INFO C.A.I. _ 24-02-2013

martes, 29 de septiembre de 2009

“Para nosotros ya es un ídolo” (Olé)
Galeano, Mancuello y Gabbarini, jugadores e hinchas del Rojo, subieron a un pedestal al goleador Gandín.

Independiente puede no jugar del todo bien, terminar sufriendo por no liquidar a los rivales a tiempo, ser un equipo que se consolida a partir de la confianza de los resultados… ¡Pero quién le quita lo bailado! Ya habrá tiempo de trabajar en mejorar de cara al próximo partido ante Tigre. Ayer era hora de disfrute en la vereda más feliz de Avellaneda. De tapas de diarios teñidas de rojo, de rostros felices en la oficina y en la escuela, de cargadas virtuales en la web, de sensación de misión cumplida en el entrenamiento… Y de nuevas idolatrías: con sus dos goles a Racing, Darío Gandín entró en la historia del clásico. Y hasta algunos jugadores, fanáticos de nacimiento como Federico Mancuello, o hinchas por adopción como Adrián Gabbarini y Leonel Galeano, aprobaron a su compañero como el nuevo héroe del club. “Para nosotros ya es un ídolo”, avalaron, mientras alzaban al Chipi frente al fotógrafo de Olé.

“Gandín es un grande. La semana pasada Gallego le había dicho que si él quiere tiene todo para ser ídolo. Hizo lo que le pidieron. No queda otra que felicitarlo”, lo elogia el zaguero, ganador en su primer clásico oficial: “Fue algo increíble, haberlo festejado con los hinchas… No tiene explicación”. También fue el debut en un derby en la elite para el arquero, que vivió “un triunfo soñado. Tanto tiempo de vivir este tipo de partidos en la pensión, en Inferiores, y ahora jugarlo y ganarlo… Y en cuanto al Chipi, se lo merece, la peleó mucho. Ponerse esta camiseta, después de que toda la tribuna te insulte, no es fácil. Y con goles se está ganando a la gente. Está bueno que a un compañero le vaya así. Porque aparte nos sirve como plantel”, resaltó Gabba.

Uno que se está acostumbrando a festejar en Primera es Mancuello: 2-0 en el Clausura, 2-1 ahora… “Dos jugados, dos ganados, je. Me gustó mucho ver que todos lo jugamos como hinchas. En la cancha se vio que todos estaban metidos y concentrados. Fuimos muy superiores en el primer tiempo y, si acertábamos un poco más a la hora de definir, podríamos haber estado dos goles más arriba. Por suerte, lo supimos mantener”. Y también le dedica unas palabras al delantero: “A Gandín hay que agradecerle. Se lo merece como persona. Ojalá Dios quiera que las cosas le salgan igual de bien, como fue con el Tanque Denis en su momento, otro jugador resistido”.

“¿Si me siento como Denis? Ja. No, me faltaaaa. Germán hizo muchos goles, tuvo un año excelente. Ser el goleador sería un sueño. Y por suerte me está tocando convertir seguido. El semestre pasado fui de los más insultados. Y cuando la gente me aplaude al salir, me doy cuenta de que la relación con ellos va mejorando de a poco. Sé que estoy por el buen camino y que puedo rendir más, pero voy tranquilo”, se confiesa el nuevo ídolo, que ya lleva cinco gritos en el torneo. Aunque, si por él fuera, se sacaría el rótulo: “Somos un grupo, me tocó hacer los goles a mí, pero creo que el equipo jugó muy bien, hubo situaciones por todos lados. Aunque tal vez tengan que hacer una vaquita para agradecerme”, se permite el chiste. Eso sí: no le pregunten a cuántos goles quiere llegar… “Tengo mis metas, pero me las guardo. Si tiro un número y no cumplo, marche preso. Me voy a querer matar. Aunque sé que van a venir más”.

Una ocurrencia de Gallego (”Nos parecimos al Barcelona”) causó cierta hilaridad en el grupo. “Que jugamos bien el primer tiempo, puede ser. De ahí a que seamos el Barsa nos falta bastante”, le escapó Galeano a la comparación. “Ojalá algún día lleguemos a eso, por ahora somos Independiente”, marcó terreno Gabbarini. Mancuello se animó al juego: “¿Quién sería cada jugador? Ibrahimovic, Messi, Henry e Iniesta es el Chipi solo, ja. Claro, si ganó el partido él, je. Buenos, algunos lo ayudaron pero lo hizo bien”. Y Gandín recogió el guante… Hasta ahí: “Yo podría ser Henry… Pero porque está pelado como yo, eh. ¡Estoy a años luz de él! Pero que los compañeros hablen así me genera más confianza”. Palabra de ídolo, y de un plantel que festeja.

Demian Meltzer


Quedó sentado

Silvera fue sondeado para la Selección local, pero no pudo sumarse por un golpe en un glúteo.

Andrés Silvera (o Silvani, como confesó Gallego que lo renombró durante la charla del entretiempo) estuvo a un paso de ser llamado por la Selección local que mañana enfrentará a Ghana. Ante las lesiones de Ariel Ortega y de Esteban Fuertes, Diego Maradona pensó en el Cuqui. Se lo comunicaron a Independiente y el domingo por la noche hubo una interconsulta entre los médicos para ver cómo había terminado el delantero ante Racing. Pero como fue reemplazado con un golpe en un glúteo (que ayer incluso lo hizo trabajar diferenciado), desde Ezeiza le bajaron el pulgar a la convocatoria, ya que necesitaban un jugador al 100%.

Así y todo, Silvera estaría en condiciones para recibir el viernes a Tigre. Y si se confirma que Busse sólo sufrió una contractura, por fatiga muscular, en el aductor derecho (hoy se conocerán los resultados de los estudios), Gallego podrá poner los mismos 11 por tercer partido al hilo. Porque ni Tuzzio ni Hilario están aún para volver.


Va a protestar contra Racing

Los dirigentes elevarán una protesta en la AFA porque se sintieron ofendidos por la revista que se distribuye en el estadio del vecino con la autorización de la CD. En ella hay un diccionario del clásico y términos despectivos como “amargo”.


Guapos de barrio

Tolo y Caruso

Gallego, en ganador, siguió con la ironía. Y Caruso, con la herida abierta y desde un lugar incómodo, le tiró con una bomba atómica.

“Si Estudiantes lo agarra a este Racing ahora le hace seis o siete goles, porque cada vez que pisa el área sacás del medio”, tiró el Tolo.

“Por suerte no nos parecemos en nada. Mi mamá me crió de otra manera gracias a Dios”, dijo el DT en Fox Sports.

Nunca se habían enfrentado y su partido duró más que 90 minutos…

Ricardo Caruso Lombardi, con heridas sangrantes, empezó a tirar golpes contra un Américo Gallego al que la sangre, tras ganar, le alimentó el órgano que mejor la funciona cuando la excitación lo supera: la lengua. El Tolo cumplió con su promesa de responder después del partido y fue irónico. El Tano tiró golpes directos. Y mientras el ganador decía que a Racing le dejó “demasiados problemas”, que en la Academia “ven esta camiseta roja y, viste…”, que su equipo más que al Bayern Munich se pareció “al Barcelona”, que “los clásicos se ganan” y que “no hay que hablar antes de los partidos”, el perdedor, tan hemorrágico como verborrágico, se subía a la campera del Tolo y lo hacía bolsa pack. Que para él Gallego “no existe” y no se le quiere “parecer en nada”, que “se desubica” y que el técnico rival “en el segundo tiempo se la pasó pidiendo la hora”. Duro.

Las chispas nacieron el campeonato pasado. Quizá por celos o porque a su equipo le hacían de a cinco mientras Racing marchaba a paso firme, Gallego se mordió más de una vez la lengua para evitar nombrarlo a Caruso. Eran tiempos en los que el DT de Racing regalaba bicicletas, plasmas, ropa y demás productos de ramos generales, y a Américo se le ocurría subir la apuesta: prometió sortear un auto si su equipo terminaba tercero. La movida le salió pésima: ese Independiente no paró de arrastrarse.

El fuego apareció en la semana previa a su primer choque. “Tampoco vamos a jugar contra el Bayern”, se molestaba Caruso. “Más que línea de 3, van a venir con línea de 5, más defensivo”, arriesgaba Gallego. Los dos vivieron el partido sin saludarse ni mirarse. Y cuando se consumó el 2-1, se vio una descarga del Tolo, con insulto incluido y apuntando hacia dónde estaban o el banco o la tribuna local. Y luego lanzó la irónica balacera salando la herida de enfrente.

Ayer volvió a hablar Gallego en radio La Red. Sin hacer referencia directa a Caruso Lombardi. Pero a Ricardo le hizo ruido una frase de Gallego que necesita un contexto, ya que hablaba de la falta de definición que tuvo el Rojo: “Hay dos equipos que hacen la diferencia: Estudiantes y Vélez. Si Estudiantes lo agarra ahora a este Racing le hace seis o siete goles porque cada vez que te pisa el área, sacás del medio. Y yo quisiera que Independiente haga lo mismo”, explicó el DT. ¿Puro fútbol o fútbol con ironía en el medio? Caruso eligió la segunda opción y, en Fox Sports, vomitó un monólogo… “Si dijo eso de Estudiantes, ¿por qué no le hizo siete goles él? Se piensa que inventó el fútbol. Si yo llegara a hacer la mitad de lo que dice o hace, ¿sabés cómo termino? Cuarenta metros bajo tierra. Si está caliente por otra cosa y se engancha cuando le meten púa… Qué me tiene que contestar si nunca hablé de él. Para mí no existe. No me quiero parecer en nada a él”. Gallego eligió no responder. “Caruso está distrayendo la realidad porque está comprometido. Y así se habla de esto y no de lo que hace mal”, definieron en su entorno.

Caruso quedó contra las cuerdas, tirando golpes. “Si lo empatábamos, no sé qué hubiera hecho. Cuando iba perdiendo con Vélez ya estaba con el bolso en la puerta. Acá respetan mucho por la trayectoria. Pero eso no significa que venga a verdugüearme. Soy bueno, pero no tonto”. concluyó.

Uno ironizando desde el currículum; el otro golpeando desde el dolor. En el barrio aparecieron dos guapos que juegan su propio clásico, que no da puntos ni engorda el promedio. Sí: que de poco sirve.

FACUNDO DE PALMA


No siempre gana el que pega más duro

FACUNDO DE PALMA

Gallego estuvo molesto por lo mal que le iba a su Independiente y por lo bien que le iba al Racing de Caruso. Al Tolo hay que entenderlo desde los resultados. Por eso, previo al clásico, no habló de pronósticos ni vaticinó victorias. Enfrente, sí. Porque Caruso también es ganador y odia perder. Y llegó herido al derby. Por eso quiso agrandar el ego de su tropa. El Tolo se asomó al clásico con más oxígeno y, en la previa, se mordió la lengua y prometió hablar tras el partido. Y ahí, con el viento a favor, se despachó. Irónico y folclórico, con chicanas pero sin agresión directa. Al Tano, en cambio, le salió todo al revés: puso un equipo que no lo convencía, las piñas futboleras le llegaron y, desde la impotencia, reaccionó. Tiró más golpes, pero sigue al borde del nocaut.


Es terapéutico

Gallego contó que pensó en Racing recién el domingo por recomendación de su psicólogo.

Hombre que siempre sorprende, el Tolo Gallego confesó algo inédito. “Recién pensé en Racing el día del partido. Había hecho terapia y hablé bastante de por qué tengo que estar toda la semana pendiente de un rival. Y me sirvió hacerlo el último día”, aseguró en radio La Red. Y amplió un faceta que se desconocía: “Es un cambio personal. Por eso no me fue tan bien en México, porque por teléfono no era lo mismo hablar con mi terapeuta”. A no confundir, el técnico no le da poderes de brujo al psicólogo. “No es que hemos ganado por eso. Simplemente estábamos en ganadores, los motivé muy bien y les dije que tuvieran libertad”. Volviendo al especialista, también contó que no le gustan mucho sus declaraciones: “Me caga a pedos porque me paso de líneas. Y ahora hablo de otra manera”. Menos mal…


Leche hervida

Caruso ya acumula tres peleas contra sus colegas: Cagna, Gorosito y Roldán. Reacciona siempre.

Es fácil hacer entrar a Caruso Lombardi. Tipo sanguíneo, el técnico de Racing salta ante la mínima provocación. Este cruce con Gallego no fue su única pelea de fondo. El primero se dio con Diego Cagna, quien se enojó porque Caruso había dicho que a Tigre lo había armado él. Choque de ida y vuelta, la relación quedó tensa. El segundo match, con Néstor Gorosito, fue sangriento. Pipo también se molestó porque Caruso se colgó las medallas de la formación del plantel del Bicho y habló. La respuesta de Caruso, tras ganarle 1-0 a River, fue contundente: “Estoy contento porque el bien triunfó sobre el mal”. El último encontronazo, aunque leve, se dio con Carlos Roldán, quien dirigía a San Martín de Tucumán. “Yo nunca empiezo. Pero si te metés conmigo, salto”, se justifica Caruso. Por algo le dicen Tano.

Fuente: Olé

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