INFO C.A.I. _ 24-02-2013

lunes, 16 de noviembre de 2009

El equipo de Gallego jugó como para volver a creer
(Diario Popular)
Tenía que ganar y ganó, pero en favor de avivar el fuego de su esperanza, lo hizo como pretende su entrenador: con volumen, decisión y la mente despierta para pensar cada pasaje del juego. Así vapuleó a San Lorenzo, rival directo en su doble pelea por no mantener pisada a los líderes (se enfrenta con Banfield el próximo sábado) y por colarse en el último vagón de los que jugarán la próxima edición de la Copa Libertadores.

El resultado fue determinante, de un lado y del otro. Independiente tiene sus chances alcance de la mano; San Lorenzo cerró prematuramente un año de frustraciones, tal como lo presumía Simeone: “cuando te caes, si no te levantás enseguida te siguen pegando”. Y así fue.
Independiente sabe que, si pudo jugar contra San Lorenzo como lo hizo, lo podrá hacer también frente a los cinco rivales que le quedan en el camino: Banfield, Huracán, Boca, Argentinos y Lanús. Pero también sabe que, el adversario más difícil que deberá enfrentar es ese Independiente que cayó con Arsenal y Central o empató con Chacarita, cuando tenía la punta de la tabla servida en bandeja.
Otra a favor: sus próximos dos compromisos cruciales serán en casa, en el renovado e inexpugnable Libertadores de América donde jugó poco pero ganó siempre.
En el mismo escenario, y con el mismo director de orquesta y hasta el Cuqui Silvera como abanderado del ataque, el Rojo se abrazó por última vez con la gloria. Si define su identidad con los parámetros que mostró ayer para lograr un resultado similar al de su consagración en el Apertura 2002, podrá aflorar el Independiente que su gente espera y que pretende Gallego. El Independiente de Américo.

PABLO VIGNOLA

Sintesis

Computadora

El Rojo fue una fiesta y lo hundió a San Lorenzo

TODOS LOS ABRAZOS, EN ESTA VERDADERA MARAÑA HUMANA, SON PARA GOMEZ, AUTOR DEL SEGUNDO GOL.

HUGO IÑIGUEZ

Con tres cachetazos, que bien pudieron ser un par más, Independiente resolvió con autoridad y claridad su partido ante San Lorenzo, al que mandó al infierno con ese 3 a 0 para el recuerdo, dando cátedra, terminando a full, con lujos, sacando al Ciclón no sólo de la pelea importante, sino que lo sumergió en una especie de crisis de la cual el tiempo dará cuenta. Pero esa es otra historia, este momento le pertenece al Rojo del Tolo, que más allá de que le den los números para dirimir el título, al menos recompuso su imagen de aquel final gris del torneo pasado, cuando era vapuleado y no daba pie con bola. Este Independiente muestra una solidez que lleva la firma de su entrenador, con otra postura, y la madurez que tanto extrañaba su gente.
El partido tuvo un único dueño. Independiente salió más comprometido con el juego y estratégicamente le ganó la pulseada en la franja media a un San Lorenzo dubitativo, con enormes espacios entre sus líneas, ergo, el primer paso estaba dado. Con oportunismo y eficacia llegó tres veces al gol y asunto resuelto, porque en materia defensiva no dejó resquicios. Todo el tiempo, el Rojo resultó superior, aún cuando “simuló” ser presa de la furia del local.
Acevedo se plantó en el medio como patrón, Busse martirizó por afuera a un Kily González que dudó entre ser lateral o adelantarse unos metros y aparecieron huecos no sólo por ese sector, sino también por el izquierdo de la ofensiva roja, que mandó sin pudor a Mareque (fue al frente como locomotora). Se sumó un Mancuello lúcido y rápido, que encontró sitios propicios para jugar, a cuenta del trabajo fino de Gandín y de un Silvera que ayer habrán extrañado los “cuervos”, que perdieron en cierto momento la paciencia con Romeo.
San Lorenzo, quebrado y herido de muerte a partir del gol del Chipi (linda combinación Mareque-Mancuello para que Gandín primereara a todos, dejando sin chance a Migliore), no tuvo las respuestas apropiadas para revertir el asunto.
Por más que el Ciclón (lejos estuvo este equipo de rendir tributo al apodo) quiso, chocó contra una muralla estructurada con una dupla de centrales, Matheu-Galeano, que no ofrecería resquicios. San Lorenzo adoleció de fútbol en la gestación del Papu Gómez, muy apagado, y de un Menseguez peleado consigo mismo, sin encontrar ubicación ni tampoco ensanchar la cancha.
Hubo una distancia sideral entre ambos, y ni hablar cuando los minutos cayeron como dagas sobre el local, que por ir (no le cupo el concepto de ataque) se encegueció, perdió la serenidad y tampoco tuvo respuestas desde el banco; no sólo hablamos de los relevos. Cuando Independiente se replegó para ahorrar energías y dosificar su desgaste, fabricó los espacios apropiados para martillar de contra. Cuando el Rojo enhebró celeridad con precisión, mató: a los 30’ el 2-0, vía Martín Gómez, tras una preciosa habilitación del Cuqui. El Pelado corrió, midió el disparo y acertó ante Migliore. A los 33’ el 3-0, cuando Silvera recuperó, tocó con Mareque, que le devolvió, el “11” mandó el centro y Leonel Núñez la empujó, para delirio de la gente de Independiente, que terminó cantando y celebrando una goleada de aquellas. Quedaría tiempo para la roja al Papu, y para que la gente se la agarrara con lo primero que se le cruzada por la cabeza. A otra cosa.

CLAVES SAN LORENZO-INDEPENDIENTE

SUPERIORIDAD

En lo táctico y técnico, Independiente resultó infinitamente más, desde el inicio mismo, para plasmar en la red de enfrente una goleada que lo reposiciona como un equipo confiable y serio.

EN PICADA

Lo de San Lorenzo se transformó en una sombra de lo que alguna vez fue el equipo del Cholo Simeone. Ayer estuvo carente de fútbol y de respuestas para encauzar lo que era un partido clave.

EL TOLO LE GANO LA PULSEADA TACTICA AL CHOLO
El Rojo tenía un plan y le salió a la perfección

TUZZIO -DE BUEN PARTIDO- MARCA AL PAPU GOMEZ, MUY INSULTADO.

Salió el partido que pensó Gallego, de principio a fin. Porque buscó atacar de entrada, explotando todo el ancho del terreno que, en la estancia del Bajo Flores, son 70 metros; y porque cuando logró la ventaja reguló energía replegando sus líneas y esperando generar los espacios que le permitieran liquidar el combate. Y así fue.
Simeone también tuvo un plan, con un dibujo inicial de 3-3-3-1, con el que pretendió conseguir volumen en el medio, ahogar al rival y llegar con mucha gente. Mandó al Papu Gómez sobre la izquierda, donde Independiente presentaba la incógnita de los años de Tuzzio como novedoso lateral y por allí intentó desequilibrar. Pero no tuvo mucho resto para superar el pressing que Independiente dispuso en el medio y que le permitió adueñarse del protagonismo muy temprano.
Independiente, con su 4-1-3-2, encontró mayor presencia. Busse y Piatti rotando sobre la derecha para abrir la cancha, y Mareque con Mancuello progresando sobre la izquierda. Esa estructura, más la lucidez de sus individualidades, volcaron el dominio en favor del Rojo, aunque con pasajes de ida y vuelta que generaron un trámite entretenido.
Un párrafo para la decisión de Gallego de ubicar a Tuzzio en lugar de Vella, con lo que ganó experiencia, orden y hasta categoría en varias salidas. No fue el único acierto en la planificación del técnico: cuando armó el banco y sabiendo que Acevedo no retornaba en su plenitud, eligió efectividad a demagogia y tuvo en el banco al juvenil Sergio Vittor (otra de las gratas sorpresas surgidas de inferiores) en lugar de Lucas Pusineri. Y Vittor entró en un momento clave y cumplió.
Con la ventaja que se llevó al descanso, Independiente cambió de libreto y eligió no exponerse tanto, agazaparse y regar la desesperación de San Lorenzo que buscó mayor volumen con los ingresos de Bazán, el Kily de cinco, Rovira sobre la izquierda para alimentar a Romeo y el pibe Sebastián González. Pero las imprecisiones del Cuervo en todos los sectores del campo fueron una telaraña de la que no pudo escapar.
Independiente esperó el momento justo para matar. Y lo hizo cuando la impaciencia se adueñó del local. Dos contras letales conducidas por el Cuqui Silvera le pusieron el moño al plan del Tolo Gallego, que jugaba con Martín Gómez en lugar del sentido Piatti, Busse tirado al medio y Núñez desperdiciando varias antes de acertar en la puñalada final.

El árbitro salió bien parado

La tarea del árbitro Javier Collado (6 puntos) tuvo más de las buenas que de las otras. Se lo vio bastante en forma para seguir un partido que por momentos se hizo ágil, de área a área, complementándose con sus asistentes. Recién acudió a las tarjetas en el segundo tiempo, cuando Damián Martínez metió suela sobre Busse, o por idénticos motivos a Acevedo (lo zapateó a Chaco Torres) y a Tuzzio (le entró feo al Kily González). Cuando se aprestaba a amonestar al Papu Gómez, por simular penal, le mostró la roja directa, porque el volante ofensivo se fue de boca. Para la discusión y un mayor análisis, la famosa acción del corner de Mancuello y la escapada de Gandín.

“Tapé buenas pelotas”

Adrián Gabbarini sigue afirmándose en el arco de Independiente

Si bien los goles y la actuación en general del equipo hicieron que todos dejaran la mirada en ofensiva para reconocer el gran mérito hubo un arquero que fue clave para asegurar el cero cuando las cosas recién comenzaban y para mantener tranquilo al equipo cuando buscaba asegurar el encuentro. Adrián Gabbarini contó con una actuación destacada y continúa asentándose en el arco de Independiente.
Las cámaras y los micrófonos se fueron con el resto y por ahí asomó Gabba, con la tranquilidad habitual y sin querer hacerse cargo de su buena actuación. Hasta que luego de la insistencia resaltó “seguro, fue un partido bueno en lo personal, estuve seguro, tranquilo, tapé pelotas importantes y cuando se vinieron porque tenían que hacer el desgaste pude cortar algunos centros. Igual mis compañeros hicieron un gran trabajo, eso fue lo fundamental. Uno está para hacer su parte y si lo hace bien mejor aún. Lo bueno es que seguimos en carrera”.
Desde la lesión de Hilario Navarro, con estudiantes, Gabbarini comenzó a consolidarse bajo los tres palos y respecto a ello confió “es muy importante para uno tener estas actuaciones porque uno siempre quiere jugar. Sin dudas que no fue de la mejor manera ya que lo hice por la lesión de un compañero. Esperemos poder seguir así”.
Gabbarini también se dio tiempo para analizar que “San Lorenzo era un rival directo y sabíamos que nos jugábamos mucho en esta cancha, era una final. Ahora hay que estar tranquilos para enfrentar a Banfield de la mejor manera. Igual sabemos la calidad de jugadores que tenemos y con estos partidos se va a reivindicar la pretemporada y el trabajo que realizamos en la semana. Mientras estemos en el pelotón de arriba será importante para luchar y estar cerca de la copa. Hay que esperar que los de arriba pierdan puntos”.

“Quedan cinco finales”

Carlos Matheu sabe que se puede pero no quiere perder la calma

La alegría era moneda corriente en el vestuario del Rojo y Carlos Matheu, el capitán, no fue la excepción “tuvimos un buen partido, demostramos que fuimos superiores a San Lorenzo y que en los últimos partidos no se nos había dado porque los rivales también juegan. Hicimos un gran desgaste, un buen fútbol seguimos ahí arriba, todavía falta mucho y nos quedan cinco finales”.
“Cafú” además analizó que “por momentos estamos a la par en lo que se refiere a rendimiento con Newell’s o Banfield. Obviamente hay que conseguir una regularidad para consolidarnos pero hay que estar tranquilos porque somos un equipo en formación, un equipo nuevo y que de a poco se va a transformar en un equipo con mayúsculas”.
Cuando se lo consultó por la mano de Gallego el defensor destacó “el Tolo jugó su partido con los cambios y las modificaciones tácticas. Hoy todo lo que implementó funcionó y eso nos deja tranquilos y contentos porque lo pudimos ejecutar dentro de la cancha”. Finalmente, se refirió a la ilusión que mantiene la gente del Rojo a lo que enfatizó “al hincha nadie le quita la ilusión pero el sábado tenemos una final más y debemos manejar esa ansiedad dentro de la cancha. Que ellos desde afuera se ilusionen pero no podemos perder la calma”.
Por otra parte el Rojo volverá a entrenarse hoy por la mañana en Villa Domínico para comenzar a preparar el trascendental encuentro con Banfield. Habrá que aguardar a saber si la molestia de Ignacio Piatti es para preocuparse y si algún otro culminó con alguna lesión de interés.

Fuente: Diario Popular

No hay comentarios:

Publicar un comentario