INFO C.A.I. _ 24-02-2013

domingo, 6 de diciembre de 2009

Boca 1 - Independiente 2
Torneo Apertura 2009
BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Independiente lo dejó sin nada a Boca sobre el final
(Diario Popular)
El Xeneize no acertó frente al arco y lo terminó pagando caro

Sobre la hora, Independiente se encargó de darle a Boca un nuevo cachetazo. Había estado más cerca el Xeneize, pero no tuvo puntería. El Rojo llegó menos, pero tuvo mayor eficacia y después de 13 años logró ganar en la Bombonera. Aún tiene una leve esperanza de entrar a la Copa, aunque morirá hoy si gana Newell’s. Pero al menos se llevó la gran alegría de ganarle a todos los grandes en este torneo, y como visitante. Boca no anda derecho, no hay nada que hacerle.

En el primer tiempo se dio un partido abierto, con juego rápido y con llegadas de los dos lados. Un poco mejor Boca, a través del juego de Gaitán, que arrancó por el medio como enganche y terminó por derecha, callejón desde el cual generó los mejores avances del Xeneize. Si bien el primero que pegó fue Silvera, con un cabezazo que Abbondanzieri sacó al corner, Boca se paró mejor en la cancha. Puso a los dos tanques arriba -Palermo y Viatri-, con la intención de que Gaitán e Insua los alimenten y salió bien por momentos. Lo tuvo dos veces Viatri, primero tras un desborde y centro atrás de Gaitán y después, tras una pared entre Gaitán y Palermo. Las dos veces, el delantero tiró desviado.
Independiente encontraba espacios para llegar por las bandas con Martín Gómez y sobre todo con Mancuello, que por izquierda complicó a Ibarra. Aquel cabezazo de Silvera del comienzo fue obra de un centro suyo y cuando promediaba el primer tiempo, armó una gran jugada que terminó en un fuerte disparo y una muy buena atajada de Abbondanzieri. Pero después se quedó el volante y Boca tuvo respuestas: contestó con un cabezazo de Palermo que dio en el ángulo luego de otra jugada de Gaitán. Daba la impresión de que Boca estaba más cerca, pero a los 25 minutos, el que acertó fue Independiente: Busse abrió hacia la derecha para Martín Gómez, llegó el centro pasado, entró Silvera por el segundo poste, conectó de zurda y venció al Pato. Un minuto después otra vez lo tuvo Palermo de cabeza, tras otra acción de Gaitán, pero su envío se fue por arriba del travesaño.
En los últimos quince minutos de la etapa se bajó un poco el ritmo del partido. Independiente pudo controlar un poco mejor el juego ofensivo de Boca, aunque el resultado era totalmente incierto debido a que los dos habían mostrado en su hora capacidad para desequilibrar. Boca tuvo menos puntería que el Rojo y por eso, la visita se fue al descanso en ventaja.
Boca intensificó su ataque en el segundo tiempo, mientras que Independiente salió con Piatti por Mancuello, un cambio que varió la disposición táctica del equipo en el terreno de juego, porque Piatti se paró en el medio, cerca de Acevedo. En Boca ingresó Mouche por Viatri -lesionado en una rodilla-. Y Boca fue. A los 8, Gaitán entró solo por izquierda y tiró apenas afuera. A los 10 empató: Palermo a Gaitán, desborde, centro al medio y gol de Mouche. Después lo tuvo Palermo solo y salvó Gabbarini y enseguida, Mouche se encontró solito, sin arquero… y su tiro dio en un poste. Independiente aguantaba como podía.
Boca intentó hasta el final, pero la lesión de Gaitán le quitó su arma ofensiva más peligrosa. En cambio, Independiente se guardó una carta para el final: apareció a los 42 minutos Silvera, bajó la pelota con clase y con un toque perfecto lo dejó solo a Piatti, que se metió entre los centrales y definió ante Abbondanzieri. Dos a uno para Independiente, que todavía se aferra a una leve esperanza copera. Boca sufrió un golpe más.

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Sintesis del partido

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Claves Boca - Independiente

MAYOR EFICACIA
Independiente tuvo la eficacia de la que Boca careció. Anotó un gol en el primer tiempo cuando se las veía mal y ganó oxígeno. Y sobre el final, tras varias salvadas en su arco, definió el clásico.

BOCA PUSO TODO
Boca metió, buscó por todos los caminos y generó muchas situaciones frente a Gabbarini. Algunas las desperdició hasta con el arco vacío. Jugó con ambición, con ganas de ganarlo. Pero no se le dio.

FALTO PUNTERIA
El principal problema de Boca fue la falta de contundencia en el área contraria. Contó con varias chances, pero las malogró y al final no consiguió mantener ni siquiera el empate.

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Laverni, flojito

El arbitraje de Saúl Laverni (4) no fue bueno ni mucho menos. Tuvo varias “perlitas”, producto del manejo antojadizo que realizó del reglamento. No amonestó a Krupoviesa por una fuerte falta contra Tuzzio. Tampoco a Mareque por tomarlo de la camiseta alevosamente a Gaitán. Le mostró la amarilla más tarde por otra falta, que hubiese significado la roja si antes lo hubiera amonestado. Se quedó corto con la amarilla de Morel Rodríguez a Busse: fue una zancadilla desde atrás sin ninguna intención de buscar la pelota, cuando el de Independiente se iba solo.

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CLASICOS

Independiente se dio el gusto de ganarles a los otros cuatro grandes.

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Analisis táctico
La ambición de Basile cayó frente al plan de Gallego

DARIO GANDIN LA PELEA APAREADO CON EL CENTRAL GABRIEL PALETTA.

El Rojo apeló a su sagacidad para lastimar oportunamente

No sólo el honor estaba en juego. Para los entrenadores, de un lado y del otro, era una prueba de templanza muy valiosa de cara a un futuro no muy lejano. Y, desde ese plano, Basile y Gallego planearon el partido sin alejarse demasiado de los ejes tácticos que identificaron habitualmente sus planteos.
El Coco eligió, en comparación con el choque frente a San Lorenzo, sumar más compañía ofensiva para Palermo. Viatri ingresó como titular -en reemplazo de Monzón, que había sido carrilero sobre la izquierda- para ubicarse como socio de área del goleador; de esta manera, Gaitán debió retroceder algunos metros, parado inicialmente sobre la izquierda pero con una temprana rotación a la derecha, desde donde generó su mejor producción como asistente de Palermo.
La otra variante xeneize no fue táctica sino nominal. Paletta ingresó en lugar de Cáceres (quien es muy difícil que siga en Boca) pero respetando la línea de cuatro habitual. Insua fue un claro enganche, Medel el volante derecho y Rosada se encargó de la recuperación y la batalla en el medio.
Del lado de Independiente, Gallego se quedó sin Piatti -habitualmente socio de Acevedo en los arrabales del círculo central desde donde se desprende para alternar con Busse las proyecciones por derecha- y ubicó en su lugar a Martín Gómez, casi como un wing derecho pero con poco desborde a fondo y sí centros desde la altura del área que le dieron resultado favorable (de uno de ellos llegó el 1 a 0).
Cuatro en el fondo, Mancuello bien abierto en la izquierda, Busse sobre la derecha, Gandín como enganche y Silvera referencia clara en el área.
Esa pulseada le dio mejor resultado a Independiente que se fue al descanso en ventaja, aunque en la balanza de los méritos los dos acumularon virtudes con estrategias similares: abrir la cancha para ser profundos. Boca lo consiguió con Gaitán por derecha y el Rojo con Gómez de un lado y Mancuello del otro.
Cuando arrancó el complemento, Basile mandó a Mouche por Viatri (que se lesionó) y mantuvo la misma idea, con la intención de generar una mayor asistencia en favor de Palermo. Mientras que Gallego recurrió al ingreso de Piatti variando en parte el dibujo inicial porque sacó a Mancuello (lo tiene de punto) y le sumó colaboración a Acevedo. Gandín se recostó un poco más sobre la izquierda y especuló con el adelantamiento del rival. Y acertó.
Boca logró el empate en el inicio del segundo tiempo y terminó el juego con mayor volumen de ataque, pero el ingreso del Patito Rodríguez que, sobre la izquierda hizo estragos, terminó siendo fundamental para el triunfo rojo.

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El Rojo venció a la mala fortuna

Volvió a ganar en La Boca tras trece años. La última vez fue con Menotti contra Bilardo

Para el Rojo, la Bombonera ha dejado de convertirse en todo un karma, ya que llevaba trece años sin poder imponerse allí, clásicos que habían arrojado ocho victorias boquenses y cuatro empates. Ayer parecía que era el día y así efectivamente fue. Independiente no vencía en La Boca, desde aquel 8 de octubre de 1996, por el Apertura de ese año, en donde se impuso por 1 a 0, con gol de Panchito Francisco Guerrero, en un partido que estuvo teñido por la polémica.
Eso fue, en aquel recordado duelo que tuvo sentados en el banco de los suplentes a Carlos Bilardo y César Menotti, técnicos en aquella oportunidad de Boca e Independiente respectivamente. Además, Américo Gallego consiguió que su equipo se impusiera ante los otros cuatro grandes y que, como ocurrió hace también trece años, ganara tanto en el Monumental como en la Bombonera.
Afuera de ultima
Llamó la atención la ausencia del volante Ignacio Piatti, detalle que sorprendió a propios y extraños, al llegar a la Bombonera. Después de tantas idas y vueltas, al final Nacho no fue de la partida. Como se sabe, el jugador arrastra una entorsis en su tobillo derecho y en la semana se lo tuvo entre algodones, con un régimen diferenciado de entrenamientos y trabajos kinesiológicos y con relativas posibilidades de estar. De todos modos, sobre el final de la semana, habida cuenta de que había observado una mejoría, se dijo que iba a estar en el clásico.
Pero al final, cuando lo probaron en el hotel, antes de partir a la cancha, volvió a mostrar signos de dolor y se decidió excluirlo del partido clásico y que en su lugar, saltara a la cancha como titular Martín Gómez y el ex jugador de Chacarita y Gimnasia, ocupó un lugar en el banco de suplentes, ya que los concentrados por Gallego, fueron solamente dieciocho. A pesar de que la Reserva (ver aparte) no se disputó, se decidió que Piatti fuera al banco de relevos y el volante, entró para jugar el segundo tiempo y sobre el final, definió el clásico con un golazo.
HOMENAJE.- El próximo martes 15, a las 19.30, en el ex palacio municipal de Avellaneda, al 300 de la avenida Mitre, se realizará un homenaje a a los 25 años de aquel equipo que ganó la Copa Intercontinental en Japón, al vencer por 1 a 0 al Liverpool con aquel gol de José Percudani, en aquel recordado equipo que conducía el Pato José Omar Pastoriza.
En otro orden de cosas, Independiente volverá a entrenarse hoy, por la tarde, de cara al partido del martes a las 21.15, ante Argentinos Juniors, en Avellaneda, por la 18va. fecha del Apertura.

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DUELO DE CAMPEONES

Aquella última victoria de Independiente sobre Boca, en la Bombonera, fue recordada como el duelo de los dos técnicos que sacaron campeón a la Argentina.

Fuente: Diario Popular

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Independiente mostró oportunismo para estirar el mal momento de Boca
(La Nación)
En la Bombonera, el conjunto de Gallego se impuso en un clásico emotivo, con goles de Silvera y Piatti, y le dio otro golpe al ciclo de Basile

La realidad es que Boca está muy mal. Ahí anda, errante por el medio de la tabla, con victorias y derrotas repartidas por igual, lejos de la lucha desde hace un buen rato, con producciones que pueden mutar por completo de un partido al otro. O dentro de un mismo partido, como se vio anoche en la Bombonera, en una incertidumbre que envuelve al ciclo de Alfio Basile. La derrota fue otro golpe para el Coco, que al cierre de esta edición se reunía con el presidente Amor Ameal para definir su situación (ver pág. 5).

Puede entenderse que estuvo bien el triunfo de Independiente por 2-1. Porque el equipo de Basile volvió a mostrar ese desorden generalizado que lo acompañó durante todo el campeonato, y el Independiente de Gallego, con algo de consistencia y mucho oportunismo, capitalizó al máximo esas falencias para llevarse tres puntos que lo dejan en el tercer lugar del campeonato.

Pero, al mismo tiempo, puede ser que Boca no haya merecido irse derrotado, a partir de la evidente mejoría que mostró de un tiempo al otro, con un cambio dispuesto por Basile que varió una endeble propuesta inicial por las ganas y el ímpetu para estar a tiro de una victoria que parecía muy distante en el comienzo, y que se hizo caída casi en el último suspiro. Pero a este Boca no le sale nada bien, y al fin de cuentas, lo que desequilibró fue que el local volvió a dejar abierta la puerta del fondo. Y por allí se metió Independiente para quedarse con el festejo.

El clásico se dio desde el comienzo en un contexto abierto, con muchas llegadas de un lado y del otro. En los primeros minutos, apareció la impresión de que el Rojo era un poco más, con el mando que imponía Acevedo en el medio, más los desbordes de Gómez por el sector derecho, ganando con facilidad las espaldas de Krupoviesa.

Esos errores en el fondo contrastaban con el enorme despliegue de Nicolás Gaitán por ambos andariveles, pero más desequilibrante cuando se recostó sobre la derecha, a modo de atacante externo. Por ese lado asistió en un par de oportunidades a Palermo, pero el Titán sigue de mala racha, en una serie de siete fechas sin festejos; primero, estrelló un cabezazo en el travesaño, y un rato después, elevó su remate desde una excelente posición. Pero Gómez, con un centro preciso, y Silvera, con un toque certero y sin marcas, desnudaron los problemas que tenía Boca atrás.

Mouche entró por el lesionado Viatri, se asoció con Gaitán y Boca cambió de imagen; ganó en vértigo en el ataque y volcó el juego sobre el sector de Tuzzio. Por allí se escapó Gaitán para enviar el centro que Mouche empujó a la red. Pudo ponerse en ventaja con una salvada con aroma de milagro de Gabbarini frente a Palermo; se le ahogó el grito con un remate de Mouche que rebotó en el poste derecho.

Pero el equipo de Basile se descompensaba en esa búsqueda, y dejaba cada vez más espacios y separación entre las líneas. Rodríguez dio el aviso con un remate que rozó el palo izquierdo, pero el local no escuchó la alarma, y Piatti, con una precisa definición, dejó otra vez a Boca cargado de preocupación.

Por Ariel Ruya
De la Redacción de LA NACION

Fuente: La Nación

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Independiente no perdonó a Boca y su escasa definición (Clarín)
EL EQUIPO DE BASILE ACORRALO AL DE GALLEGO PERO NO SUPO DESEQUILIBRAR Y EL ROJO LO GANO A TRES MINUTOS DEL FINAL

Una muy buena jugada que culminó Piatti liquidó el clásico. Silvera y Mouche, los otros goleadores.

Menos mal que el de Boca fue nuevamente declarado estadio cardioseguro! ¡Menos mal que hay muchos desfibriladores a mano en toda La Bombonera. Porque este Boca infarta! Ataca y ataca pero los goles los hacen los otros. Porque merece ganar pero los tres puntos se los llevan los de enfrente. Independiente se vio acorralado pero ganó y hasta sueña con una remota Copa Libertadores. Porque con un gol en el final de Piatti, se llevó todo y dejó a Boca nuevamente con las manos vacías.
La idea de Alfio Basile para rodearlo de la mejor manera a Martín Palermo quedó evidenciada con el 4-3-3 con que Boca salió a afrontar el clásico con Independiente. El manejo de la pelota quedó a cargo de Insúa, mientras que junto a Palermo se movió Viatri y Gaitán se acomodó por la derecha, bien contra la raya, como un extrema tradicional.
¿Cuál fue la respuesta de Independiente ante este esquema? Un 4-4-1-1 rabioso, con Silvera como único punta, Gandín tiradito hacia atrás flotándole a Rosada, Busse y Acevedo como mediocampistas internos más Gómez y Mancuello en el ida y vuelta por los costados.
Luego de un par de llegadas muy claras de entrada -un cabezazo de Silvera que bloqueó Abbondanzieri y un centro de Gaitán que no resolvió bien Viatri-, Boca empezó a hacerse peligroso por la multiplicidad de sus variantes ofensivas. Con un volumen de pases poco frecuente y una reconfortante idea de jugar en equipo, los de Basile se plantaron cerca de Gabbarini y dejaron volar la esperanza de que el primer grito no estaba demasiado lejano.
Pero, en este Boca siempre hay un pero. Así como en este primer tiempo atacó bien, su pecado, otra vez, fue dejar atacar al rival. Por eso a los 35 minutos, Gómez enganchó hacia adentro frente a Krupoviesa, despachó un buen centro, Paletta miró la pelota olvidándose del hombre y Silvera definió de zurda, cruzando el impacto.
Luego, Palermo mandó otro cabezazo por arriba, Mancuello eligió el arco cuando un centro parecía ser más oportuno y Viatri malogró una chance más para que el encuentro no decayera en intensidad cerca de los arcos.
Para iniciar el complemento, Basile mandó a Mouche a la cancha en lugar del lesionado Viatri. Así, con Mouche como puntero izquierdo, Boca descubrió las flaquezas del visitante por la costilla custodiada por Tuzzio.
Y en pleno dominio boquense, Gaitán asistió a Mouche y el veloz delantero empató el clásico con el arco vacío.
Boca no claudicó en su búsqueda del triunfo y dispuso de una oportunidad clarísima, cuando en hermoso contraataque se juntaron Mouche, Palermo y Gaitán para que éste estrellara su remate en un poste.
El infortunio de Boca con las lesiones no parece tener fin y por eso debutó Lucas Pratto en Primera. Y más infortunio, como si le estuviera haciendo falta un brujo, tuvo cuando se juntaron Acevedo, Silvera y Piatti para que el ex mediocampista de Gimnasia resolvieran sabiamente ante el achique del indefenso Abbondanzieri.

Por: Miguel Bossio
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INDEPENDIENTE LE GANO A LOS CUATRO GRANDES DE VISITANTE EN EL APERTURA
Cuatro triunfos clásicos, un lujo para muy pocos

ROJOS DE ALEGRIA. BUSSE ABRAZA A SILVERA Y SE ACERCA MANCUELLO, MUY CERCA DEL TOLO GALLEGO Y DE NUÑEZ..

El póker de éxitos se completó anoche. Antes había superado a Racing, a River y a San Lorenzo.

Más de un hincha de Independiente se tomó la cabeza al enterarse del fixture de este Apertura que marcaba visitas nada menos que a Racing, River, San Lorenzo y Boca. Complicado parecía el panorama, entonces, en el amanecer del torneo. Como para que más de uno evidenciase signos de preocupación.

Pero el equipo de Américo Gallegó no sólo pasó de manera excelente su calendario como visitante ante los otros cuatro grandes -les ganó a todos- sino que, a dos fechas del final del Apertura, mantiene chances matemáticas de quedarse con el título y de clasificar a la Copa Libertadores. Claro que esas ilusiones podrían esfumarse hoy mismo en caso que Newell’s le gane a Arsenal.

¿Qué necesita Independiente para concretar el milagro? Que Newell’s sume 1 punto o menos, que Banfield no sume puntos y que Vélez no gane sus tres partidos. Muy díficil, muy improbable, pero habrá que aguardar.

Con respecto a su racha arrolladora ante los demás grandes, la serie arrancó en la sexta fecha cuando Independiente festejó en Avellaneda con el 2 a 1 sobre Racing. Darío Gandín convirtió por partida doble, la segunda al convertir un penal. En la octava fecha la visita fue al Monumental y ahí el Rojo le ganó a River 3 a 1, con goles de Darío Gandín, Andrés Silvera e Ignacio Piatti. En la decimocuarta jornada, Independiente paseó su fútbol demoledor por el Nuevo Gasómetro: Darío Gandín, Martín Gómez y Leonel Núñez sellaron el 3 a 0 sobre San Lorenzo.

Anoche, el conjunto del Tolo Gallego ratificó que es una visita molesta para los grandes. Arrancó desparramando abrazos con el gol de Andrés Silvera, en el primer tiempo. Después sufrió bastante en el segundo tiempo, Pablo Mouche empató el partido y Boca se acercó demasiado al triunfo. Tuvo varias chances para quedarse con los tres puntos. Sin embargo en los instantes finales, Independiente tuvo la frialdad y certeza indispensables para volver a gritar fuerte en casa ajena: Andrés Silvera habilitó a Ignacio Piatti para abrochar un 2 a 1 que desató una loca celebración de parte de los hinchas ubicados en la tercer bandeja de la cancha de Boca. Justamente en esa escenografía Independiente no ganaba desde el 3 de noviembre de 1996, cuando se impuso 1 a 0 con gol de Francisco Panchito Guerrero.

Por: Adrián Casaccio
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EL VOLANTE ESTUVO EN EL BANCO POR PRECAUCION, ENTRO Y DEFINIO EL PARTIDO
Piatti no iba a jugar y fue decisivo

LA FRUTILLA DEL POSTRE. PIATTI SE PERFILA PARA SEÑALAR EL DEFINITIVO 2 A 1.

Ignacio Piatti, el héroe de Independiente, el jugador que le puso la puntada final a la gran noche roja, el disparador del grito más estruendose de la noche, estuvo a punto de perderse el partido.

Al ex volante de Gimnasia y Esgrima La Plata le había tocado quedarse afuera de la formación titular de Independiente apenas unas horas antes del inicio del clásico. Piatti, que iba a retornar tras un parate fozado por un esguince de tobillo derecho, realizó unos movimientos físicos en el hotel donde se concentra el plantel dirigido por Américo Gallego. Al sentir unas molestias se lo preservó y fue al banco.

Ingresó en el inicio del segundo tiempo, reemplazando a Federico Mancuello, y estuvo en el momento y el lugar justos para ponerle el moño a la gran jugada de Andrés Silvera y convertir el segundo y decisivo gol de Independiente. Cuando Piatti recibió la habilitación de Silvera, Roberto Abbondanzieri salió para achicarle el ángulo de remate, el volante hizo un amague y lo dejó descolocado al arquero quedándole el hueco libre para rematar al gol.

Luego declaró que “el segundo tiempo se hizo realmente muy difícil porque Boca se nos venía por todos lados. Pero nosotros siempre tratamos de hacer nuestro juego. Tuvimos orden para defender y fuimos efectivos cuando se nos presentó la oportunidad de convertir. El que hace más es el que gana. Estoy contento en lo personal, pero mucho más en lo colectivo. Ahora tenemos que tratar de ganar los seis puntos en juego”.

Fuente: Clarín

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Al final, el Rojo puso nocaut a Boca (Diario Crítica)

En un partido reñidísimo, el Xeneize ganaba por puntos, pero Independiente embocó el último golpe Fue 2-1. Abrió la cuenta Silvera, en el primer tiempo. A los 10 minutos del segundo igualó Mouche y a los 42 lo definió Piatti.

Juan José Becerra
Boca e Independiente. No pongamos el trillado versus entre las dos grandes potencias argentinas que tantas veces han triunfado en el exterior y tantas otras han tenido que añadirle estantes a sus vitrinas encopadas. Pero hoy son casi partículas de la misma lágrima que lamenta llegar a las últimas fechas del torneo sin expectativas a la altura de sus historias.

Tal vez por eso, el primer tiempo fue muy bueno. Arreciaron situaciones de riesgo no solo en las áreas: también en los arcos. El equipo de Basile montó un sistema de vigilancia agresiva casi sobre los guantes de Gabbarini. Con los alfiles extra large Palermo y Viatri, Gaitán como tercero fantasma y no sólo las llegadas del Pocho Insúa sino también las de Medel y hasta las de Rosada, Boca jugó su primera mitad en estancia contraria. Armó llegadas masivas y vistosas que no fueron acompañadas por la fortuna, pero su fútbol quedó bien parado en la primera memoria de partido.

Independiente también buscó armar escenas de ataque, pero lo hizo con algunas interrupciones ocasionadas por el hecho de que se le hacía difícil salir, recostado sobre sí mismo por la presión multidisciplinaria de su rival. Pero cuando la pelota pasaba esa primera línea de obstrucción, una salida de garage sobre la que Boca estacionaba su semirremolque, sus llegadas se hacían más francas e inquietantes para Abbondanzieri, quien sacó dos pelotas de gol: un cabezazo de Silvera y un zurdazo en escalada de Mancuello, definiciones que llegaron por la franja izquierda, afectada a medias por la vigilancia de Ibarra.

Pero no se distraigan. Las llegadas del visitante habrán sido en gran medida por la izquierda pero el gol llegó por la derecha. Se escapó Gómez por su lado, enganchó frente la figura más bien estática de Krupoviesa (en posición de grulla), y mandó un gran centro a espaldas de Paletta que Silvera conectó arrojándose con la punta de un botín hacia delante y convirtió en realidad su sueño y la pesadilla de Boca, que basta que se preste con generosidad a un intercambio de ataques para que le vaya mal.

Pero a Boca no le importó el traspié parcial. Había tenido y desaprovechado varias oportunidades, incluyendo un cabezazo controlado de Martín Palermo que dio en la costura de un palo y el ángulo, y siguió teniendo otras, además de la pelota, que hacía circular con calma y siempre hacia delante. Es cierto que el partido tenía algo de kilómetro cero, como esos clásicos que se juegan en Mar del Plata y en los que ganar o perder no se traduce del todo en ganar o perder (todos los partidos de enero son conceptualmente un largo empate), pero la diferencia con este Boca- Independiente es que aquí se jugaba por algo, aunque ese algo fuese el deseo honroso de jugar bien.

Con esa buena imagen salieron a jugar la bolilla que faltaba. Y todo siguió igual. Las tribunas siguieron inflamándose de “¡Uh!”, que los coros extasiados cantaban cada dos o tres minutos. En eso empató Boca. Palermo peinó un pelotazo, el maravilloso Nicolás Gaitán escapó por la izquierda y le sirvió a Mouche un centro tanto o más hermoso que Luli Fernández, por nombrar una belleza argentina cualquiera.

A esta altura de la noche, una altura muy elevada en emociones y satisfacción formal, la pregunta era: ¿a quién le importa cómo va el partido? Qué importa si van 5 a 5 o 0 a 0. Después del empate pasó de todo: hubo calambres, atajadas milagrosas, tiros en los palos, caños, etc. De pronto, una idea se abre a la luz de los hechos: qué pasaría si los partidos de fútbol se definieran por puntos. Pero justo en ese momento llegó el gol de Piatti luego de una pared con Silvera ejecutada con comodidad en el corazón de la defensa local. Faltaban dos o tres minutos que no pasaban nunca. Hasta que pasaron. El clásico se inclinó a favor de Gallego y su equipo, y en contra de Boca. Esta vez no fue un acto de justicia por parte de lo que llamamos realidad, aunque jugar bien también es una realidad, en este caso romántica, pero mucho más llevadera que la de perder jugando mal.

Triunfo en la Bombonera después de 13 años

Además de quedar tercero en el Apertura, Independiente ganó anoche en la Bombonera después de 13 años, algo que no hacía desde el Apertura de 1996, cuando superó al Xeneize en su casa con un gol de Franciso Guerrero. La definición de Andrés Silvera y el golazo de Ignacio Piatti sirvieron para cortar una racha maléfica.

Aquella tarde de la última década del siglo XX –en la que todavía los de Avellaneda lideraban el historial de enfrentamientos– sucedió un choque de estilos entre dos campeones del mundo: el Rojo estuvo dirigido por César Luis Menotti, mientras que en el banco de los locales se sentó su acérrimo rival, Carlos Salvador Bilardo.

El duelo entre diablos y bosteros tiene una curiosidad: desde sus días fundacionales, Independiente siempre tuvo de “hijo” a Boca. En 1989, el Rojo le llevaba ocho partidos de ventaja (la máxima diferencia), pero a partir de ese momento, el Xeneize empezó a descontar la brecha hasta darla vuelta completamente.

Hace poco, como para ratificar esa tendencia, Boca acumuló un invicto de ocho partidos (seis triunfos y dos empates) que se rompió el torneo pasado, cuando Independiente le ganó con dos goles de Daniel Montenegro en la cancha de Huracán. Ahora, aunque aún está cinco encuentros por debajo, el Rojo sumó dos triunfos seguidos.

Fuente: Diario Crítica de la Argentina

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
A Boca le aguaron la fiesta (Página 12)

INDEPENDIENTE LO DERROTO EN LA BOMBONERA POR 2-1 SOBRE EL FINAL

El xeneize perdía, lo empató y tuvo varias chances como para ganarlo, pero no supo definirlo. Y el rojo no se quedó atrás, arremetió en los últimos minutos y se llevó el triunfo que le permite soñar con su ingreso a la Copa Libertadores.

Con goles de Silvera y Piatti, Independiente derrotó ayer por 2-1 a Boca en la Bombonera y, faltando dos fechas para el cierre del Clausura, todavía sueña con meterse en la próxima edición de la Copa Libertadores. Para Boca anotó Mouche, habilitado por Gaitán, que fue la figura y debió irse lesionado.

Apenas comenzó el encuentro, Independiente obligó a Abbondanzieri con un cabezazo de Silvera. Pero eso no frenó a los locales, que con un buen planteo del medio hacia adelante buscaron ser protagonistas. La clave era Gaitán, quien en una noche de buen juego, enseguida encontró el camino para arrimar peligro al arco de Gabbarini. Tuvo el gol Viatri, luego de una buena pared entre Gaitán y Palermo, pero su remate a colocar se fue apenas por arriba.

El partido se abrió de golpe. Y fue Independiente, que había avisado con un violento remate de Mancuello, quien se puso en ventaja cuando, tras un centro de pibe Gómez –de buen juego por la franja derecha–, Silvera se arrojó para, a los 25, poner el 1-0 con un zurdazo cruzado.

La reacción de Boca, que quiso hacer de cuenta que no había sentido el golpe, no tardó en llegar. Palermo estrelló un cabezazo en un palo luego de un centro de Gaitán y en el rebote Insúa probó desde afuera pero su remate fue a las manos del arquero; un minutos después, el goleador metió un cabezazo frontal que se fue apenas por arriba del travesaño.

El Rojo, después del gol, pareció querer bajar los brazos, regular, pero con esa actitud terminó cediéndole la iniciativa y el control a Boca.

La ventaja de Independiente duró hasta el minuto 54, cuando Gaitán desbordó por la izquierda y sacó un centro para que Mouche, que había ingresado por Viatri, pusiera el 1-1 con un toque de derecha frente al arco vacío. A partir de ahí, el partido cambió.

El Rojo se fue a la carga y pudo volver a ponerse en ventaja con un despeje de Krupoviesa que no se metió en su propio arco por centímetros y después con un remate violento de Tuzzio, luego de una serie de rebotes e imprecisiones en el área boquense, que pasó raspando el palo.

Es cierto que lo pudo haber ganado Boca con un remate de Palermo, tras una gran habilitación de Insúa, pero el arquero Gabbarini desvió al corner. Y lo volvió a tener sobre el final, tras un pase de Gaitán –que debió dejar la cancha lesionado– y un toque de Palermo para Mouche, que terminó estrellando su remate en un palo.

Independiente arremetió en el final: Rodríguez estrelló un remate contra el palo izquierdo de Abbondanzieri y, unos minutos después, habilitado por Silvera, Piatti definió dentro del área con un toque de derecha para poner el 2-1 final.

Ficha del partido

Fuente: Página 12

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
El día que Piatti fue Bati (Olé)
Nacho entró en el segundo tiempo, se volvió a disfrazar de goleador como su gran ídolo y le convirtió al equipo que tanto lo buscó en el 2008. Y lo festejó con beso.

Lo pedía con insistencia Carlos Ischia. Era el refuerzo que quería sí o sí a mediados del 2008, para la temporada 08/09. Se hablaba de 3.500.000 de dólares más el pase de un jugador. A él, en Gimnasia, lo seducía Boca. Pero también sabía que le quedaba un año de contrato y luego el pase sería suyo. Y no hubo arreglo, a pesar de su simpatía de chico por el club que lo tentaba. Un año después, en vez de enfilar para La Boca, su carrera fue para Avellaneda y se puso los colores de Independiente. Y anoche, la historia se cerró: Ignacio Piatti definió el clásico en la Bombonera y festejó besando la camiseta.

Con cuatro goles en el torneo, siempre con definiciones de delantero, de pibe Nacho jugaba de número 9 y quería ser como su ídolo Batistuta. De hecho, a su hijo lo llamó Gabriel en honor al goleador de Boca, la Selección, Fiorentina y tantos otros clubes. En este torneo, ya le había marcado a Godoy Cruz, River y Colón (dos), pero no llegó bien al clásico en la Bombonera, por un problema en el tobillo que arrancó contra San Lorenzo, siguió ante Banfield (jugó infiltrado) y se complicó en la práctica del miércoles, cuando a los cinco minutos sufrió una torcedura y su titularidad pasó a estar en duda. Ayer en el hotel lo probaron y como sentía dolores y el campo iba a estar pesado, Américo Gallego eligió guardarlo y poner a Mancuello.

Para el segundo tiempo, sin embargo, el Tolo lo mandó de entrada, primero como volante por izquierda y luego, cuando entró Patito Rodríguez, como enganche. Desde esa posición, Nacho arrancó la jugada que terminó en su gol, con una definición mano a mano, con amago a Roberto Abbondanzieri y toque suave a un costado. Para festejarlo con la camiseta al aire y beso para su abuelo Pedro, un gran fanático de Independiente.

DEMIAN MELTZER

El más grande

Independiente repitió frente a Boca su sana costumbre del campeonato: atendió a domicilio en todos los clásicos. Y aunque ínfima, tiene una chance por el título.

Hay que pelear arriba, pero está complicado. Jugamos todos los clásicos de visitante…”. Todavía en el frío invernal de Necochea, en plena pretemporada, Américo Gallego despotricaba en contra de la programación del campeonato de Independiente. Aquel diagnóstico del Tolo, casi apocalíptico (”prefiero ir a la guerra antes que ver el fixture”, dramatizaba), mostró una verdad relativa: si tiene una ínfima chance de ser campeón no fue precisamente por su performance con los grandes. Los puso a todos en fila y los volteó a todos como a muñecos. Todos a domicilio. En el año que quedará marcado como el de la gran depresión de los equipos grandes, Independiente cierra 2009 con un placebo que le permite mirar con mucho más optimismo el Clausura, que lo eleva del resto en un panorama agonizante de los poderosos, sin títulos y sin copas. Es el único que subsiste para meterse como cuña en la polarizada pelea de Banfield y Newell’s, aunque depende de un milagro: debe ganar los dos partidos que le quedan (Argentinos y Lanús) y esperar que el Taladro pierda todos los puntos que le restan y que Newell’s no saque más de dos unidades en los tres que aún tiene que jugar.

Por eso se apunta más al proyecto 2010, con el Tolo confirmado, y que tiene además un fixture más benévolo. O al menos eso se desprende de la propia manifestación del técnico. Con las localías invertidas, Independiente recibirá en el Libertadores a todos los que atendió por delivery en el Apertura. Un punto a favor de este equipo que, tras casi tres años de peregrinaje, volvió a sentir el abrazo de su propia cancha. Pero su fortaleza en los clásicos en este campeonato fue excluyente. A Racing y a River pudo golearlos, a San Lorenzo le pegó tres bofetadas y ayer, en el primero de esta saga que no mereció ganar, sepultó a Boca. Con una particularidad: en la Bombonera no ganaba desde el 3 de noviembre de 1996. Ese día se impuso con un gol de Panchito Guerrero, cuando a Boca lo dirigía Carlos Bilardo y a Independiente, César Menotti, el actual manager del Rojo. Otra marca quebrada por este equipo en este torneo fue que volvió a ganar en el Monumental después de 11 años: la anterior victoria databa de 1998, cuando a Independiente lo dirigía… El Flaco Menotti, sí.

Y desde ese tándem se enciende la esperanza para lo que viene. Fueron mejorando la convivencia (lo que no se ve en otros casos donde coexisten DT y manager) y ya sentaron las bases para encarar el Clausura. Saben cuál es el horizonte. Y saben qué deben mejorar. Saben que el arco está bien cubierto, que la defensa encontró solvencia en sus centrales, que tiene un buen 5 y volantes que llegan al gol, un 9 que la mete y asiste, y un goleador que no necesitó jugar todo el tiempo en el área. Saben lo que tiene y lo que quiere. De esa forma encaró todos los clásicos en este Apertura. Conociendo sus armas y flaquezas. Y los ganó como lo que fue en 2009: el más grande.

DEMIAN MELTZER

Sí, estamos volviendo

Aplausos, viejo… que sigan la palmas para todos los integrantes del plantel del Rojo. Después de 13 años se volvió a ganar en La Bombonera para terminar el Apertura con el 100% de efectividad en clásicos y todos fuera de casa. Y se hizo en forma justa, aunque con algunos sobresaltos, por lo hecho en el primer tiempo. Ahí tendríamos que haber definido el match, porque después del empate de Mouche, el equipo que se puso los colores del Vaticano pudo haber dado vuelta la historia. El regreso de Silvera fue un plus importante, como goleador y jugador. Definición bárbara para el 1-0, y asistencia para Piatti en el 2-1 luego de un lujo de Acevedo. Si bien el local nos metió contra nuestro arco, Gallego no dudó en sacar a Tuzzio, que no podía con Gaitán. Y un rato más tarde, con el ingreso de Pato Rodríguez, se recuperó la pelota y ahí se embolsaron los tres puntos tan deseados. Hoy, a 14 años del último título internacional (Supercopa 95 ante el Flamengo), podemos decir que esta campaña marca una sola realidad: estamos volviendo. Sí, señores. Ojo, todavía lejos de aquellas décadas gloriosas, pero uno vislumbra que de a poco vamos recuperando el respeto que imponía la camiseta de Independiente. Ahora queda seguir por el mismo camino, sabiendo que no se logró nada, pero teniendo en cuenta que ahora hay una base importante para encarar el futuro con optimismo. Con el Tolo ya confirmado, hay que ir pensando reforzar algunos puestos para pegar el gran salto de pelear todos los torneos. Igual, muchachos, sería muy lindo terminar el 2009 con 38 puntos.

Está la base para encarar el futuro con fe y pelear todos los campeonatos.

BETO TISINOVICH

Miren miren qué locura

Y una noche, Boca fue cero por los goles perdidos por Palermo, que esta vez no tiene nada que reprocharle a Gaitán… El Rojo tuvo astucia y a un Silvera inspirado.

Tantas veces Boca fue bendecido por el halo goleador de Palermo, tantos partidos empantanados encontraron la soga salvadora en un rebote, un cabezazo sucio o una definición genial de Martín, que en la noche de la excepción que contradice la regla el mundo se pregunta si los siete partidos sin goles es una racha que está por terminar o lo que se termina es la pila de un goleador fuera de serie. Porque esta vez no alcanzan ni la gloriosa trayectoria de Palermo ni su incuestionable autoridad futbolística para reclamarle nada a nadie. Si alguna vez, o varias, el Loco se sintió desprotegido de centros, de atención ofensiva, de generosidad de los asistidores, no fue anoche una de esas noches. Gaitán fue lo que tantas veces fue Guillermo más allá o Palacio más acá. Y si no estuvo Riquelme para buscarlo desde el centro apareció Insúa, y hasta Viatri, que pensó primero en cómo ayudar a un colega en apuros que en lucirse él, vamos, que tanto necesita salir en la parte buena de los diarios.
En un partido de corte inglés, con la pelota pasando sin peaje por el medio, en un trámite rápido de área a área en el que ni foules hubo, Boca fue cerrando caminos y arrinconando a un Independiente que encontró el primer gol en una jugada nacida en la astucia de Gallego, que puso a Gómez a explotar la espalda de Krupoviesa y fue al fondo para tirar un centro que Paletta vio pasar para un insólitamente solitario Silvera. El Rojo se conformó con poco y eso que tenía más. Porque Boca era una cosa atacando pero otra defendiendo, y sin embargo el equipo del Tolo se quedaba en la chiquita de cuidar el 1-0 y no pensar en mucho más.
Palermo ya tenía bronca en el PT, frustrado por un cabezazo en el travesaño, otro frentazo en la puerta del área chica que se fue alta, y un pase de Viatri que no llegó a conectar porque no pudo arrancar. El segundo tiempo, directamente, fue un suplicio para ese grito que se le quedó atragantado y no pudo salir. Palermo tuvo una pequeña revancha en el gol del empate, cuando bajó magistralmente una bola para Gaitán, que como toda la noche limpió de rivales la jugada y le cedió el gol a Mouche. En la primera hora del segundo tiempo la cancha se inclinó irremediablemente para el lado de Gabbarini. El arquero, dicho sea de paso, le sacó a Palermo un gol cantado, luego de que Insúa dejara a Martín solito y solo. Y en un partido de locos, Independiente, que atacó poco y nada, llegó a fondo cada vez que se lo propuso. Inclusive, Medel y Krupoviesa casi hacen dos goles en contra antes de que en una jugada de puro tiki tiki Piatti definiera tras una genialidad de Silvera.
Repasando las jugadas que guarda el cuaderno, asombran lo bien que jugó el Loco fuera del área, asistiendo a Gaitán y a Mouche. Paradójica noche, en la que no jugó Riquelme y Boca extrañó a un tal Palermo.

PABLO RAMON

Fuente: Olé

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Un Piatti completo
Boca se rinde ante el golazo de Piatti. El volante definió luego de una impecable jugada.

Independiente le ganó a Boca gracias a un golazo de Ignacio Piatti: toqueteo y asistencia sutil de Silvera para que el volante amague ante Abbondanzieri y meta el 2-1 a tres minutos del final. El Cuqui había convertido el 1-0 y Mouche fue el autor del empate. El Rojo de Gallego ganó sus cuatro clásicos como visitante.

"Prefiero ir a la guerra, antes que ver el fixture. Tenemos todos los clásicos de visitante". Así tiró su bronca Américo Gallego por el sorteo que le tocó a Independiente, cuando el plantel hacía la pretemporada en Necochea. Quién hubiera pensado que el Rojo iba a ganar los cuatro derbys en cancha ajena, pero así fue. Racing por 2-1, River 3-1, San Lorenzo 3-0 y Boca 2-1. Y que festejen todos los diablos, porque el Tolo había puesto el grito en el cielo, y bien debajo de la tierra le hicieron un guiño.

Chances tuvieron los dos. En el primer tiempo, Viatri con un remate que se fue afuera, Silvera con un cabezazo y Palermo con otro golpe desde las alturas. Pero fue el Cuqui quien abrió el camino de la victoria, luego de un preciso centro de Martín Gómez, el nueve Rojo se tiró y empujó la pelota al fondo de la red. Justo él, que luchó toda la semana para llegar a punto a la cita en la Bombonera.

Pero luego del gol, Independiente, como lo hizo en ocasiones anteriores, se tiró atrás y lo sintió. Para el segundo tiempo, Basile acertó con el cambio de Mouche por Viatri para abrir la cancha. Y precisamente de esa manera, Boca llegó al empate: Gaitán encaró por la izquierda del ataque, zona de Tuzzio, y metió un centro al corazón del área para que el recién ingresado definiera con el arco vacio.

Luego del gol, se vino un aluvión de Boca, que se perdió el gol en varias ocasiones y formas, pero todas con muy poca claridad en la manera de llegar. La más increíble: Palermo definió mano a mano contra Gabbarini, que terminó rechazando con la rodilla y mandando la pelota al corner, mientras el goleador se agarraba la cabeza afuera de la cancha sin entender como no había entrado la bocha.

Independiente mejoró con la entrada de Patricio Rodríguez y de Piatti, y sobre el final arrinconó a Boca en su arco. Se lo perdió Silvera cuando una pelota le quedó atrás en la puerta del arco, y en la siguiente jugada, luego de un precioso caño de Acevedo a Palermo, se lo perdió Tuzzio con un derechazo que se fue por poco en el primer palo. Y el grito de victoria roja llegó luego de una linda jugada combinada, entre Acevedo, que picó la pelota para Silvera, éste asistió a Piatti y el ex Gimnasia La Plata (que estuvo cerca de firmar con los Xeneises) definió amagando a Abbondanzieri y casi cayéndose.

Fue victoria para Independiente, no merecida, pero victoria al fin. El equipo del Coco no lo supo ganar en el momento que tuvo, esos 15 minutos luego del gol de Mouche. Noche negra para Palermo, que fue aplaudido por momentos por la actitud pero no pudo cumplir su tarea goleadora. En el Clausura, el equipo de Gallego tendrá todos los clásicos de local en su nuevo estadio. ¿Podrá igualar este record en su propia cancha?

Fuente : Olé

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Independiente aprovechó sus chances y amargó a Boca
El conjunto de Avellaneda venció 2-1 al Xeneize como visitante con goles de Silvera y Piatti. Mouche empató transitoriamente para el equipo de Basile, que desperdició innumerables oportunidades.

Boca lo tuvo. Arrancó abajo frente a Independiente, lo empató y luego contó con innumerables oportunidades para llevarse el triunfo. Sin embargo, falló en la definición y el Rojo, que también generó varias, se llevó el triunfo por 2-1 de la Bombonera sobre la hora.

Almos evidenciaron inconvenientes defensivos a lo largo de toda la primera etapa y al mismo
tiempo generaron muchísimas situaciones de peligro. El primer en avisar a los tres minutos fue Silvera, quien con un cabezazo que tenía destino de red obligó a una excelente atajada de Abbondanzieri. El Xeneize contestó con un toque de Viatri que pasó muy cerca.

Ya con el partido armado, el conjunto de Basile tomó el control del balón y del terreno, aunque el Rojo aprovechó algunos espacios para herir cada vez que salió rápido por los costados. Gaitán se transformó rápidamente en el arma principal del local y a los 12, apiló a varios por la derecha, tiró el centro y Viatri definió afuera con un potente derechazo.

El
equipo de Gallego aprovechó los costados y trabajó bien con Mancuello -perdió en un mano a mano con el Pato-, Gómez y Busse -avisó con un disparo que pasó muy cerca-. Sin embargo, cuando el Rojo estaba más cerca, Gaitán tiró un centro a los 23, Palermo se elevó y estrelló un excelente cabezazo en el ángulo izquierdo de Gabarini.

El partido era de ida y vuelta, y el medio era simplemente un lugar de transición. Ni Acevedo ni Rosada lograron hacer pie ni adueñarse de la pelota y la etapa se jugó en las áreas. Finalmente, a los 25 llegó la emoción que merecía el partido: Gómez tuvo espacio sobre la derecha, se acomodó y puso un centro preciso para Silvera, quien se tiró con los pies hacia delante y puso el 1-0 de zurda.

Si el primer tiempo se jugó sobre los arcos, el complemento fue aún más emotivo. El Xeneize arrancó mejor, con el
dominio del campo y la pelota, y avisó a los ocho minutos con un disparo de Gaitán que pasó muy cerca. Y dos más tarde, Palermo peinó una pelota, Gaitán la tiró adentro y Mouche, quien había reemplazado a Viatri, la empujó para el 1-1.

Boca siguió buscando, a veces de manera desordenada, y también quedó desprotegido atrás. Por eso, Independiente también generó peligro. Primero, Krupoviesa punteó una pelota ante la
salida de Abbondanzieri y casi la mete en su arco. Después, Tuzzio conectó un terrible derechazo, luego de muchos rebotes, y el remate se perdió pegado al palo.

A partir de los 15 y hasta los 35, el local metió contra su arco al Rojo y generó dos chances clarísimas. Palermo tuvo la pelota picando dentro del área, remató y Gabarini le atragantó el grito. Luego, tras una buena jugada colectiva, Mouche pateó de zurda y estrelló el balón contra el poste. En respuesta, Patito Rodríguez salió de contra y también le dio al poste.

Pero cuando el partido estaba casi cerrado, Independiente salió rápido, aprovechó los espacios y se llevó los tres puntos. A los 42, Silvera metió un pase bárbaro y Piatti definió con mucha trnaquilidad frente al Pato.

Fuente : TyC Sports

sábado, 5 de diciembre de 2009

BOCA 1 - INDEPENDIENTE 2
Un Piatti completoSilvera anotó el primer gol y se lo dedicó a los compañeros que están en el banco de suplentes.

Independiente le ganó a Boca gracias a un golazo de Ignacio Piatti: toqueteo y asistencia sutil de Silvera para que el volante amague ante Abbondanzieri y meta el 2-1 a tres minutos del final. El Cuqui había convertido el 1-0 y Mouche fue el autor del empate. El Rojo de Gallego ganó sus cuatro clásicos como visitante.

Olé
Por una cabeza (Olé)

Independiente explota el juego aéreo: hizo ocho goles con testazos. ¿Podrá la defensa de Boca neutralizarlo?

No es casual que Américo Gallego no permita ver el último entrenamiento de la semana. Ese día es el asignado para la práctica de pelota parada, ítem en el que Independiente ha conseguido un rédito enorme. Casi un tercio de sus 27 goles en el campeonato fueron de cabeza, y cinco de ellos logrados a la salida de sendos córners. El cabezazo ofensivo es un arma que pudo explotar contra equipos solventes en defensa (Estudiantes y Vélez), y que en su visita a la Bombonera puede surgir como una clave, puesto que enfrentará a un rival que ha mostrado muchos problemas para detener los embates aéreos: siete de los 22 goles recibidos por Boca fueron por testazos.

Independiente ganó potencia y presencia con los arribos de Andrés Silvera y de Carlos Matheu, pero también recibió con los brazos abiertos la aparición de Leonel Galeano, quien marcó de cabeza sus dos primeros gritos en la elite (a Chacarita y a Huracán).

Pero en el cuerpo técnico consideran clave el rol de los ejecutores de los centros. Ahí, Walter Acevedo es la llave. “No creo que pase tanto por los ejecutores, sino también por el trabajo del técnico y la virtud de los que cabecean”, reparte el juego el volante. Claro que Gallego, previsor, también delegó en Mancuello y en Patito Rodríguez la responsabilidad de manejar la pelota parada cuando no está Acevedo. Galeano, en tanto, analiza que “la clave es estar frío a la hora de enviar el centro y tener mucha movilidad para desmarcarse”.

Claro que Independiente también aprovechó errores de arqueros: ante River, Darío Gandín cabeceó una pelota bombeada y a priori fácil que a Nicolás Navarro se le metió en el segundo palo; con Gimnasia, Tuzzio ganó de atropellada y el balón se le metió a un Sessa que dudó en la salida y quedó a mitad de camino; y Galeano, en el último gol, aprovechó que Monzón vio cómo la pelota le pasó por arriba de la cabeza en el centro del Chipi.

Pero que esas fallas no le quiten el mérito al laboratorio de Gallego, porque es mérito del Tolo, de su obsesión y su confianza, que Independiente haya mejorado de la cabeza.

DEMIAN MELTZER

Fuente: Olé

Boca-Independiente, un clásico que tiene al orgullo en juego
(Diario Popular)
El clásico entre Boca e Independiente cerrará la propuesta sabatina correspondiente a la 17ª fecha del torneo Apertura. El choque, a disputarse desde las 21.15 en la Bombonera, ofrece como atractivo los pergaminos de siempre, aunque esta vez algunos detalles enfrían un poco la expectativa.

Esto último lo decimos sobre todo por lo que sucede con Boca, que va completando su actuación sin las habituales motivaciones que lo acompañan. El equipo de Alfio Basile pintaba para ser un lógico candidato, por la capacidad y la experiencia de sus individualidades, pero lentamente el objetivo se fue apagando, producto de una labor muy irregular (hasta aquí, 6 victorias, 5 empates y 5 derrotas, 25 goles a favor y 22 en contra) que lo alejó no solamente de los primeros puestos del campeonato, sino también de los de la tabla general. Si existía una mínima chance de luchar por la clasificación para la Copa Libertadores 2010, eso quedó archivado el pasado fin de semana, cuando San Lorenzo aplastó al conjunto del “Coco” en el Nuevo Gasómetro. Ahora se vienen tiempos de análisis, de autocrítica. Boca necesita barajar y dar de nuevo a partir del año próximo, aunque todavía no se sabe quiénes seguirán remando y quiénes se bajarán del barco. Lo concreto es que el hincha, poco acostumbrado a palpitar desde afuera el desenlace de un torneo, hoy no tiene otra salida. La decepción es inocultable y no alcanza solamente al público. También la dirigencia, Basile y sus dirigidos esperaban mucho más.
Américo Gallego, a través de su tarea, consiguió que Independiente mejorara, que cambiara su imagen y que se pareciera a ese grande con ambiciones que el Rojo ha sido tradicionalmente. De todos modos, la evolución no alcanzó para lo máximo, aunque los números digan que el equipo de Avellaneda todavía mantiene alguna chance. El partido clave fue el de hace un par de fechas, frente a Banfield en el estadio Libertadores de América. Allí, Independiente estuvo a punto de calzarse las pilchas de favorito, especialmente cuando Gandín anotó el 1-0 parcial. Pero un gol en contra de Mareque enfrió la euforia y otro del uruguayo Silva sepultó las ilusiones. Después llegó un éxito ante Huracán, aunque ya casi no queda tiempo para recuperar el terreno perdido.
Los cobija la historia, sí. Eso nadie podrá discutirlo. Sin embargo, Boca e Independiente querían estar más arriba, sintiéndose protagonistas principales de la definición. Si no pudieron, es cosa del pasado. Hoy, el 17º capítulo del Apertura los pone cara a cara. Y ambos buscarán ganar el clásico, porque cualquier triunfo sobre otro de los grandes es algo así como una caricia, como un mimo: siempre viene bien.

Formaciones

EL HISTORIA DE BOCA - INDEPENDIENTE

(05/12/09)

En total jugaron: 172 partidos.
Boca ganó: 64, con 248 goles.
Independiente ganó: 58, con 241 goles.
Empataron: 50.

Como local Boca
Jugaron: 81 partidos.
Boca ganó: 39, con 121 goles.
Independiente ganó: 22, con 91 goles.
Empataron: 20.

Ultimos 10 años
Jugaron: 20 partidos.
Boca ganó: 12, con 38 goles.
Independiente ganó: 3, con 22 goles.
Empataron: 5.


Lo probaron a Piatti y juega

El entrenamiento desarrollado en Villa Dominico trajo buenas noticias para el mundo Rojo. Ignacio Piatti fue probado a fondo y como respondió bien será titular en el partido de hoy ante Boca.

Gomez, en el banco

El ex mediocampista de Gimnasia La Plata, clave en el esquema del Tolo Gallego, se recuperó de una entorsis en su tobillo derecho y por eso Martín Gómez deberá esperar su chance en el banco de suplentes.
Así, el equipo para visitar La Bombonera, desde las 21.10, será con: Adrián Gabbarini; Eduardo Tuzzio, Carlos Matheu, Leonel Galeano y Lucas Mareque; Walter Busse, Walter Acevedo, Federico Mancuello, Piatti; Andrés Silvera y Darío Gandín.

Fuente: Diario Popular

Esto siempre es todo un clásico (Clarín)
BOCA E INDEPENDIENTE JUEGAN ESTA NOCHE CON ESCENARIOS INTERNOS DIFERENTES

Basile une a Palermo con Viatri para salir del mal presente. Y Gallego se esperanza con llegar a la Copa.

No importa que sean ignorados desde hace rato por el tesoro más deseado del Apertura, por la punta. Ahora Boca e Independiente persiguen otros objetivos menos pretenciosos, pero también importantes. Por eso el clásico de esta noche en la Bombonera no sólo mantiene esa saludable costumbre de nutrir a la historia, sino que le agrega el condimento de la actualidad. Es que después de hoy podrían alterarse las realidades de uno o de otro.

Jaqueado está Boca por este 2009 que lo desarticuló. No consiguió ningún título en el año. Es más: ni siquiera estuvo cerca de una vuelta olímpica. Y hasta se quedó sin la Libertadores 2010. Un año así en un Boca acostumbrado a ganar todo desde 1998 significa lo que hoy sufre: enfrentamientos entre dirigentes, entre jugadores, diferentes puntos de vista entre el manager y el técnico, diferencias entre algunos directivos con el manager y entre otros que conducen el club con el entrenador. Incertidumbre total. Y rumores varios.

Todo se agudizó con la goleada padecida ante San Lorenzo sin ningún tipo de respuestas. El capitán Palermo dijo que a Basile lo nota golpeado. El otro ídolo, el que no juega, Riquelme, salió a respaldar al Coco afirmando que es el mejor técnico de todos y aseguró que lo ve entero. No es casual lo de Román. Entre tantas versiones, hay una que sostiene que una caída igual de dura ante Independiente podría desembocar en una renuncia de Basile, que sería la segunda, tras aquel intento finalmente desactivado por sus amigos tras perder con Godoy Cruz.

En medio de un presente mucho menos tormentoso, Independiente se aferra a la posibilidad de concretar una utopía. Por algo Américo Gallego, con continuidad ratificada, ya piensa en los refuerzos para el año que viene.

A pesar de ese detalle, Independiente sueña con clasificarse a la Libertadores 2010 aunque parezca imposible: hoy se encuentra a 7 puntos del último equipo con pasaporte al repechaje (Newell’s), pero como obstáculos en el camino encima se suman San Lorenzo y Central. Misión muy complicada.

En este contexto, Basile pone a Paletta y Viatri por Cáceres y Mouche, en un 4-3-1-2 con doble 9. Mientras que Gallego recupera a Silvera (ausente ante Huracán) y mantiene a Piatti, quien sufría un problema en un tobillo y ayer respondió. El Tolo, además, anunció un partidazo. ¿Será?

Por: Enrique Gastañaga

Fuente: Clarín

viernes, 4 de diciembre de 2009

Piatti es pincha
Piatti ya marcó en el Rojo cuatro goles en 15 partidos. Es vital para el Tolo Gallego. (OLE)

No, Nacho, el ex Gimnasia La Plata, no es de Estudiantes. Sólo que mañana jugará inflitrado en La Boca tras una entorsis de tobillo. Llegará con lo justo.

Américo Rubén Gallego ya tiene al equipo confirmado para enfrentar mañana por la noche a Boca. Hasta ayer el técnico manejaba una duda con respecto a los once que van a estar desde el arranque en la Bombonera, debido a la entorsis del tobillo derecho que sufrió el miércoles Ignacio Piatti. Por más que quedó afuera de la pelea por el título, el DT del Rojo quiere sumar la mayor cantidad de puntos en lo que resta del torneo, y es por eso que Piatti jugará infiltrado para tratar de ayudar al equipo desde adentro. Los once que estará presentes ante Boca serán: Gabbarini; Tuzzio, Matheu, Galeano, Mareque; Busse, Acevedo, Mancuello; Gandín, Piatti; Silvera. Además, se concentrarán Diego Rodríguez, Velázquez, Vella, Vittor, Patricio Rodrúgez, Martín Gómez y Leonel Núñez.

Fuente : Olé
Piatti se recuperó y será titular ante Boca

Piatti

El mediocampista fue exigido estará en el clásico de mañana en la Bombonera. Así, Martín Gómez esperará su chance en el banco de suplentes.

El entrenamiento desarrollado esta mañana en Villa Domínico trajo buenas noticias para el mundo Rojo. Ignacio Piatti fue probado a fondo y como respondió bien será titular en el partido de mañana ante Boca.

El ex mediocampista de Gimnasia de La Plata, clave en el esquema del Tolo Gallego, se recuperó de una entorsis en su tobillo derecho y por eso Martín Gómez deberá esperar su chance en el banco de suplentes.

Así, el equipo para visitar la Bombonera, este sábado desde las 21.10, será con: Adrián Gabbarini; Eduardo Tuzzio, Carlos Matheu, Leonel Galeano, Lucas Mareque; Walter Busse, Walter Acevedo, Federico Mancuello, Piatti; Andrés Silvera y Darío Gandín.

Fuente: TyC Sports