INFO C.A.I. _ 24-02-2013

domingo, 28 de febrero de 2010

Independiente 1 - Racing 0
Independiente volvió a dejar a la ciudad pintada de rojo clásico
AVELLANEDA OTRA VEZ ES TIERRA DEL DIABLO

Con el Libertadores de América convertido en un infierno encantador

Era el primer clásico en el Libertadores de América, detalle que decoró el escenario con un entusiasmo especial, diferente, cargado de alta tensión. Y había más leña para alimentar la llama de la hoguera folclórica del duelo barrial: Independiente pisaba el terreno mirando para arriba, buscando darle forma a la idea de equipo que pretende Gallego para luchar por el protagonismo en lo más trascendental del paisaje deportivo, mientras que Racing lo hacía con su equipaje cargado de urgencias, sin margen para el error y angustiado por una realidad que no da respiro.

Y la historia volvió a repetirse, con un triunfo de Independiente que generó una ola expansiva de algarabía que recorrerá la ciudad y buena parte de sus adyacencias durante mucho tiempo. Esta vez sin goleada y, si se quiere, con sufrimiento; pero el modo, lejos de menguar la euforia de los hinchas rojos, generó la variante que permite hacer gala de la paternidad bajo todo tipo de condiciones.

En Racing, indudablemente, ya hay que empezar a hablar de un karma. Porque la dirigencia se encargó de hacer un repaso mediático sobre los muchos penales que había recibido Independiente en los últimos años y, el partido, se terminó definiendo con un remate desde los doce pasos. Pero aún con un expulsado y falencias groseras de funcionamiento, tuvo pasajes favorables como para no quedarse con las manos vacías y, sin embargo, la pelota eligió dos veces pegar en el travesaño.

Puertas para adentro, los hinchas de Independiente harán -y hacen- una profunda autocrítica quejándose por lo mal que leyeron los jugadores el partido, por cómo manejó los cambios el entrenador y por “el innecesario sufrimiento de los últimos minutos” cuando todo se podía haber resuelto sin tanta angustia desde la simpleza que ofrece el fútbol. De puertas para afuera, en cambio, todo será sonrisas, fiesta y hasta cargadas que apuntarán directamente a donde más duele. Y estarán en su derecho porque, dentro de ese juego colorido que propone el abanico de sensaciones que representa el fútbol, todo lo inofensivo está permitido.

Que Independiente celebre. Ya tendrá tiempo de corregir errores y detalles que podrían haberle costado el trueque instantáneo de fiesta por velorio, porque el empate de Racing hubiera mudado las sonrisas de vereda. Pero el barrio no rige su estado de ánimo ni su tonalidad por supuestos; los rige por una realidad que es propiedad del destino. Y ese destino, de hace un tiempo para acá, le permite al Diablo disfrutar de un infierno encantador y seguir tiñendo las calles de la ciudad con el rojo intenso de una costumbre que ya se hizo clásica.

Puntajes del partido

PC

El Diablo trepa hacia el cielo, Racing se aproxima al infierno

DARIO GANDIN, CON LA LENGUA AFUERA, CELEBRA SU GOL DE PENAL, EL DE LA NUEVA VICTORIA DEL ROJO EN EL CLASICO.

El Rojo se quedó con el clásico y entró en la pelea. La Academia no sale de la Promoción

Es diferente la realidad de los dos. Y eso se notó en la cancha. Esos últimos quince o veinte minutos de Racing, que llevó el partido contra Gabbarini más a fuerza de voluntad que gracias a su fútbol, tomados por sí solos, quedarían fuera del contexto del partido.

El concepto general del encuentro marca que Independiente fue más equipo, que tuvo mucho más juego que su rival, que defendió mejor, gestó mejor y atacó mejor. Por consiguiente, no se puede discutir su victoria en el clásico, que lo pone nuevamente de cara a la lucha por el campeonato. Deberá conseguir regularidad, claro que sí. Este mismo Independiente fue casi triturado por los suplentes de Vélez en la fecha anterior. Pero se recuperó justo contra su rival de siempre, que dicho sea de paso, va a tenerla durísima para escapar de su situación. Aquel 3 a 0 contra Rosario Central de la primera jornada quedó ya en la prehistoria.

Racing ha jugado mal, sin criterio. Su amor propio le permitió terminar el partido con dignidad, pero las derrotas con ratos dignos no lo van a salvar de lo que quiere salvarse.

Dominio rojo

Durante setenta minutos, Independiente dominó a voluntad. Después de un primer minuto en el que Racing generó dos situaciones claras -una atajada de Gabbarini ante un disparo de Yacob y un cabezazo de Ayala en el travesaño-, el local se acomodó y redujo a Racing a un simple papel de acompañamiento. Independiente fue el protagonista de todo. Desde los laterales, con el debutante Vallés -se ganó el puesto, seguro- y con Mareque, dos jugadores que no tuvieron reparos en cortar y salir rápido por las bandas con visión ofensiva, hasta un Piatti que rindió muy bien en el armado. En todo los sectores de la cancha Independiente ejerció superioridad, y Racing casi no volvió a cruzar la mitad de la cancha en toda la etapa.

Sólo faltaba ver en qué momento Independiente se ponía en ventaja. Estuvo cerca Gandín con un tiro cruzado, Mareque con un zurdazo que se fue alto, Silvera con un cabezazo, Piatti con un remate que tapó De Olivera, de nuevo Silvera con una volea… Hasta que a los 41, Gandín recibió una pelota sobre un costado del área, de espaldas al arco y con Aveldaño detrás. Cuando Gandín levantó la pelota, apareció Lluy y puso el brazo izquierdo para sacarle la pelota. Penal y gol de Gandín.

Todo siguió igual en el segundo período. Pero claro, Independiente se vio tan superior que, en lugar de jugar, empezó a juguetear, que no es lo mismo. Tuvo todo para liquidarlo y no lo hizo. Piatti abusó con sus lujos, Acevedo creyó que tenía que parecerse a Claudio Marangoni en cada intervención, y así. Claro, lo veía tan fácil. Encima, Hauche fue expulsado por un planchazo contra Acevedo. Estaba todo servido para un floreo Rojo. Claro, el floreo tiene que acompañarse con goles e Independiente no los hizo. En Racing, perdido por perdido, entró Steinert por Lluy y se la jugó. Funcionó el cambio porque Steinert le dio la vitalidad que el ataque de Racing no había tenido ni con Hauche ni con Bieler. Apretó como pudo -guiado por Yacob, siempre el más claro- y creó oportunidades, pero no las pudo concretar entre la imprecisión para definir y alguna atajada salvadora de Gabbarini.

Independiente terminó innecesariamente con la soga al cuello. Debió haber ganado el clásico con mucha más luz. Sin embargo, la tabla no sabe de estas sutilezas. Los tres puntos fueron a sus bolsillos y el Rojo empieza, ahora sí, a soñar en grande. Racing también sueña, pero en su caso, lo hace con cosas en las que ni quiere pensar y que lo hacen dormir muy mal. Si no quiere que esos sueños devengan en realidad, deberá mejorar mucho. Pero mucho…

GANDIN VOLVIO A MARCARLE A RACING
“Por suerte los sigo teniendo de hijos”

Para Darío Gandín jugar frente a Racing es una motivación extra y cada vez que enfrenta al clásico rival no hace más que marcarle goles. En el primer clásico disputado en el Libertadores no fue la excepción a lo que el Chipi sostuvo “esta victoria fue clave porque los clásicos se jueguen bien o se jueguen mal hay que ganarlos y estamos contentos porque logramos el objetivo. En el primer tiempo fuimos muy superiores y en el complemento la expulsión los llevó a tirar pelotazos porque jugar no jugaron y así nos complicaron. Creo que la clave fue estar tranquilos, jugar al fútbol que fue lo que nos pidió el Tolo y por momentos creo que lo logramos. Por ahí estuvimos muy apurados a la hora de querer definirlo y eso nos complicó. Pero se ganó y podemos volver a la punta”.

La cuenta sigue abierta (el torneo pasado fue por partida doble) y el goleador factura cada vez que el cliente se acerca al mostrador, sea de local o de visitante, por ello Gandín se encargó de señalar que “por suerte los sigo teniendo de hijo y en la semana había dicho que con Racing me iba bien.

Por suerte se dio y sigo de racha. En el penal no venía pensando a dónde patearlo porque son cosas que se te cruzan en el último segundo, por suerte el arquero fue para el otro lado”.

En el final, una de Titanes en el Ring

Varios jugadores del Rojo y la Academia se dieron en la manga

Dentro de la cancha el clásico fue para Independiente pero una vez que terminó ambos planteles sostuvieron una de Titanes en el Ring dentro de la manga donde no quedó claro quién terminó ganando. El que más se animó a contar fue Walter Acevedo quien deslindó el veredicto “que lo decida William Boo”.

La génesis hay que encontrarla dentro del campo de juego, y como lo presentaría Rodolfo Di Sarli, el habilidoso, movedizo Leandro Gracián se cruzó con el Pelado, hombre rústico y de pocas palabras Lucas Aveldaño. De ahí la chispa, pero parecía que no iba a haber reguero de pólvora. Error. Porque según cuentan algunos jugadores de Racing se quedaron en la manga a la espera de ajustar cuentas pendientes. Allí, en la manga, desembocó el festejo de los jugadores del Rojo por lo que el embudo terminó por enfrentar a jugadores de ambos equipos en una verdadera “Ultima lucha” de todos contra todos, como en aquellos viejos tiempos de Karadagián.

Por un lado se podría imaginar al Diábolo, al Caballero Rojo, por el otro al Mercenario Joe o el Pibe 10. La cuestión es que la manga se movió durante varios segundos y allí pasó de todo. Manos por un lado, empujones por el otro, gente que intentaba separar como Máximo Ippe, Seguridad del Rojo que perdió la corbata en el intento, dirigentes que querían llevar calma sobre otros directivos rivales y en un momento testigos aseguran que Aveldaño llevó la peor parte. Y no precisamente fue un jugador el autor material del golpe.

Super Acevedo

Walter Acevedo había sido signado en esto de reconstruir la historia como el responsable del cortito a Aveldaño, pero el propio jugador se encargó de descartarlo “son cosas que por ahí pasan cuando el partido termina caliente pero nada, son peleas que nunca llegan a ser peleas. Ellos nos estaban esperando porque nos quedamos festejando… Yo quedé un poco en el medio pero nada, el que me vio de afuera debe pensar que me la re bancaba pero en ningún momento quería pelear sino que lo único que quería hacer es separar”.

Asimismo el volante no quiso ofrecer más detalles ni tampoco contestar a la pregunta de quién se impuso en el combate, pero se lo tomó con soda “no sé quién ganó, eso que lo diga William Boo, nosotros ganamos en la cancha y es lo que importa”. Otro de los que estuvo muy cerca fue el capitán del equipo, Darío Gandín, quien con un sonrisa en la cara deslizó “no ganó nadie. Nosotros jugamos dentro de la cancha, a pelear al Luna Park”. ¡Segundos afuera!

Vallés fue figura

Gabriel Vallés tuvo su debut en Independiente y lo hizo de la mejora manera. El lateral, quien reemplazó a Luciano Vella, cumplió un destacada actuación siendo la figura del encuentro. El mendocino sostuvo que “estoy muy conforme con mi actuación y la verdad que uno está para sumar. Cada vez que me necesiten quiero rendir y hacerlo en un clásico de esta manera me deja muy conforme”. Vallés ya se ganó el puesto.

EL TECNICO GANADOR
“Más tranquilos era un desastre”

GALLEGO TRATA DE ORDENAR A LOS GRITOS.

En Mar del Plata, después del clásico, les dije que los esperaba en la sexta fecha, pero Vivas no vino… Pero bueno, a Claudio lo quiero mucho y creo que Miguelito es un buen técnico y va a dar vuelta la situación en Racing. Pero yo estoy muy contento, porque sigo con mi racha de no perder en el clásico. En el primer tiempo jugamos bien pero después, no sé por qué, nos metimos atrás y tuvimos que sufrir al divino botón. Ganamos el clásico pero igual me quejo porque creo que si hubiéramos estado más tranquilos en cada contragolpe, hubiera sido un desastre porque hubiéramos terminado ganando por goleada. Estamos para pelear arriba porque nos hacemos fuertes en casa y tenemos a todos los grandes arriba, pero ahora hay que ganarle a Tigre.

Tarea correcta con algún reparo

Néstor Pittana (6) empezó con una decisión equivocada: una entrada de Mercado contra Piatti que debió ser sancionada con falta y hasta con amarilla para el de Racing, pero nada se cobró. Sin embargo, a partir de ahí y hasta los últimos diez minutos, condujo el clásico con acierto y autoridad. Bien cobrada la mano penal de Lluy, bien en la expulsión de Hauche por la plancha contra Acevedo -ambos fueron mal, pero el de Racing golpeó al del Rojo-, bien en la expulsión a Patricio Rodríguez. Pero sobre el final se desbarrancó un poco su tarea. Por ejemplo, dejó sin sanción una falta contra Bieler en la medialuna del área cuando el de Racing se iba solo hacia Gabbarini.

UNO POR UNO INDEPENDIENTE

GABRIEL VALLES (7) Tuvo un debut que será imborrable. Estrenó camiseta justo en el clásico contra Racing y jugó como si tuviera mil partidos de esos encima. Mostró marca, personalidad y juego. Fue la figura y, seguro, se ganó el puesto.

ADRIAN GABBARINI (6) respondió bien cuando lo llamaron a actuar, en especial en el segundo tiempo

EDUARDO TUZZIO (6) jugó un partido correcto, sin complicarse. Recién al final tuvo más trabajo con Bieler.

LEONEL GALEANO (6) mostró alguna duda, pero tuvo un par de cruces salvadores.

LUCAS MAREQUE (7) fue siempre salida por izquierda, se mostró como alternativa de ataque. De lo mejor del clásico.

WALTER BUSSE (6) no se hace notar, pero rinde. Jugó bien cada pelota y trabajó en la contención del callejón para dominar a Lucero.

WALTER ACEVEDO (5) hubiese jugado mejor de no tratar de hacer un chiche en cada intervención. Eso le hizo perder varias pelotas.

HERNAN FREDES (5) no acompañó por izquierda con decisión, se quedó demasiado contenido.

IGNACIO PIATTI (6) jugó un primer tiempo como para ser figura, pero en el segundo se diluyó al hacer todo con mucha displicencia, como si sobrase la situación.

DARIO GANDIN (5) intervino en la jugada del penal, que además convirtió en gol con mucha calidad. Pero le faltó intervenir más.

ANDRES SILVERA (5) dispuso de un par de chances en el primer tiempo, que desperdició. Después, se diluyó.

PATRICIO RODRIGUEZ, SERGIO VITTOR Y LEANDRO GRACIAN no fueron calificados.

UNO POR UNO RACING

CLAUDIO YACOB (6) Siempre es el más criterioso de Racing, el que mantiene la cabeza fría para jugar cada pelota. No pudo hacer mucho, pero en la levantada final de Racing fue el que llevó al equipo de la mano.

JORGE DE OLIVERA (6) tuvo una muy buena intervención ante Patricio Rodríguez. En general, bien.

GABRIEL MERCADO (4) estuvo inseguro en la marca, poco claro cuando avanzó con la pelota. No tuvo un buen partido.

ROBERTO AYALA (5) mostró dificultades cuando lo encararon en velocidad, pero tuvo algunos quites de su clase.

LUCAS AVELDAÑO (6) metió personalidad, al menos. Un cabezazo suyo dio en el travesaño.

BRAIAN LLUY (4) flojo como lateral izquierdo, después pasó como volante por derecha y no pudo con Mareque. Lo reemplazaron.

MARTIN WAGNER (4) fue superado por las proyecciones de Mareque y Piatti encontró siempre un hueco a su espalda. No salió a jugar el segundo tiempo.

ADRIAN LUCERO (4) sólo destiló tibieza por su callejón. Sin marca y sin llegada.

LUCAS CASTROMAN (3) jugó, o quiso hacerlo al menos, como enganche. Nunca se hizo notar y fue pura imprecisión.

PABLO LUGÜERCIO (5) fue lo de siempre: ganas, lucha. Pero poca profundidad.

GABRIEL HAUCHE (2) casi no tocó la pelota y se hizo echar por una falta fuerte..

MATIAS CAHAIS (5) entró por Wagner y ocupó el lateral izquierdo. No fue mucho más que Lluy en ese sector.

DAMIAN STEINERT Y CLAUDIO BIELER no fueron calificados.

Fuente: Diario Popular

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