Dueño de Avellaneda

El arranque fue todo de Racing. A los 25 segundos Claudio Yacob remató desde afuera y obligó a la intervención de Adrián Gabbarini, quien la envió al corner. De ese envío, Roberto Ayala se elevó por sobre Darío Gandín y estrelló un cabezazo en el travesaño. El Rojo era puro desconcierto y la Academia apretaba, pero sería lo único que harían los de Russo en toda la primera etapa, ya que a partir de allí, Independiente tomó el rumbo del encuentro.
La primera de riesgo para el local la tuvo Gabriel Vallés, de buen debut, quien remató desde lejos y la pelota se fue cerca del arco. Después, robó Darío Gandín en la mitad de la cancha y disparó desde afuera, pero lo hizo desviado. Y a los 12, otra vez merodeó el gol el Rojo, pero después de sacarse a un hombre de encima, Lucas Mareque la tiró lejos de los tres palos.
Con la conducción de Ignacio Piatti, el Rojo continuó dominando y maniatando a un Racing que apenas cruzaba la mitad de cancha. Y en cinco minutos, Independiente tuvo tres chances más para ponerse arriba en el marcador: primero se lo perdió Andrés Silvera, de cabeza, Nacho con un disparo lejano y el Cuqui, nuevamente, la tiró lejos tras capturar un rebote.
Y cuando moría la primera etapa, Brian Lluy tocó la pelota con el brazo infantilmente dentro del área cuando Gandín estaba sobre la línea y Néstor Pittana cobró penal. El Chipi, el capitán, se hizo cargo de la ejecución y con un remate displicente y arriesgado, puso el festejadísimo 1-0. Gol y al entretiempo.
A poco de comenzado el complento, Racing estuvo cerca de igualar cuando Gabriel Hauche, pero cuando estuvo cara a cara con Gabbarini, la tiró a la tribuna. Y el ex Argentinos volvería a ser protagonista seis minutos después, momento en el que fue expulsado por un terrible planchazo a Walter Acevedo. Sin embargo, con uno menos, los de Russo crecieron y apretaron hasta el final.
Desde los 20 se vio lo peor del Rojo y lo mejor de la visita, que estrelló un remate en el travesaño (tiró Lucas Aveldaño) y también estuvo muy cerca con Matías Cahais, con un cabezazo que se fue muy cerca del parante horizontal. Y Claudio Bieler, recién ingresado, lo hizo lucir nuevamente a Gabbarini, quien le sacó bárbaro un remate cruzado.
El Rojo lo bancó como pudo hasta el final, con más actitud que fútbol e ideas, Estuvieron cerca, pero no pudieron: Avellaneda tiene dueño y es Independiente. pero pudo sostener el cero en su arco y eso es lo que vale. Independiente se quedó con un clásico cerradísimo y dejó a Racing ahí, bien abajo, sufiendo con el descenso.
Fuente : Infiernorojo
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