INFO C.A.I. _ 24-02-2013

miércoles, 30 de septiembre de 2009



“En la cancha se vio quién merecía ganar”
(Diario Popular)
Galeano, figura ante Racing, tira: “Si no le ganamos a Tigre, será como haber empatado”

Leonel Galeano es la sorpresa en Independiente. El pibe saltó de la Quinta a la Primera y desde entonces no para de afianzarse partido a partido a tal punto de haber sido uno de los puntos altos en el clásico con Racing. El defensor seguirá en la alineación titular y pese a todo mantiene los pies sobre la tierra “si no le ganamos a Tigre será como haber empatado con Racing”.

-En la semana previa al clásico estaba claro que no había que hablar sino que se debía esperar a jugar el partido y después ver qué pasaba y por suerte pudieron festejar…
-Eso era lo que teníamos pensado nosotros, que el partido se iba a ganar dentro de la cancha y no por lo que se decía antes del partido ya que lo querían calentar. Pero bueno, por suerte en la cancha se vio quien merecía ganar.
-Lo bueno es que el que te ve desde afuera piensa que tenés cien partidos en la Primera del Rojo y apenas sumas seis…
-Es que una ve que estás adentro ya lo vivís como cualquier otro partido pero siempre con las ganas de ganar todas las pelotas divididas, de saber que delante está el clásico rival, que la gente quiere que logremos un buen resultado y son todas cosas que influyen mucho para poder sacar fuerzas de todos lados y hacer las cosas de la mejor manera posible.
-Fue tu primer clásico ¿Qué cosas fueron las que te sorprendieron?
-La verdad que lo de la gente fue increíble. El aliento es impresionante, tanto en la previa como en el estadio es algo increíble, no tengo palabras para describirlo. Estar ahí es lo mejor que te puede pasar y más aún si se gana porque te queda la tranquilidad que respondiste a lo que la gente quiere.
-Ni bien comenzó el encuentro consiguieron un gol ¿Eso sirvió para tranquilizar a la defensa?
-Sí, eso nos sirvió muchísimo para estar calmos el resto del partido porque comenzar ganando un clásico es fundamental porque te da seguridad y mayor confianza. Aparte estaba todo dado como para meter otro gol y la predisposición cambia.

Ni el Bayern, ni el Barsa

-¿De adentro les daba la sensación de que los podían golear?
-Sí, tal cual. Después del dos a cero pensé que teníamos muchas chances de meter el tercero en cualquier momento pero nos faltó terminar bien la última jugada. Creo que tuvimos muchas situaciones de contra donde los superábamos en número que lamentablemente no pudimos aprovechar.
-En el plantel hay varios chicos que tuvieron que pasar por diversos estados de ánimo durante el encuentro y lo sobrellevaron muy bien. Porque de estarlo ganando fácil pasaron a tener que estar concentrados y presionados porque se venía Racing.
-Fue así porque con el dos a cero estábamos tranquilos y en el segundo tiempo al descontarnos rápido se complicó. Para ellos fue importante porque les dio vida pero por suerte pudimos aguantar bien y además buscar liquidarlo porque contamos con un par de situaciones que nos hubieran evitado sufrir tanto.
-¿Son el Bayern Munich, son el Barcelona o quién?
-Somos Independiente y por suerte estamos jugando bastante bien. En estos últimos partidos se vio lo que pretende el técnico y hay que seguir así ya que vamos por el buen camino.
-Ahora ya están con la mente puesta en Tigre donde no hay que relajarse…
-Claro, esto ya pasó y tuvimos nuestro momento de alegría. Ganamos el clásico pero hay que pensar en Tigre que si se pierde o se empata será como haber empatado el clásico. Hay que pensar, estar tranquilos y ganar el partido.


El Tolo, sin polémica

Parece que el clásico de Avellaneda no terminó ya que pese al triunfo por 2 a 1 en la cancha las declaraciones de Ricardo Caruso Lombardi vertidas el lunes pasado en Fox Sports intentaron continuar con el enfrentamiento ante Américo Gallego. De todos modos el Tolo, quien escuchó lo que el técnico de Racing tenía para decir de su persona, no quiso avivar las llamas y prefirió guardar silencio.
Por tal motivo el entrenador de Independiente que tenía pensado hablar con los medios hoy mismo decidió ayer suspender la misma a fin de cortar de raíz con este ida y vuelta. Así será que el Tolo recién hablará con la prensa una vez que culmine el encuentro ante Tigre.


El Cuqui Silvera está en duda

Tiene una distensión y ayer trabajó en forma diferenciada

El Rojo continuó ayer con los entrenamientos y la novedad fue que Andrés Silvera, quien no pudo ir a la Selección por una lesión, debió realizar un entrenamiento diferenciado y estará en duda hasta último momento ya que sufre una distensión en el glúteo derecho.
No solo se perdió el llamado a la Selección Nacional sino que Andrés Silvera puede perderse el choque ante Tigre del próximo viernes. El Cuqui sufrió una distensión en el glúteo derecho y estará entre algodones hasta último momento. Si bien el jugador quiere ser de la partida habrá que ver si el cuerpo médico le da el OK para jugar o prefiere no arriesgarlo.
Por su parte Eduardo Tuzzio, con una distensión en el recto derecho, tampoco jugará ante el Matador por lo que la zaga no sufrirá variantes. Por último Walter Busse se realizó una ecografía la cual no reveló lesión alguna. El plantel volverá a entrenarse hoy por la mañana en Villa Domínico donde sostendrá la práctica de fútbol a puertas cerradas.

Perdio la reserva

Independiente no pudo continuar con los festejos en Reserva ya que en la visita a Racing cayó por 3 a 0 y dejó el invicto que ostentaba. El equipo dirigido por Cayetano Rodríguez mantuvo la línea de juego de partidos anteriores pero no fue efectivo en el área rival y recibió todos los goles en el complemento. Los goles de la Academia fueron anotados -todos en el segundo tiempo- por Viola, Rosano y Fariña.

Fuente: Diario Popular

martes, 29 de septiembre de 2009

Darío Gandín: “Es mi tiempo de revancha” (Clarín)
LA FIGURA DEL CLASICO DE AVELLANEDA

Reconoce que antes estaba en el podio de los más insultados. Ahora oye la música de los aplausos

No tiene ningún tipo de inconvenientes Darío Gandín en decir que es su tiempo de revancha: “En el ranking de los más insultados yo estaba en el podio, bien arriba. En la temporada pasada fui un verdadero desastre y hasta era entendible el repudio de la gente. Hoy, por suerte, vivo otra realidad, muy distinta. Para mí, en lo personal, éste es mi tiempo de revancha”.
El día después del goleador del clásico de Avellaneda transcurre a pura felicidad. Se le nota al Chipi, no lo puede ni quiere ocultarlo. Disfruta de este presente, de los goles, de los elogios, de la ilusión, de los primeros mimos que le regalaron los hinchas de Independiente. “Siempre es reconfortante el reconocimiento de tus hinchas; te da un plus, te da más fuerza, te motiva más. Ahora hay que seguir metiéndola, sumando puntos para mantener este nuevo amor”.
Además de los cinco goles que llevás convertidos en lo que va del Apertura, ¿a qué le atribuís este cambio tan abrupto con la gente?
Los goles cumplen un papel fundamental. Pero la gente advierte las ganas, la voluntad… Encima el equipo anda bien, está creciendo, y eso genera expectativas.
Si eras uno de los más insultados, ¿por qué te quedaste?
Porque quería revertir la situación. Tuve un par de ofrecimientos para irme en este último receso, pero mi idea es triunfar en este club. Esa es mi meta.
¿Qué papel cumplió Américo Gallego en esa decisión?
Importantísimo. Me dijo que me quedara, que seguía confiando en mí, en mis condiciones. Tuvimos una charla y me quedó grabada una frase con su estilo: todo cambia en el fútbol. Parece que el Tolo tenía razón…
Por ahora…
Sí, por ahora. Nosotros, los jugadores que la pasamos muy mal la temporada anterior, estamos convencidos de remontar la situación. Vamos por el buen camino. Pero aún falta un largo recorrido.
Desde afuera se te ve con muchísima confianza, como en la época en que jugabas en Colón.
Sí, me estoy pareciendo bastante a aquel Gandín. Estaba afilado. La confianza, para mí, es fundamental. Entro al área y tengo la sensación de que puedo convertir.
El domingo fueron dos goles, pero debieron ser tres…
¡Sí! Hubiese sido tremendo. En la cancha, cuando Acevedo me da el pase, me di cuenta enseguida de que estaba habilitado. Jamás pasé la línea del último defensor de ellos. Pero como lo ganamos, ese error pasó inadvertido.

Este santafesino de 28 años, con pasado en Colón, Atlético Rafaela, Gimnasia de Jujuy, León de México y Argentinos, dice y repite que se armó un grupo muy lindo, que hay buena onda y que Gallego, pese a lo que muestra partido a partido desde el costado de la cancha, está mucho más tranquilo. “Hay mucho diálogo, entre los jugadores y el entrenador. Eso suma. A veces se calienta y explota, y dice cada cosa. No tiene filtro. Pero va siempre de frente y es un motivador nato”, deslizó.
Después de este aceptable arranque, ¿para qué está Independiente en este campeonato?
Tranquilo, hay que seguir así, sumando, mejorando, con los pies en la tierra. El triunfo con Racing es valioso para nosotros, pero ahora tenemos que mirar para adelante, pensar en Tigre y en mantener un buen nivel.
¿Sos de los que sostiene que los rivales son Vélez y Estudiantes?
Sí, pero no descarto a nadie. Porque acá ganás tres partidos al hilo y quedás arriba. Igual, a mí me interesa lo que haga Independiente. Si ganamos no vamos a tener que estar pendiente de los demás.

Por: Fernando Gourovich

Fuente: Clarín

“Para nosotros ya es un ídolo” (Olé)
Galeano, Mancuello y Gabbarini, jugadores e hinchas del Rojo, subieron a un pedestal al goleador Gandín.

Independiente puede no jugar del todo bien, terminar sufriendo por no liquidar a los rivales a tiempo, ser un equipo que se consolida a partir de la confianza de los resultados… ¡Pero quién le quita lo bailado! Ya habrá tiempo de trabajar en mejorar de cara al próximo partido ante Tigre. Ayer era hora de disfrute en la vereda más feliz de Avellaneda. De tapas de diarios teñidas de rojo, de rostros felices en la oficina y en la escuela, de cargadas virtuales en la web, de sensación de misión cumplida en el entrenamiento… Y de nuevas idolatrías: con sus dos goles a Racing, Darío Gandín entró en la historia del clásico. Y hasta algunos jugadores, fanáticos de nacimiento como Federico Mancuello, o hinchas por adopción como Adrián Gabbarini y Leonel Galeano, aprobaron a su compañero como el nuevo héroe del club. “Para nosotros ya es un ídolo”, avalaron, mientras alzaban al Chipi frente al fotógrafo de Olé.

“Gandín es un grande. La semana pasada Gallego le había dicho que si él quiere tiene todo para ser ídolo. Hizo lo que le pidieron. No queda otra que felicitarlo”, lo elogia el zaguero, ganador en su primer clásico oficial: “Fue algo increíble, haberlo festejado con los hinchas… No tiene explicación”. También fue el debut en un derby en la elite para el arquero, que vivió “un triunfo soñado. Tanto tiempo de vivir este tipo de partidos en la pensión, en Inferiores, y ahora jugarlo y ganarlo… Y en cuanto al Chipi, se lo merece, la peleó mucho. Ponerse esta camiseta, después de que toda la tribuna te insulte, no es fácil. Y con goles se está ganando a la gente. Está bueno que a un compañero le vaya así. Porque aparte nos sirve como plantel”, resaltó Gabba.

Uno que se está acostumbrando a festejar en Primera es Mancuello: 2-0 en el Clausura, 2-1 ahora… “Dos jugados, dos ganados, je. Me gustó mucho ver que todos lo jugamos como hinchas. En la cancha se vio que todos estaban metidos y concentrados. Fuimos muy superiores en el primer tiempo y, si acertábamos un poco más a la hora de definir, podríamos haber estado dos goles más arriba. Por suerte, lo supimos mantener”. Y también le dedica unas palabras al delantero: “A Gandín hay que agradecerle. Se lo merece como persona. Ojalá Dios quiera que las cosas le salgan igual de bien, como fue con el Tanque Denis en su momento, otro jugador resistido”.

“¿Si me siento como Denis? Ja. No, me faltaaaa. Germán hizo muchos goles, tuvo un año excelente. Ser el goleador sería un sueño. Y por suerte me está tocando convertir seguido. El semestre pasado fui de los más insultados. Y cuando la gente me aplaude al salir, me doy cuenta de que la relación con ellos va mejorando de a poco. Sé que estoy por el buen camino y que puedo rendir más, pero voy tranquilo”, se confiesa el nuevo ídolo, que ya lleva cinco gritos en el torneo. Aunque, si por él fuera, se sacaría el rótulo: “Somos un grupo, me tocó hacer los goles a mí, pero creo que el equipo jugó muy bien, hubo situaciones por todos lados. Aunque tal vez tengan que hacer una vaquita para agradecerme”, se permite el chiste. Eso sí: no le pregunten a cuántos goles quiere llegar… “Tengo mis metas, pero me las guardo. Si tiro un número y no cumplo, marche preso. Me voy a querer matar. Aunque sé que van a venir más”.

Una ocurrencia de Gallego (”Nos parecimos al Barcelona”) causó cierta hilaridad en el grupo. “Que jugamos bien el primer tiempo, puede ser. De ahí a que seamos el Barsa nos falta bastante”, le escapó Galeano a la comparación. “Ojalá algún día lleguemos a eso, por ahora somos Independiente”, marcó terreno Gabbarini. Mancuello se animó al juego: “¿Quién sería cada jugador? Ibrahimovic, Messi, Henry e Iniesta es el Chipi solo, ja. Claro, si ganó el partido él, je. Buenos, algunos lo ayudaron pero lo hizo bien”. Y Gandín recogió el guante… Hasta ahí: “Yo podría ser Henry… Pero porque está pelado como yo, eh. ¡Estoy a años luz de él! Pero que los compañeros hablen así me genera más confianza”. Palabra de ídolo, y de un plantel que festeja.

Demian Meltzer


Quedó sentado

Silvera fue sondeado para la Selección local, pero no pudo sumarse por un golpe en un glúteo.

Andrés Silvera (o Silvani, como confesó Gallego que lo renombró durante la charla del entretiempo) estuvo a un paso de ser llamado por la Selección local que mañana enfrentará a Ghana. Ante las lesiones de Ariel Ortega y de Esteban Fuertes, Diego Maradona pensó en el Cuqui. Se lo comunicaron a Independiente y el domingo por la noche hubo una interconsulta entre los médicos para ver cómo había terminado el delantero ante Racing. Pero como fue reemplazado con un golpe en un glúteo (que ayer incluso lo hizo trabajar diferenciado), desde Ezeiza le bajaron el pulgar a la convocatoria, ya que necesitaban un jugador al 100%.

Así y todo, Silvera estaría en condiciones para recibir el viernes a Tigre. Y si se confirma que Busse sólo sufrió una contractura, por fatiga muscular, en el aductor derecho (hoy se conocerán los resultados de los estudios), Gallego podrá poner los mismos 11 por tercer partido al hilo. Porque ni Tuzzio ni Hilario están aún para volver.


Va a protestar contra Racing

Los dirigentes elevarán una protesta en la AFA porque se sintieron ofendidos por la revista que se distribuye en el estadio del vecino con la autorización de la CD. En ella hay un diccionario del clásico y términos despectivos como “amargo”.


Guapos de barrio

Tolo y Caruso

Gallego, en ganador, siguió con la ironía. Y Caruso, con la herida abierta y desde un lugar incómodo, le tiró con una bomba atómica.

“Si Estudiantes lo agarra a este Racing ahora le hace seis o siete goles, porque cada vez que pisa el área sacás del medio”, tiró el Tolo.

“Por suerte no nos parecemos en nada. Mi mamá me crió de otra manera gracias a Dios”, dijo el DT en Fox Sports.

Nunca se habían enfrentado y su partido duró más que 90 minutos…

Ricardo Caruso Lombardi, con heridas sangrantes, empezó a tirar golpes contra un Américo Gallego al que la sangre, tras ganar, le alimentó el órgano que mejor la funciona cuando la excitación lo supera: la lengua. El Tolo cumplió con su promesa de responder después del partido y fue irónico. El Tano tiró golpes directos. Y mientras el ganador decía que a Racing le dejó “demasiados problemas”, que en la Academia “ven esta camiseta roja y, viste…”, que su equipo más que al Bayern Munich se pareció “al Barcelona”, que “los clásicos se ganan” y que “no hay que hablar antes de los partidos”, el perdedor, tan hemorrágico como verborrágico, se subía a la campera del Tolo y lo hacía bolsa pack. Que para él Gallego “no existe” y no se le quiere “parecer en nada”, que “se desubica” y que el técnico rival “en el segundo tiempo se la pasó pidiendo la hora”. Duro.

Las chispas nacieron el campeonato pasado. Quizá por celos o porque a su equipo le hacían de a cinco mientras Racing marchaba a paso firme, Gallego se mordió más de una vez la lengua para evitar nombrarlo a Caruso. Eran tiempos en los que el DT de Racing regalaba bicicletas, plasmas, ropa y demás productos de ramos generales, y a Américo se le ocurría subir la apuesta: prometió sortear un auto si su equipo terminaba tercero. La movida le salió pésima: ese Independiente no paró de arrastrarse.

El fuego apareció en la semana previa a su primer choque. “Tampoco vamos a jugar contra el Bayern”, se molestaba Caruso. “Más que línea de 3, van a venir con línea de 5, más defensivo”, arriesgaba Gallego. Los dos vivieron el partido sin saludarse ni mirarse. Y cuando se consumó el 2-1, se vio una descarga del Tolo, con insulto incluido y apuntando hacia dónde estaban o el banco o la tribuna local. Y luego lanzó la irónica balacera salando la herida de enfrente.

Ayer volvió a hablar Gallego en radio La Red. Sin hacer referencia directa a Caruso Lombardi. Pero a Ricardo le hizo ruido una frase de Gallego que necesita un contexto, ya que hablaba de la falta de definición que tuvo el Rojo: “Hay dos equipos que hacen la diferencia: Estudiantes y Vélez. Si Estudiantes lo agarra ahora a este Racing le hace seis o siete goles porque cada vez que te pisa el área, sacás del medio. Y yo quisiera que Independiente haga lo mismo”, explicó el DT. ¿Puro fútbol o fútbol con ironía en el medio? Caruso eligió la segunda opción y, en Fox Sports, vomitó un monólogo… “Si dijo eso de Estudiantes, ¿por qué no le hizo siete goles él? Se piensa que inventó el fútbol. Si yo llegara a hacer la mitad de lo que dice o hace, ¿sabés cómo termino? Cuarenta metros bajo tierra. Si está caliente por otra cosa y se engancha cuando le meten púa… Qué me tiene que contestar si nunca hablé de él. Para mí no existe. No me quiero parecer en nada a él”. Gallego eligió no responder. “Caruso está distrayendo la realidad porque está comprometido. Y así se habla de esto y no de lo que hace mal”, definieron en su entorno.

Caruso quedó contra las cuerdas, tirando golpes. “Si lo empatábamos, no sé qué hubiera hecho. Cuando iba perdiendo con Vélez ya estaba con el bolso en la puerta. Acá respetan mucho por la trayectoria. Pero eso no significa que venga a verdugüearme. Soy bueno, pero no tonto”. concluyó.

Uno ironizando desde el currículum; el otro golpeando desde el dolor. En el barrio aparecieron dos guapos que juegan su propio clásico, que no da puntos ni engorda el promedio. Sí: que de poco sirve.

FACUNDO DE PALMA


No siempre gana el que pega más duro

FACUNDO DE PALMA

Gallego estuvo molesto por lo mal que le iba a su Independiente y por lo bien que le iba al Racing de Caruso. Al Tolo hay que entenderlo desde los resultados. Por eso, previo al clásico, no habló de pronósticos ni vaticinó victorias. Enfrente, sí. Porque Caruso también es ganador y odia perder. Y llegó herido al derby. Por eso quiso agrandar el ego de su tropa. El Tolo se asomó al clásico con más oxígeno y, en la previa, se mordió la lengua y prometió hablar tras el partido. Y ahí, con el viento a favor, se despachó. Irónico y folclórico, con chicanas pero sin agresión directa. Al Tano, en cambio, le salió todo al revés: puso un equipo que no lo convencía, las piñas futboleras le llegaron y, desde la impotencia, reaccionó. Tiró más golpes, pero sigue al borde del nocaut.


Es terapéutico

Gallego contó que pensó en Racing recién el domingo por recomendación de su psicólogo.

Hombre que siempre sorprende, el Tolo Gallego confesó algo inédito. “Recién pensé en Racing el día del partido. Había hecho terapia y hablé bastante de por qué tengo que estar toda la semana pendiente de un rival. Y me sirvió hacerlo el último día”, aseguró en radio La Red. Y amplió un faceta que se desconocía: “Es un cambio personal. Por eso no me fue tan bien en México, porque por teléfono no era lo mismo hablar con mi terapeuta”. A no confundir, el técnico no le da poderes de brujo al psicólogo. “No es que hemos ganado por eso. Simplemente estábamos en ganadores, los motivé muy bien y les dije que tuvieran libertad”. Volviendo al especialista, también contó que no le gustan mucho sus declaraciones: “Me caga a pedos porque me paso de líneas. Y ahora hablo de otra manera”. Menos mal…


Leche hervida

Caruso ya acumula tres peleas contra sus colegas: Cagna, Gorosito y Roldán. Reacciona siempre.

Es fácil hacer entrar a Caruso Lombardi. Tipo sanguíneo, el técnico de Racing salta ante la mínima provocación. Este cruce con Gallego no fue su única pelea de fondo. El primero se dio con Diego Cagna, quien se enojó porque Caruso había dicho que a Tigre lo había armado él. Choque de ida y vuelta, la relación quedó tensa. El segundo match, con Néstor Gorosito, fue sangriento. Pipo también se molestó porque Caruso se colgó las medallas de la formación del plantel del Bicho y habló. La respuesta de Caruso, tras ganarle 1-0 a River, fue contundente: “Estoy contento porque el bien triunfó sobre el mal”. El último encontronazo, aunque leve, se dio con Carlos Roldán, quien dirigía a San Martín de Tucumán. “Yo nunca empiezo. Pero si te metés conmigo, salto”, se justifica Caruso. Por algo le dicen Tano.

Fuente: Olé

Puntajes CAI ...
Gandin La Figura del clasico de Avellaneda ...
Gabbarini (5) ; Vella (5) , Matheu (6) , Galeano (6) ,
Mareque (7) ; Busse (7) , Acevedo (6) , Piatti (6) ,
Mancuello (5) ; Gandin (7) , Silvera (6) .

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Gomez (6)
Pusineri (5)
Nuñez (-)


caiespasion
Las fiestas de Independiente siguen en Avellaneda, en la casa del vecino (La Nación)
Combate el desarraigo por la prolongada remodelación de su estadio con la alegría de haberle ganado el clásico a Racing por 2 a 1, en el Cilindro.

Por Claudio Mauri
De la Redacción de LA NACION

Aunque la remodelación de su estadio lo obliga a un prolongado desarraigo, las mayores alegrías de Independiente siguen estando en Avellaneda. En la cancha de su vecino, más precisamente. En estos momentos, es el lugar ideal y preferido para recuperar el orgullo y la ilusión que en los últimos tiempos estuvieron tan vapuleados. Independiente volvió a sentirse grande, por el triunfo y algunos indicios futbolísticos, ante un Racing que se empequeñece y sufre. El resultado estableció una justa diferencia entre un equipo que está asomando la cabeza del pozo y otro que se revuelve en las profundidades de su propio hoyo.

Sólo la impericia de Independiente para rematar a un rival colectivamente descompuesto mantuvo la incertidumbre por el resultado hasta el final. A fin de cuentas, el conjunto de Gallego tampoco está lo suficientemente maduro y consolidado como para no dejarse impresionar un poco por lo único que entregó Racing: cierto arrojo y vergüenza deportiva.

Así como Gallego parece que le va encontrando la punta del ovillo al armado de su equipo, Caruso Lombardi se enreda cada vez más en su madeja. Independiente funcionó mejor que Racing, especialmente en el primer tiempo. Se movió con naturalidad y fluidez desde la defensa hasta al ataque. Fue más ordenado para controlar la pelota y quedarse con la mayoría de los rebotes. Contó con jugadores de rendimiento interesante en las tres líneas. Matheu dirigió la defensa con personalidad y firmeza en la marca; Acevedo hizo bien los deberes de volante central: quitó y aseguró el pase; a Busse hay que seguirlo: no abundan volantes con su dinámica y no desatiende las labores grupales; Gandín cumplió como goleador y se integró al circuito, y hasta Silvera dejó a un lado su abulia habitual y se comprometió con las necesidades del equipo.

Independiente, aunque no le sobre mucho, al menos respeta algunas cuestiones básicas que hacen a los buenos equipos: circulación de la pelota y llegadas por los costados. Enseguida sacó provecho de una penetración de Busse por la derecha, cuyo centro dejó pasar Silvera como maniobra distractiva para que Gandín definiera por detrás. El clásico había empezado movido y no decayó en intensidad, más allá de imperfecciones y errores. El estado del campo estaba muy rápido por la lluvia y no faltaban resbalones y malos cálculos.

El momento de Racing es delicado, preocupante. El peor desde que Caruso Lombardi está al frente del equipo. Del anterior Clausura al actual Apertura, el equipo fue resignando de todo un poco. Lo principal, varias individualidades que habían sido importantes, como los transferidos Zuculini, Sosa y Shafer, a los cuales hay que sumarles las bajas circunstanciales por lesión (Yacob y Lugüercio). El radar de Caruso Lombardi para detectar refuerzos en la periferia del fútbol grande parece haberlo llevado a algunas elecciones equivocadas.

Más allá de los nombres, Racing también da la sensación de haber dejado por el camino la fuerza de espíritu que lo llevó a escapar del descenso y la promoción. Dejó de ser rendidor en las cuentas; pasó a ser deficitario. No tiene la solidez de hace unos meses ni tampoco sabe interpretar el papel más ambicioso que se impuso en la última semana. El técnico cambió el sistema y al equipo se lo vio quebrado, lento y sin ideas.

Sin generación de juego en el medio, Racing empujó como pudo. Lo hizo con muchos tiros libres en forma de centro, pero estuvo tan descompensado que varios de ellos se transformaron en contraataques con superioridad numérica para Independiente, que desperdició varias ocasiones. Necesitó del penal convertido por Gandín (falta de Aveldaño a Mareque) para ampliar la diferencia.

Racing intentó recomponerse con varios retoques tácticos: Lluy pasó a la izquierda para tapar a Busse y armó una línea de cuatro; entró Falcón y Ledesma, que jugó más adelantado por la izquierda, descontó con un cabezazo. Independiente ya no se sintió tan seguro; ingresó Pusineri para sostener el medio campo. Y Gallego volvió a jugarse la carta de Gómez, un torpedo que fabrica no menos de tres situaciones de gol por partido, ayer todas desaprovechadas. No lo lamentó Independiente, que mientras espera volver a su casa vivió una gran fiesta en la del vecino.

LO NEGATIVO
La Academia sólo suma tres goles en seis cotejos
Es muy baja la efectividad de Racing. El tanto de Ledesma se suma al de Ramírez (1-1 vs. Colón) y el de Maldonado en contra (1-1 vs. Gimnasia).

EL DEBUT
Los primeros minutos para Damián Steinert
El ex Newell?s debutó en Racing. Entró a los 20 minutos del segundo tiempo y se lo vio impreciso y nervioso en la función de enganche.

EL ARBITRO
Laverni no fue estricto con la pérdida de tiempo
Gabbarini mereció ser amonestado por demorar los saques de arco. También debió mostrarle la segunda amarilla a Matheu.

El primer clásico que se le escapa a Caruso en Racing

Desde que llegó Caruso a Racing disputó cinco clásicos y ante los Rojos perdió por primera vez un choque de esta categoría. Antes logró éxitos con River (1-0) y Boca (3-0) y empató con San Lorenzo (1-1 y 0-0). Además, es la primera vez que Caruso, en su carrera, acumula seis partidos sin ganar.

Vuelve Wagner ante los rojos, pero en la reserva

El volante central Martín Wagner ya está recuperado (sufrió una fisura en el peroné) y volverá a jugar en el clásico de reserva que se disputará pasado mañana, a las 15, en el Cilindro de Avellaneda.

El capitán elegido por el plantel: Lucas Aveldaño

Ante la ausencia de Pablo Lugüercio, lesionado, el plantel eligió a Lucas Aveldaño para que lleve la cinta de capitán.

Nievas, el goleador de las inferiores, no llegó a debutar

Brian Nievas, de 19 años, es el goleador de las inferiores de Independiente, por eso Gallego lo llevó al banco de los suplentes y vistió la camiseta número 32.


Tolo: la sonrisa que buscaba

Sin dejar de gesticular, Gallego vivió todo el partido pegado a la línea de cal. Solo se distendió cuando la victoria ya era una realidad

El triunfo sobre Racing llenó de optimismo al técnico de Independiente, que vivió el partido con particular ansiedad; ahora, se ilusiona con pelearle el torneo al líder, Estudiantes

Por Mariano Cattáneo
De la Redacción de LA NACION

La sonrisa imborrable cerró una tarde de extrema intensidad. Inquieto, concentrado, ansioso, Américo Gallego vivió el clásico como si del éxito en ese partido dependiera el futuro de su Independiente. Con el triunfo asegurado, llegó la primera apreciación para lo que viene, en clave optimista: “Nosotros teníamos que ganar porque si perdíamos quedábamos a nueve puntos de Estudiantes. Ahora estamos a seis”.

Para el Tolo, el triunfo parece haber dejado atrás los nubarrones que hasta no hace mucho él mismo descubría en el horizonte. Fiel a su cambiante estado de ánimo, el entrenador ahora sueña con la pelea grande, aunque reconoce que a este equipo aún le quedan muchas cuestiones por resolver.

El de ayer era un partido especial. El clásico podía ser la oportunidad de demostrar (y demostrarse) que Independiente pretende escapar, de una vez por todas, de esa ambigüedad en la que lo colocó su irregularidad. Y Gallego se ocupó de remarcarlo al terminar el partido. “Alguien habló de que si nos ganaban quedábamos a dos posiciones del descenso. No hay que hablar. Yo dije que iba a contestar después del partido y ahora les estoy contestando”, dijo el Tolo, con el gusto de la revancha en los labios.

En el Cilindro de Avellaneda, su show había comenzado con el inicio mismo del partido. Parado sobre la línea de cal, su repertorio de gestos acompañó cada movimiento de sus jugadores y, lejos de tranquilizarlo, los goles de los Rojos parecieron acentuar su histrionismo.

Luego reconocería que, pese a la ventaja, temía por la reacción de Racing. “Fuimos superiores en el primer tiempo y estaba bien el 2 a 0. Pero sabíamos que se nos iban a venir con sus armas, que ya sabemos que son los centros al segundo palo. Y nos complicaron por ahí”.

También tuvo tiempo para vivir en primera persona un particular duelo con Caruso Lombardi, al que siguió de reojo. Al final del partido le contestaría al técnico de Racing, que en la semana había dicho irónicamente que Independiente no es el Bayern Munich. “No somos el Bayern, pero en el primer tiempo jugamos como el Barcelona”, dijo Gallego, aunque enseguida intentó bajar el tono: “No me puedo enojar con Caruso, él vive así. Dijo que iban a ganar 2 a 0, ¿no? Bueno, se equivocó, mala suerte. No hay problemas”.

Cuando los locales buscaban desesperadamente la igualdad, el Tolo intentó encontrar oxígeno con los ingresos de Pusineri, Martín Gómez y Nuñez. Tan cierto es que pudo liquidar el partido antes de tiempo, pero tuvo que sufrir con esos centros de Racing que no le daban respiro. Por eso, cuando el arbitro adicionó cinco minutos, estalló nuevamente en gestos y quejas. Fue su último acto.

Tras el pitazo final, festejó de cara a la platea y al banco de suplentes de Racing. Y se preocupó por abrazar, uno por uno, a todos sus jugadores. A partir de ese momento, la tensión le dejó paso a la más amplia sonrisa.

Distendido, aceptaría que no lo había vivido como un partido más: “Esto se vive de manera especial durante la semana. Si perdés, ya en el peaje te empiezan a verduguear : ?¡Eh, perdiste otra vez!´. Me imagino que mañana no tendré que pagar en el peaje, ja”. Antes de irse, le quedó tiempo, incluso, para referirse al presente del rival. “¿Si le dejé un problema a Racing? Ya demasiados problemas tenía. Imaginate ahora”, disparó.

Es consciente el Tolo de que Independiente tendrá que mejorar en su juego si quiere aspirar seriamente a estar en la pelea grande. Pero sabe también que ayer venció en el partido que todos quieren ganar. Y eso, para él, justifica su sonrisa, que por ahora no piensa borrar.

10 puntos tiene Independiente tras 6 fechas. En todo el Clausura acumuló 21.


Gandín, en un mes, hizo más que en la temporada pasada

La figura del clásico suma cinco goles en seis partidos, contra los tres que había convertido en el ciclo anterior.

En seis partidos (sólo disputó tres de manera completa) del Apertura, Darío Gandín ya hizo en Independiente más goles que en toda la temporada anterior, en la que intercaló tres aislados festejos durante los 28 encuentros en que participó. Ahora ya tiene cinco (dos penales) y es el goleador del equipo. Sólo no marcó frente a Newell?s y Vélez. Había dejado huella en el marcador ante Atlético Tucumán, Godoy Cruz y Estudiantes, pero ninguno tuvo tanta repercusión y valor como los dos que concretó en el clásico de ayer con Racing.

El delantero que llegó de Colón se hizo cargo de la deuda que arrastraba. “Los hinchas tenían razón cuando me criticaban en el campeonato pasado, ya que mi rendimiento no era bueno. Ahora estoy demostrando que puedo rendir mucho”, comentó ayer Gandín, que en diciembre cumplirá 26 años.

Para cubrir la cuota de gol que le estaba faltando, Independiente contrató a Andrés Silvera, pero es Gandín el que está mostrando la mayor efectividad. “Más allá de la satisfacción por los dos goles, lo importante es que el equipo está funcionando bien. De a poco estamos consiguiendo el rendimiento que todos queremos. Conseguimos el primer gol rápidamente, como quería el Tolo [Gallego], para preocupar más Racing. Ellos no vienen bien y sabíamos que en desventaja se iban a desarmar atrás. Lástima que no lo supimos definir de contraataque. Desperdiciamos varias oportunidades.”

En Independiente se respira otro clima, más optimista y positivo. Quedó demostrado en el paso de baile de varios jugadores en el festejo del primer gol del santafecino. “Lo estuvimos ensayando anoche [por anteanoche] en la concentración”, agregó Gandín.

Independiente sube en las posiciones y se apoya sobre el aporte de varias individualidades. La contratación del volante Walter Busse, que llegó procedente de Gimnasia, de Jujuy, ya puede considerarse un acierto. El volante da salida y profundidad por la derecha. “Fue mi mejor partido desde que estoy en Independiente”, evaluó el salteño, que sólo se lamentó por la imposibilidad de completar el partido: “Quería jugar hasta el final, pero el Tolo prefirió sacarme porque sentía una molestia en el muslo derecho”.

Cuando, cerca del final, fue reemplazado por Núñez, Busse recibió el reconocimiento de los simpatizantes que ocupaban una de las cabeceras del Cilindro de Avellaneda. “Es una alegría que le debíamos a la hinchada y también una manera de agradecerle el apoyo que nos fueron a dar al hotel en la noche previa al clásico”, agregó.

7 de los 11 goles que tiene Independiente los hicieron los delanteros: Gandín, 5; Silvera, 1, y Núñez, 1.

Fuente: La Nación

CHIPI CHIPI BOMBON
El Diablo dejó a Racing en las puertas del infierno (Diario Popular)
Dos goles de Gandín le dieron el triunfo y hundieron al vecino cerca del descenso

Los días de la primavera parecen haberse empecinado en congelarles el alma a los terrenales. Hace frío, mucho frío. La solución es esperar que “el de arriba” se apiade y nos de una tregua. La otra, sacar pasaje directo al infierno; donde el Diablo ha preparado su propia fiesta y calienta como nunca.

Es esa sensación la que empezó a experimentar Racing después de haber perdido el clásico con Independiente. Uno más en ese largo historial que parece inalcanzable a esta altura de su vida. Si hay un karma difícil de superar para la Academia, es su vecino.
El Rojo no sólo fue a su casa y le ganó el partido 2 a 1. También lo hundió en el pozo más profundo, cuya primera escala es la promoción y muy cerca viene el descenso directo. Pero no es sólo esto lo que envalentona al Tolo Gallego y sus muchachos; sino el mejorado nivel que comenzó a evidenciar el equipo frente a Vélez y que ratificó ayer con pasajes de buen fútbol. Sobre todo en el primer tiempo, donde el 2 a 0 le quedó corto al resultado.

Solo un equipo

En esos cuarenta y cinco minutos iniciales, Independiente fue el único equipo que hubo en cancha. Y Racing, con un esquema defensivo pobre y endeble, le facilitó las cosas. A los 2 minutos ya lo ganaba: Vella arrancó en su campo y cedió para Busse, el ex Gimnasia de Jujuy mandó el centro para Gandín -que a espaldas de Silvera- definió contra el palo derecho de De Olivera.
La Academia no terminó de hacer pie con el 3-4-1-2 prometedor que soñó Caruso Lombardi. Hizo agua -más de la que cayó en toda la tarde- por todos lados; y en especial, por el lateral izquierdo de su línea de fondo. Por ese andarivel, Piatti marcó la enorme diferencia entre ambos. El problema de Independiente estuvo en la definición. Tuvo tres contraataques, con superioridad numérica en todas, y no supo definirlo. En cambio, Racing -sin tener tantas- casi le empata con un cabezazo de Cáceres que dio en el travesaño.
Al Rojo le alcanzó con ser expeditivo y contundente. Sin embargo, consiguió el segundo gol con una ayudita de Laverni. El árbitro vio penal de Aveldaño sobre Mareque (era obstrucción), y Gandín se encargó de cambiar por gol cuando se jugaba media hora de la etapa inicial. Un error de Gallego fue cambiar las posiciones de Busse y de Piatti, que generó una leve pero marcada reacción de Racing en el segundo tiempo.

Abierto a la ilusion

Lo único que podía mantener con vida a la Academia era un gol tempranero. Como finalmente ocurrió. A los 4 minutos, Grazzini se fue por derecha y metió el centro pasado, Ledesma -ex Rojo- se elevó y de pique al suelo mandó la pelota al fondo del arco. Se armó otro partido, aunque con la misma temática. Independiente ya no atacaba tanto, pero igual puso en aprietos a De Olivera. Un remate de Busse desde afuera del área y un cabezazo de Silvera dieron la señal de alerta.
Pero Racing fue sin importarle demasiado las circunstancias. Caruso ya había mandado a la cancha a Falcón, e hizo lo propio con Steinert y Velázquez, con lo cual reforzó el ataque con presencia en altura. Pero Racing llenó de centros el área roja, sin ideas. Así y todo estuvo muy cerca del empate, con una patriada de Cáceres -el mejor jugador albiceleste- que terminó en un cabezazo frontal de Aveldaño que se perdió por arriba del travesaño.
Los últimos minutos fueron jugados con lo dientes apretados. Racing lanzado al ataque, buscando desesperadamente a Ramírez y a Steinert. Independiente, en cambio, aprovechando el sufrimiento de su rival con la velocidad de Martín Gómez. El Rojo viene en alza, y ya lo demostró ante el campeón. El de ayer es un triunfo que más allá de servirle desde lo anímico, le permite soñar con algo más importante. Racing es la contracara, y su futuro tiende a convertirse en una nueva pesadilla.

comentario: MARIANO COMELLI

Ficha del partido


DESPUES DE TODAS LAS TORMENTAS, EL EQUIPO DE GALLEGO SONRIE
Salió el sol para Independiente

EL DIABLO TERMINO FESTEJANDO.

Con Sergio Denis en la cancha, el Rojo disfrutó de la música más dulce

sensaciones: PABLO VIGNOLA

Cielo oscuro. Lluvia y frío. La primavera se tomó asueto y decidió no acompañar el clásico de Avellaneda que, de todas formas, contó con su calor habitual, ese que genera la fricción entre dos pasiones, ese que hace brillar la llama eterna del entusiasmo que es propiedad exclusiva del fútbol.
Dos realidades, dos momentos, dos cargas idénticas de ansiedad pero con urgencias diferenciadas. El pueblo de Racing llegó a casa abrazado a la obligación de ganar por primera vez en el torneo y, de conseguirlo frente al rival del barrio, impulsaría definitivamente una potencial recuperación. Por su parte, el puñado de cinco mil hinchas del Rojo, lo hicieron con la sensación de ingresar al aula para rendir el examen de ingreso al protagonismo y dejara atrás, definitivamente, todas las frustraciones de los últimos tiempos.
A la hora del comienzo, el Cilindro vibró como en sus mejores tardes. Banderas con dedicatorias de todo tipo, de un lado y del otro, incrementando la cuota de folclore. Los de Racing advirtiendo que su estadio no se amarga (en referencia a la pulseada que le ganaron a la dirigencia para no alquilar la cancha) y los de Independiente conectando aquel descenso académico del ‘83 con los fantasmas de la actualidad.
Como dato anecdótico, Sergio Denis apareció sobre el césped para ganarse el aplauso de los que lo reconocieron en la cabecera local (es hincha de Racing), hacer unos jueguitos (bastante mal) con los pibes alcanza-pelotas, y saludar respetuosamente a los de Independiente.
Después, llegó la hora de la recepción con la ya clásica explosión de serpentinas con que los hinchas de Racing suelen acompañar cada aparición de su equipo en el clásico de barrio. Esta vez, pintando de blanco la mitad de la cancha y generando montañas de papel que, en otra ocasión y con tarde soleada, favoreció un incendio que obligó a la actuación de los bomberos.
Los de Independiente se hicieron escuchar sonoramente, aportaron algo de humo rojo con bengalas, y se cargaron de entusiasmo a los dos minutos, cuando Gandín anotó el primer gol y volcó la balanza del entusiasmo en favor del Diablo.
Las serpentinas siguieron como protagonistas del juego que varias veces hubo que frenar para quitar los taquitos de cartón, retirar los rollos que caían cerrados o proteger a los jugadores visitantes (Mancuello y Acevedo) al momento de ejecutar sendos corners y también al asistente Roberto Reta.
Después, llegó el tiempo de la fiesta interminable para los de Independiente que se quedaron a vivir en su sector, cantando, saltando y disfrutando, pese a que eran los primeros que debían abandonar las instalaciones.


Claves

RAFAGA ROJA

En el primer tiempo hubo un solo equipo en cancha: Independiente. El equipo del Tolo fue dueño de todo, marcó dos goles y hasta pudo aumentar la diferencia con tres contraataques letales que desperdició.

CON AYUDITA

La línea de tres que armó Caruso en defensa dio todo tipo de ventajas. Recién en el segundo tiempo, ante la conformidad del Rojo, se paró mejor y no pasó sofocones. Pero ya era tarde.

SIN IDEAS

Racing apostó a la altura de algunos de sus hombres para intentar la hazaña y de esa manera llenó de centros el área de Independiente. Le sobraron ganas, pero le faltó algo mucho más importante: inteligencia.


10 JUGADAS

2’ Busse tomó un pase de Vella por derecha y tiró el centro, Silvera cortinó y Gandín -por detrás- definió con un remate esquinado; 1 a 0.

12’ Piatti se proyectó y lanzó un nuevo centro que fue cabeceado por el Cuqui. La pelota se fue muy cerca del palo derecho.

13’ La contra de Racing no fue menos peligrosa. Lucero recibió un pase de Castromán y de volea exigió por primera vez a Gabbarini.

21’ Tiro libre de Castromán al primer palo, Cáceres se elevó y de cabeza estrelló la pelota en el travesaño.

22’ Ahora la contra fue del Rojo. Racing quedó mal parado en defensa, Piatti buscó la cabeza de Silvera que le dio alto.

29’ Penal mal cobrado a favor de Independiente; Mareque entró al área y Aveldaño lo obstruyó. Gandín no perdonó, 2 a 0.

38’ Nueva contra de la visita. Cuatro contra dos; Piatti se equivocó y en lugar de tocar al costado definió cruzado y afuera.

49’ Grazzini buscó la última línea y sacó el centro pasado, por detrás de todos apareció Ledesma y de cabeza descontó, 1-2.

62’ Racing estuvo cerca del empate, Falcón volvió a meter el centro al área y Aveldaño solo frente al arco la tiró arriba del travesaño.

73’ Busse cambió posición con Piatti, agarró la pelota y cuando se acomodó, le dio cruzado. De Olivera respondió muy bien.


Sintesis del partido


“No hay que hablar antes de los partidos”

GALLEGO LE PASO FACTURA A CARUSO LOMBARDI.

El Tolo se cobró una linda revancha y le contestó a Caruso

conferencia de prensa: LUIS STOCIK

El que tiene boca se equivoca y el que es prudente se calla la boca. Ricardo Caruso Lombardi intentó calentar el clásico en la semana previa y Américo Gallego optó por mirarlo de reojo, morderse y esperar. Con el triunfo bajo el brazo el Tolo le hizo precio “no hay que hablar antes de los partidos”.
“Voy a hablar después del partido” había señalado Américo Gallego cuando desde la vereda de enfrente Ricardo Caruso Lombardi chicaneaba con declaraciones y demás artilugios a fin de lograr desequilibrar a un Independiente que a lo lejos se notaba que era superior. El Tolo sabe más por viejo que por diablo por lo que juntó a sus jugadores y les cantó la justa. Menos palabras, más trabajo y luego de demostrar en la cancha iba a haber tiempo de sobra par responder.
Nada dijo Gallego, ni mu. Ni nombró a Caruso. Pero el partido lo vivió de una manera especial. Se notó cuando después del segundo gol, el que marcó la clara diferencia entre unos y otros, seguía metido dando indicaciones como si estuviera perdiendo. Gallego se agarró la cabeza en cada contra que el Rojo desperdiciaba, maldecía a Mareque, Mancuello, Piatti y a todo aquel que por hacer una de más conspiraba contra un tercer gol que hubiera cerrado el partido. Es que el técnico sabía que la historia podía variar si se perdonaba la vida. Pero más allá del sufrimiento, del gol de Racing, el final lo encontró festejando.
Luego de festejar en el campo y en el vestuario llegó el momento de saldar alguna deuda que había dando vueltas por ahí, por eso se acordó de Caruso “como dije en la semana los clásicos se ganan. Me pasó algo parecido en México que jugamos la final en Toluca con Monterrey y habíamos empatado 3 a 3 y teníamos que ir a Monterrey. Estaban tirando cotillón, champán y digo eso para que no pongan más cosas en las paredes y después se las tienen que comer. ¿Esta noche qué comen? Entonces no hay que hablar antes de los partidos. Ahora le contesto, después del partido”.
Caruso había señalado que no tenía miedo ya que Independiente no era el Bayern Munich a lo que el Tolo retrucó “no, al Bayern no, nos parecimos al Barcelona. Lo que pasa es que ven esta camiseta roja y ganamos claros”.
Otro punto retrucado por el Tolo fue el de los regalos que decía tenía en mente Caruso “yo recién empiezo ja, ja. No pasa nada con Caruso, dios quiera que lo banquen y que lo dejen trabajar porque yo ya pasé estos momentos. No me puedo enojar con Caruso, el vive así y dijo que iban a ganar dos a cero. Y se equivocó, no hay problema. Ustedes están picantes muchachos, ya está no pasa nada. Sabes lo que es este partido, desde el peaje que te verduguean así que espero que mañana no me cobren”.
Al analizar el encuentro Gallego fue muy claro “en el primer tiempo desperdiciamos muchas situaciones de gol pese al dos a cero. Me parecía una buena diferencia pero yo quería que siguiéramos porque sabía que en el segundo tiempo Racing se iba a venir, no se iba a quedar con lo hecho”.


“No debimos sufrir tanto”

BUSSE ALCANZA A CABECEAR: EL ROJO VIENE DERECHO.

Walter Busse fue una pieza clave en el triunfo

Otro de los que debutó en un clásico de Avellaneda y que contó con una buena actuación fue Walter Busse quien por derecha durante el primer tiempo fue fundamental en la edificación del triunfo. El volante hizo lío por ese sector y quizás cumplió con la mejor actuación desde que está en el Rojo. Busse se encargó de sostener que “este era el partido que todos queríamos ganar, tanto los jugadores y los hinchas. Por eso estamos muy contentos porque los clásicos son algo aparte y te brindan una confianza impresionante. Terminar festejando con la gente y eso fue algo muy lindo”.
Independiente sufrió sin merecerlo ya que una y otra vez le fue perdonando la vida a un rival que desesperado por ir a buscar dejaba enormes espacios. Por ello el volante agregó “creo que lo terminamos mal, sufriendo cuando lo podríamos haber liquidado para estar más tranquilos pero bueno, se ganó y eso es lo que importa. Estos partidos son así y pese a que hicimos las cosas bastante bien le dimos la posibilidad a Racing de seguir buscando un empate”.
En el final el jugador reconoció que “estos son los partidos que te van brindando la confianza, que te consolida como equipo y que los tenés que ganar. Independiente jugó mejor al fútbol y por eso se quedó con los tres puntos. Pienso que sorprendimos a Racing de entrada y eso nos jugó a favor. Ahora hay que seguir de esta manera porque si después de esto no hacemos una buena campaña no va a servir haber ganado el clásico”.


GALEANO Y SU SENSACION
“Ganar el clásico es algo que no se puede explicar”

Para Leonel Galeano el clásico tuvo un doble sabor porque en muy poco tiempo pasó de jugar en Quinta a realizar una pretemporada junto a la Primera, ganarse un lugar como titular y darse el lujo de vencer en su primer clásico oficial frente a Racing. El pibe de Miramar crece a pasos agigantados y no ocultó que “ganar el clásico es algo que no se puede explicar”.
Jugó como si tuviera cien batallas. Se bancó a Castromán a Ramírez y se cansó de ganar tanto de arriba como en los cruces. El pibe demostró solidez en su sexto partido en Primera y en el final no ocultó que “ganar el clásico es algo que no se puede explicar. Es una sensación muy linda, todos festejando y es un triunfo que necesitábamos como grupo. Esta fue una linda experiencia y veremos qué pasa de ahora en más”.


“Uno siempre sueña con lograr cosas como éstas”

GANDIN LO GRITA CON ALMA Y VIDA.

Gandín anotó dos goles en el clásico y comenzó a reflotar su romance con la gente

Independiente tiene un goleador endemoniado. Es nada más y nada menos que Darío Gandín, quien en lo que va del campeonato lleva en su haber cinco goles y ya consiguió dejar en el olvido el repudio de la gente del Rojo. “El fútbol te da revancha” manifestó el delantero que marcó un doblete imborrable en el clásico.
“Cuando uno tiene que encarar estos partidos siempre sueña con meter goles y por suerte pude convertirlos. Pero lo más importante es que ganamos. Esto en lo anímico sirve muchísimo y ahora hay que seguir de la misma manera” comenzó a reconocer el delantero quien pasará a la historia de los clásicos con sus valiosos goles.
Atrás había comenzado a quedar la historia de reprobación de la gente del Rojo para con el Chipi y con estos dos goles el perdón ya es un hecho “siempre dije que el fútbol da revancha. El campeonato pasado era uno de los más insultados y me la tragaba porque le daba la razón a la gente ya que no rendía como debía. Hoy por hoy estoy haciendo las cosas bien y esperemos seguir así”.
En relación a la posibilidad de transformarse en el goleador del torneo “no, estoy tranquilo. Hay que ir despacio, semana tras semana y esto es un equipo. Hoy me tocó hacer los goles pero la verdad es que no importa quién haga los goles sino que estemos todos juntitos y tiremos para el mismo lado”
“Sufrimos un poco”
El delantero encontró una explicación en la levantada de Racing ya que explicó “el rival también juega y Racing nos fue metiendo un poco en nuestro arco y la verdad que encontró el gol muy rápido y eso los favoreció. Por suerte pudimos aguantar, tratamos de manejar un poco los tiempos, sufrimos y lo mejor fue que terminamos ganando”.
En base al futuro sostuvo “nosotros siempre confiamos en lo que podíamos dar y dijimos que íbamos a pelear ahí arriba. De a poco estamos mejorando, sacando resultados y esperemos seguir así”.


UNO POR UNO RACING

LA FIGURA: MARCOS CACERES (6) Fue el más entusiasta del equipo local. Siempre empujó tratando de contagiar su personalidad y convicción. Terminó muy adelantado, enviando centros y con una enorme cuota de vergüenza deportiva.

JORGE DE OLIVERA (5) lo sorprendieron temprano y después arañó el penal de Gandín. Tapó una brava al final, a Busse.

LUCAS AVELDAÑO (4) dio muchas ventajas en la marca.

MATIAS MARTINEZ (4) también dejó dudas en su accionar defensivo. Le faltó firmeza.

BRAIAN LLUY (5) fue generoso en su ir y venir sobre el costado derecho, pero no aportó mucho más.

DAMIAN LEDESMA (6) jugó, justo contra su ex, uno de sus mejores partidos en Racing.

MARCOS BRITEZ OJEDA (5) buen primer tiempo, con despliegue y determinación.

ADRIAN LUCERO (4) algunas ráfagas en la primera parte, pero nunca escapó a las imprecisiones.

SEBASTIAN GRAZZINI (5) fue importante en algunos pasajes de la segunda parte.

LUCAS CASTROMAN (4) aportó muy poco en el ataque. El envío de las pelotas paradas fue su mayor aporte.

RUBEN RAMIREZ (5) mucha fuerza, gran entusiasmo pero poca claridad.

JUAN CARLOS FALCON (6) intentó aportar algo de claridad con su ingreso, pero no fue suficiente.

UNO POR UNO INDEPENDIENTE

LA FIGURA: DARIO GANDIN (8): Fue el símbolo de la victoria del Rojo y no sólo por los goles con los que se definió el clásico. Dejó el alma en la cancha en cada corrida. Cuando se fue Silvera, se bancó el ataque en soledad.

ADRIAN GABBARINI (5) en líneas generales respondió con seguridad y personalidad. Pero tuvo algunas fallas.

LUCIANO VELLA (4) fue uno de los más desprolijos del equipo. Mucho esmero pero varias dudas.

CARLOS MATHEU (6) muy entusiasta durante todo el juego.

LEONEL GALEANO (7) una actuación muy sólida, en especial en el juego aéreo: cabeceó todo.

LUCAS MAREQUE (7) otra actuación para destacar, como contra Vélez. Defendió bien, pasó al ataque y armó un penal.

WALTER BUSSE (7) gran esfuerzo en el ida y vuelta. Terminó por la izquierda con la misma entrega.

WALTER ACEVEDO (6) ordenó en la mitad de la cancha. Duplicó su esfuerzo.
FEDERICO MANCUELLO (4) nunca se acomodó sobre la izquierda del equipo. Gallego se enojó mucho y lo sacó.

IGNACIO PIATTI (6) fue uno de los más activos como nexo de ataque. Después tuvo que ir a la izquierda y también cumplió.

ANDRES SILVERA (6) mientras estuvo en cancha fue el delantero de referencia del equipo. Cuando salió, Racing se adelantó.

LUCAS PUSINERI (5) entró como lugarteniente del Tolo a ordenar desde adentro.


PASTORIZA POR DOS

“Estoy feliz, Independiente está jugando muy bien y ganarle a Racing siempre es una alegría”. Javier y Francisco, hijo y nieto del Pato, siguen de cerca al Rojo.


HITS rojos

“El que no salta va a jugar la Promoción”.
“Es un velorio la p… que los parió”.
“Vos sos mi vida, sos mi pasión”.
“Se viene el abandono, oh oh oh oh oh”.
“La camiseta de Racing, se tiene que transpirar, y si no no se la pongan, váyanse no roben más”.
“Caruso no se va, Caruso no se va…”
“A la Promoción, a la Promoción”.
“Que nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán”


EL ARBITRO
Laverni quedó en deuda

Saúl Laverni

Los árbitros están acostumbrándose a dirigir mal, y esta es una preocupante tendencia que se ve fecha tras fecha. Ayer le tocó el turno a Saúl Laverni (3 puntos), en el clásico de Avellaneda. Y el rosarino fracasó en su intento por torcer una historia que viene de mal en peor. Su tarea estuvo lejos de ser la ideal para un partido de semejante trascendencia.
Pueden llover las excusas a favor suyo. Que la cancha estaba rápida, que la cantidad de papelitos no lo dejaban ver con nitidez. O simplemente tener una mirada distinta sobre una decisión que terminaba perjudicando a uno de los equipos. La realidad indica que Laverni arrancó mal, con un patadón de Grazzini sobre Matheu que era para echarlo. Pero como apenas se jugaban cuatro minutos de partido, prefirió sacarle la tarjeta amarilla al volante de la Academia.
En su segunda decisión importante, sancionó penal en favor de Independiente, cuando en verdad debió haber marcado indirecto, por obstrucción de Aveldaño sobre Mareque. Tampoco vio ninguno de los muchos agarrones que hubo en el área, uno a favor de Racing en perjuicio de Castromán que fue muy evidente.
Otro dato importante: no midió con la misma vara cada una de las faltas. Amonestó a Mareque por llevarse la pelota con la mano y no cobró tres patadas muy fuertes -con riesgo para el rival- en la mitad de la cancha. Además, fue el principal responsable en no agilizar el juego y fueron escasas la participaciones de sus dos asistentes, Roberto Reta y Gilberto Taddeo.


EL DT DE LA ACADEMIA VALORO LA ACTITUD DEL SEGUNDO TIEMPO
“Perdimos y hay que bancársela”

SI, CARUSO: ES COMO PARA ESTAR MUY PREOCUPADO...

Caruso no anduvo con excusas, aunque dijo que Racing mereció más

conferencia de prensa: ANUAR PECHE

La cara de Caruso cuando ingresó a la sala de conferencia lo decía todo. Es que tras la caída ante Independiente, el entrenador se mostró amargado, cabizbajo, con los hombros vencidos y la voz casi quebrada. Sin embargo, el técnico afrontó los micrófonos y aseguró que el partido lo planificó bien, pese a que después cambió la línea de tres por una de cuatro; aunque más tarde reconoció que cuando el Rojo convirtió el segundo, el equipo se desarmó por completo y “estuvo perdido” en la cancha. “Me tiré a jugar de esa manera y no me arrepiento”, remarcó el DT de Racing.
“El partido estuvo bien planificado, lo que pasa es que a cualquiera un gol en el comienzo te cambia todo lo que hiciste en la semana. Por ahí estuviste pensando un partido y cuando te hacen un gol te modifica todo. El jugador pierde confianza con el gol. Fue un partido hasta el penal, porque después de ahí cambia un poco la historia porque ya era el 2 a 0. Después el partido se emparejó bastante. El penal que a mí me dejó muchas dudas. Igual hasta que no lo vea de nuevo no puedo decir nada. Sinceramente pensé que iba amonestar a Mareque por simular. Igualmente no es el primer penal que le cobran así a Independiente”, arrojó Caruso Lombardi.
-Después del segundo gol, hubo varios desacoples…
-El segundo gol de ellos, que para mí no fue penal, los golpeó mucho a los jugadores. Ahí el equipo estuvo perdido durante diez minutos en la cancha, y creo que era para que Independiente lo liquide porque quedamos muy mal parados. Es como que el equipo se quedó palmado. Después fue otro partido, mucho más normal. El 2 a 1 fue importante para ir a buscarlo, y luego fueron todas jugadas de Racing. El partido fue muy cortado, y pienso que Independiente resignó todo lo que había hecho y defendió el partido.
-¿Qué reflexión hacés del momento?
-Más allá de que me duele perder, hay otros problemas extras que están sucediendo, por problemas de enfermedades con alguno de los muchachos que laburan conmigo. Son cosas que a uno lo bajonean, pero no hay que echarle la culpa a eso, sino que la culpa se la echás al resultado. No hay que buscar demasiadas excusas; a mí me van a ver siempre, porque no soy de esconderme ante la prensa.
-¿Cuánto influye esta derrota ante Independiente para lo que viene?
-Perdimos y hay que bancársela, es lo que digo siempre. Duele por la gente, porque los jugadores se habían comprometido a darle una alegría. Cuando más o menos queríamos levantar la cabeza del piso, apareció el penal, que lamentablemente nos terminó de cocinar. En el segundo podríamos haberlo empatado, con un poquito más de suerte o por ahí empujando un poco más. Hubo dos o tres jugadas claras, pero no la metimos y por eso nos quedamos sin nada.
-¿Te arrepentís de haber colocado una línea de 3 en el fondo?
-Me tiré a jugar de esa manera y no me arrepiento, porque en la semana lo vi muy bien al equipo. Después el esquema lo cambié en el entretiempo, porque cuando puse a Falcón de 8, lo pasé a Brítez Ojeda de 5 porque Lucero estaba con un golpe importante en el tobillo. Les dije que ponía la línea de 4 porque se sienten más seguros. No quería sacar al enganche, ni jugar con un delantero solo. No me arrepiento, y si te pegan un palo hay que bancársela.
-¿Cuál es tu idea para lo que sigue?
-Voy a seguir igual, ya vamos recuperando a los jugadores lesionados (Yacob y Wagner, entre otros). Hoy estamos tristes porque perdimos, pero con la imagen del segundo tiempo la historia es distinta. Hay que estar enteros y sacar esto adelante, porque si te lamentás no se logra nada. Quiero buscar lo que más le conviene al equipo, por eso lo comento con los jugadores. Si arrancás y te meten el gol, te cambia el panorama. Errores hubo varios, pero a mí me preocupa absolutamente todo, a mí y a los jugadores. Yo creo que en parte los problemas pasan porque hay que convencer a los jugadores. Igualmente nosotros estamos convencidos que estamos por el buen camino.

Fuente: Diario Popular

lunes, 28 de septiembre de 2009

Al Rojo vivo (La Razón)AVELLANEDA DE UN SOLO COLOR… Independiente, con dos goles de Gandín, le ganó 2-1 a Racing y se quedó con el clásico. El Tolo Gallego contestó las chicanas de Caruso, que se hunde allá abajo…

El saber popular resume el concepto: los clásicos se ganan. Los tipos de la tribuna repiten: esta tarde, cueste lo que cueste. El entrenador arenga: hoy no podemos perder. Y hay un equipo que incorpora la idea. Y la lleva a cabo. Y queda al Rojo vivo. Independiente, con dos goles de Darío Gandín, se quedó con el derby de Avellaneda. Dos a uno en el Cilindro con serpentinas blancas y enojos de todos los colores. Con Américo Gallego festejando con sus jugadores, en medio de esa montaña roja, con caretas de diablos en esa cancha que fue un infierno.

Con Ricardo Caruso Lombardi ahogado en su barba y su verborragia, haciéndose cargo de la derrota, pero con citas para su plantel…

Un tiempo le bastó a Independiente para quedarse con la gloria y las tapas de los diarios.

Racing mostró muy poco y no sale del fondo de la tabla. De las dos tablas, claro.

El Rojo del Tolo tuvo un gran arranque en el clásico y antes de la media hora ya estaba 2- 0. En el seg undo período se quedó, Racing descontó, y terminó su friendo. Pero el trabajo ya estaba hecho… El equipo de Caruso Lombardi se adelantó sin mucho criterio, a los pelotazos, pero pese a descontar en el complemento estuvo lejos de complicar a su rival que se fue arrinconando en su arco.

Con este resultado, Independiente estiró su racha de triunfos contra su clásico rival. El Rojo lleva nueve sin caer frente a Racing. Otro que extendió su marca es el Tolo, que como técnico de Independiente nunca perdió un clásico. ¿Será por eso que después lo atendió a Caruso? Estaba al Rojo vivo.

2005
Desde el Clausura de ese año que Independiente no pierde contra Racing. Ya son nueve los partidos sin derrotas para el Rojo.

Frases

Fuente: La Razón