INFO C.A.I. _ 24-02-2013

viernes, 26 de febrero de 2010

“Cuando ovacionan a Silvera se me eriza la piel… ¡Quiero eso!”
Gandín, que vacunó a la Academia en el 2-1 del Apertura, admite que le gustaría ganarse a los hinchas. Mañana tiene una nueva chance: “Racing me sienta bien”.

Tu papá te dirigía en Agua y Energía de Santa Fe, ¿cómo te ve?
-Mi viejo (Eusebio) fue defensor y pasó por Chicago. No sé si llegó a Primera porque miente. Pero fue campeón en la Liga de Santa Fe. Vi fotos. Las tenía en un cuadro y me decía: “¿Cuándo vas a tener el tuyo?”. Lo superé, ja. Aunque para él, de sus tres hijos, el mejor era mi hermano Rodrigo, que jugó en el Argentino A y ascendió con Ben Hur. Cada vez que lo veo, le pregunto: “¿Quién era el mejor?”. Y me sigue diciendo: “Tu hermano”.
-¿Te critica?
-Me pide que le pegue al arco. Cuando vemos partidos juntos y uno le pega de afuera y es gol, me lo repite. Es mi papá y lo banco… Todos me marcan eso.
-Gallego también…
-Y no sólo el Tolo. Cuando me iba de Colón, el Tata Martino me dijo que si hacía los goles más simples, porque todos valían uno, iba a ser mejor delantero. Quizá es mi forma de jugar. Reconozco que tienen razón. A veces miro partidos y digo: “Cómo no pateo. Si tenía espacio”. Pero, prefiero morir con la mía y duermo tranquilo. Es lo que me llevó hasta acá.
-¿La tuviste que remar?
-Muchísimo. Morí con la mía, pero aprendí. En Jujuy te peleabas con tus compañeros cuando daban un pase mal. Pero se jugaban otras cosas. Si no andás bien en esos equipos es difícil volver a tener club. Vi llorar gente en el vestuario porque no sabían qué iba a ser de ellos a fin de año, y tenían familia. A mí no se me hizo tan difícil: a los 16 cobraba 700 pesos. Todo el sueldo era para mí. Ahora lo disfruto más.
-¿Valió que Gallego te pidiera que te quedaras?
-Lo que me dijo el Tolo, uff… Estaba desesperado por irme y ya había hablado con mi representante. Estaba incómodo, no había rendido como podía. Y antes de la última fecha del Clausura, me dijo: “No sé qué pensás, pero te voy a tener en cuenta. Fijate”. Eso me bastó. Y me dio la cinta y, con compañeros de experiencia que ganaron tanto, fue un orgullo.
-Te gusta superarte, ¿la meta es 11 goles?
-Si no sería inconformismo. Pero esa cantidad, sin duda, está bien. Es mi meta. De acá a que pase, falta. Me había malacostumbrado. Y eso que tuve oportunidades…
-El palo en Mendoza.
-Cuando vi la pelota, con el rabillo del ojo miré al arquero y pensé: “Si la tiro al medio, éste la tapa”. Quise asegurarla, la esquiné y… Estaba el palo. Me quería morir. La bronca me duró toda la semana. Lo raro es que con Estudiantes metí la que menos esperaba. Pero decía: “Por fin…”.
-¿Racing te sienta bien?
-Me viene bien. Con Independiente le convertí y, cuando no lo hice, no es que fui un desastre.
-¿Los complica el cambio de entrenador?
-Con el Racing de Vivas, con línea de tres, podríamos haber sacado ventaja. No digo que ahora no. Más allá del técnico y de cómo se pare, es un clásico, es a muerte. Nos estamos haciendo fuertes de local, no tenemos que cometer los mismos errores que con Vélez y aprovechar los momentos de tranquilidad para hacer la diferencia. Creo que debemos ser más inteligentes cuando vamos ganando. Vamos 1-0 y queremos hacer cinco y que todos nos aplaudan. Por hacer eso nos empatan, como Estudiantes, o perdemos, como el otro día; y te querés matar.
-En el juego te entendés bien con Silvera…
-Me entiende. Para mí, hoy, es el mejor delantero de acá, lejos. Y viene así del Apertura. Si le importaría un poco el fútbol a ese tipo… Es un grande. A veces parece que va a perder la pelota, y no la pierde, y te da cada pase…
-¿Cambian el chip cuando entran Pato y Gracián?
-Sí. Busse y Mancuello atacan pero son más de marca. El Tano y Pato tienen cosas de delanteros. Me entusiasmo cuando veo que van a entrar, empiezo a pensar que vamos a tener más situaciones, más juego… Y queremos hacer cinco goles, y no está bien eso, pero nos cuesta…
-¿Con Racing deben cuidarse de eso?
-Sin dudas. Ellos están necesitados y obligados a sumar puntos por el descenso. Quizá esa desesperación nos juegue a favor.
-¿Y no se desbalancean con tanto ataque?
-Quedamos medio descuidados, pero Acevedo se lo banca… Es de Selección.
-Tenés una cuenta pendiente, ¿no? ¿Te falta ese mimo de los hinchas?
-Es lo que más busco. Estoy trabajando para eso, ja. La verdad, por ahí me siento bien y por momentos me pongo a dudar. Los entiendo. No es que antes de Gallego jugué cinco partidos y fui un asco. Jugaba uno cada siete fechas. Es difícil. Creo que la gente me marcó por la confusión que hubo con Santoro. Fue la gota que rebalsó el vaso porque el equipo era un desastre.
-No querías ir de 9.
-Claro. Pero yo nunca hablé mal de él… Parece que hay que seguir remando para ganarse el cariño de la gente. Me queda pendiente. Pero sé que lo voy a lograr. Mirá, siempre fui hincha de Colón, pero el día que jugué con Jujuy, cuando cerraron la Doble Visera, que hice el 2-1, se me puso la piel de gallina al entrar a la cancha. Fue impresionante. Y después le dije a mi representante: “¡Cómo me gustaría jugar en Independiente!”. Fue el marco, la gente, era tremendo…
-¿Y, se te volvió a poner la piel de gallina?
-¡Sí! Cuando ovacionan a Silvera se me eriza la piel… Y digo: “¡Qué lindo, loco! ¡Quiero eso!” También me pasa cuando hago el gol y la gente empieza a cantar… Es impresionante.

MARIA LAURA BALONGA | mbalonga@ole.com.ar

Todo listo para jugar

Gallego confirmó los 11 para el clásico, con dos cambios: entran Busse y Vallés. Hoy se concentran.

No hubo sorpresas ni marcha atrás. Los mismos 11 que Américo Gallego probó en la práctica de fútbol del miércoles son los que ayer confirmó para recibir mañana a Racing. En definitiva, respecto del equipo que cayó con Vélez, las variantes para el clásico serán dos: ingresará el debutante Gabriel Vallés (por el suspendido Luciano Vella) y Walter Busse reaparecerá por Hernán Fredes (cambio táctico).

Esta mañana, antes del entrenamiento de pelota parada, el técnico concentrará a 19 jugadores, de los cuales uno quedará afuera del banco de suplentes. Además de los titulares, los que se guardan son Hilario Navarro, Julián Velázquez, Sergio Vittor, Fredes, Leandro Gracián, Patricio Rodríguez, Leonel Núñez y Federico González.

Si bien en algún momento se especuló con la inclusión de Vittor y el cambio de esquema (un 4-4-2, con doble 5), el Tolo terminó inclinándose por el mediocampo y ataque que más resultados le dio y que, justamente, es el mismo que venció 2-1 a la Academia en el Apertura 09.

Busse, ausente en el 0-3 en Liniers, contó: “La derrota con Vélez nos pegó, pero nada más lindo que tener un clásico para recuperarse de un partido así. Es otra motivación. Y a mi justo me toca volver en el partido que todos queremos jugar, y ganar”. Los que están listos para ir a jugar son Gabbarini; Vallés, Tuzzio, Galeano, Mareque; Busse, Acevedo, Mancuello; Gandín, Piatti; Silvera.

Bienvenido, Erico

Los restos de Erico, el máximo goleador del fútbol argentino, viajaron desde Buenos Aires y llegaron hacia Asunción. Va a estar en un mausoleo en el Defensores del Chaco.

Centenares de paraguayos portando banderas del país, de la selección y de clubes deportivos, recibieron los restos repatriados de la Argentina de Arsenio Erico, máximo goleador histórico del fútbol argentino. Seguido por una kilométrica caravana, el féretro con los restos del ex jugador de Independiente de Avellaneda y Huracán fue recibido por el público y las autoridades en Encarnación, 370 km al sureste, en la frontera con la Argentina.

Desde ahí, el ómnibus que trajo a Erico por tierra desde la capital argentina fue acompañado por representantes del gobierno, de la Asociación Paraguaya de Fútbol, decenas de periodistas, fanáticos y curiosos. “El saltarín rojo”, como se lo conocía popularmente durante su paso por el Rojo, hasta recalar finalmente en Huracán, entre 1934 y 1947, reposará en un mausoleo construído para perpetuar su memoria, ubicado en el estadio Defensores del Chaco, el principal coliseo futbolístico del país.

Fuente: Olé

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