, solitario en su propia isla. No funcionó el 4-2-3-1, más allá de que en una serie de guapeadas, especialmente en el segundo tiempo, Adrián Gabbarini mostró su repertorio de reflejos y el juvenil Galeano, la categoría de un veterano. Fue astuto Independiente, aunque podría haber pagado un costo muy alto por jugar tan cerca de su arquero en el arranque del complemento. No fue así. Por eso se ilusionan sus hinchas. Y llega Banfield a este infierno encantador.

Las razones de Collado

A los 27 minutos del primer tiempo se dio una jugada muy particular. El equipo de Américo Gallego quiso hacer muy rápido un córner pero el árbitro Javier Collado detuvo el juego y lo hizo volver a patear. La jugada fue así: Federico Mancuello movió la pelota haciéndose el distraído; llegó Darío Gandín para continuar con la avivada… El juez paró el juego y ahí se multiplicaron las confusiones. Luego del partido, en el vestuario, Collado le dijo a Clarín: ” Yo advertí que Mancuello sacó rápido y que Gandín llegó a la posición del córner corriendo… Ellos hicieron todo eso pero faltó un pequeño detalle: que yo diera la orden. Si el árbitro no da la orden no se puede reanudar el juego”. También Collado se refirió a la expulsión de Alejandro Gómez: “Se había ganado la tarjeta amarilla por simular dentro del área. Pero cuando se la iba a sacar, se excedió verbalmente. Por eso le saqué la roja”.

Silvera, esa figura que jugó un partido aparte

Fue insultado por el público local.

No era un partido más para Andrés Silvera. El delantero de Independiente, de reciente pasado en Boedo, se presentaba ante San Lorenzo por primera vez tras su polémica salida.

Apenas llegó al estadio, se dirigió al vestuario local para saludar a sus anteriores compañeros. Hubo besos y abrazos varios que se repitieron en el habitual saludo inicial dentro del campo de juego.

Pero no todo era buena onda en el andar de Silvera por el Nuevo Gasómetro. Con los hinchas, la relación quedó muy dañada y fue muy insultado por la gente de San Lorenzo desde que pisó el campo de juego. Ahí, antes de que empiece el partido, la popular de Independiente lo recibió con una ovación.

Silvera, que con la camiseta de San Lorenzo marcó 45 goles (37 en partidos locales y 8 en internacionales) le respondió la caricia a la gente de Independiente dentro de la cancha: cuando su equipo se defendía más de lo que atacaba, se vistió de asistidor y dejó solo a Martín Gómez, quien puso el 2-0.

Y unos minutos después, tras pase de Mareque, habilitó a Leonel Núnez para el tercero. Así, fue la figura del partido y hasta dio la sensación que no quiso convertir su gol que habría redondeado una tarde magnífica.

Sin dudas, no fue un partido más para Andrés Silvera.

La nueva era del goleador asistidor

Horacio Pagani

Una costumbre se está instalando en el fútbol argentino con excusas variadas. Son pocos los delanteros-delanteros, los reales, se dice, sin indagar sobre las razones verdaderas de la escasez. Entonces, se pueblan las posiciones de volantes con jugadores identificados como media puntas o volantes ofensivos y se destina a un solo atacante de área, o punta de lanza. Ya son varios los adherentes a este sistema de dudosa efectividad goleadora. Pero se vive la era de la precaución antes que la audacia y así hay que entender la realidad. El delantero real parece quedarse con la responsabilidad exclusiva de convertir, aun aislado y cercado por las marcas adversarias. Pero el imprevisible juego del fútbol siempre ofrece sorpresas que aumentan su atracción incomparable.

Andrés Silvera es un goleador de fina calidad, a veces indolente, a veces incumplidor con los entrenamientos, pero de gran valor cuando está encendido. Había dejado su marca en Independiente y fue campeón en 2002, dirigido por Américo Gallego. Tuvo un paso por San Lorenzo y también fue campeón, con Ramón Díaz. Pero no terminó bien en el equipo de Boedo cuando se dieron las frustraciones. Gallego pidió su recuperación para el Rojo. Hizo todo tipo de pruebas el Tolo hasta encontrar este sistema de juego de la actualidad. Y a Silvera le tocó el rol de la soledad de área, pero respaldado por tres semidelanteros o volantes de ataque, como se suele decir.

Independiente y Silvera visitaron a San Lorenzo, justamente. Más allá de los vaivenes del partido ganaban los visitantes en el primer tiempo con gol de Gandín. Según la costumbre de Gallego, Independiente, en ventaja, retrocedió en el campo para apostar a las contras. Y Silvera bajó también para colaborar. Tuvo que cambiar de rol, entonces. Y fue exacto en la nueva función. Le sirvió una cortada perfecta con largo zurdazo a Martín Gómez (un semidelantero) para que concretara, solo frente a Migliore, el segundo gol. Y fue él quien -tras una pared con Mareque- llegó al fondo para cruzarle el pase paralelo a Núñez, autor del tercero. De goleador a asistidor. Curiosidad futbolera.

Santiago Silva es el goleador del campeonato. Es el punta-punta del puntero Banfield. El sábado fue exquisito asistidor en los tres goles de su equipo, con tacos incluidos. En la próxima fecha se encontrarán Independiente y Banfield. Silvera y Silva. ¿Goleadores o asistidores?

Fuente: Clarín

3-0 en el Nuevo Gasómetro
Independiente sigue en carrera y San Lorenzo quedó muy lejos
El Rojo aprovechó las falencias defensivas de su rival, se impuso con goles de Gandín, Martín Gómez y Núñez, y en la próxima fecha intentará bajar a Banfield, uno de los líderes. El Ciclón terminó con diez por la expulsión de Alejandro Gómez.
Ni San Lorenzo ni Independiente podían dejar puntos en el camino. Ambos equipos, que llegaban a la 14º fecha del Apertura con 23 unidades, tenían la obligación de ganar para no quedar demasiado relegados en la lucha por el título. Ni siquiera les servía el empate. Finalmente, el que logró su objetivo fue el Rojo, que no sólo se quedó con la victoria sino que lo hizo luciéndose en los minutos finales, con un 3-0 que lo ilusiona de cara a la próxima fecha, en la que intentará bajar a Banfield, uno de los líderes del campeonato.

Ambos equipos saltaron a la cancha con el arco de enfrente entre ceja y ceja. Primero amenazó Independiente, sobre todo con centros cruzados: Silvera tuvo uno y Gandín, otro. Ambos se fueron cerca. Luego, Mancuello sorprendió en dos
oportunidades, al aparecer solo por el segundo palo. En la primera se durmió y no pudo definir; en la segunda, entre Migliore y el palo impidieron el festejo del visitante.

Entonces llegó la respuesta del Ciclón, que se mostró con más vértigo que su rival pero, al mismo tiempo
, con menos precisión. Gabbarini respondió rápido y atoró a Reynoso en una definición. Además, el arquero se quedó con un cabezazo de Menseguez. Y en el ida y vuelta el que pudo golpear fue Independiente: Mancuello desbordó por su banda, mandó un centro rasante y Gandín, con la cara externa de su pie derecho, dejó sin chances a Migliore.

Simeone, fiel a su estilo, no tardó en hacer los cambios. Apenas empezado el complemento hizo ingresar a Bazán y Rovira por Reynoso y Bordagaray. Además, adelantó unos metros al Kily González. El Cholo volvió a jugársela, pero esta vez no le salió bien, porque el Rojo se defendió con la pelota en los pies y aguantó la arremetida de San Lorenzo para golpear en los momentos justos.

Cuando iba media hora de juego
, Martín Gómez, recién ingresado, quedó mano a mano con Migliore y no perdonó. Inmediatamente llegó el 3-0: tras un grosero error en la salida de San Lorenzo, Mareque recuperó el balón y lo abrió para Silvera, quien se la dejó servida a Núñez abajo del arco. Fueron tres minutos fatales para las aspiraciones del Ciclón y tres minutos de locura para la gente del Rojo, que empezó a corear el “oooole” cada vez que sus jugadores mostraban la pelota al rival.

Para colmo, San Lorenzo sufrió la expulsión de Alejandro Gómez, quien se zambulló en el área intentando engañar a Collado. ¿Era para roja? ¿El
jugador lo insultó desde el piso? La cuestión es que la hinchada local estalló y comenzó a insultar duramente al jugador. Incluso volaron algunos escupitajos. La paciencia se había acabado para los azulgranas. En la otra tribuna, en cambio, el delirio se había desatado.

Fuente : TyC Sports