Torneo de verano 2010
“Siempre juego como si fuera la última chance” (Olé)

Tras la advertencia del Tolo, Patricio Rodríguez procurará tomarse el último tren a la titularidad. Va de punta, su puesto, convencido de que el DT buscó motivarlo.

Verano 2008. Un flaquito, rapadito, de 17 años, y con la 23, irrumpe en Mardel. Le clava un golazo a Boca y se gana la tapa de los diarios. Se llama Patricio Julián Rodríguez, le dicen Patito y juega para Independiente…

Verano 2009. El mismo chico, con más físico, con la misma camiseta y en el mismo lugar, mete otro gol y asiste a Gandín en un 4-0 a Racing. Empieza a pedir que le digan Pato. ¿Se viene la explosión?

Verano 2010. Rodríguez ahora usa la mítica 10 del Rojo. Por momentos, es Patota, como lo rebautizó Gallego el día que hizo dos goles en el 4-2 a Atlético en Tucumán; en otros, sigue siendo Patito, diminutivo cariñoso que a su vez denota que el muchachito aún no mostró su mejor versión. Así también lo cree el Tolo, quien lo confirma como titular para enfrentar esta noche a River “de delantero, donde más le gusta”, aunque le baja un mensaje al pibe: “Debe despertarse, es el último tren a Londres”.

-Pato, ¿por qué creés que Gallego dice esto? ¿Tenés que rendir examen?

-En Independiente rendís examen todos los partidos. Y yo siempre juego como si fuera la última chance, porque entro a la cancha a dejar todo. Creo que lo dijo para motivarme. Y para mí este amistoso es una linda oportunidad para mostrarme. Estamos de pretemporada, cuesta, sí, hay dolores pero la llevo bien.

-¿Gallego es con quien más cómodo estuviste?

-Gallego es el que más continuidad me dio. En sí, no tuve problemas con nadie. Aunque por distintas circunstancias Borghi y Santoro me usaron poco, y Troglio es quien confió en mí y me subió.

-Ya pasó tu primer torneo con la 10. ¿Sentís que fue un peso?

-No creo… Como dije cuando me asignaron esa camiseta, en Independiente hay que jugar bien más allá del número. Para mí, es un número más. En los equipos que no hay tanta jerarquía, el 10 es el que debe sobresalir. Pero este equipo cuenta con mucha calidad técnica y cualquiera la tendría bien puesta.

-Si no la usaras vos, ¿quién debería llevarla?

-Uff… Así como la 2 es para un defensor, la 10 suele ser para los habilidosos. Pero yo se la daría al Chipi. Es el goleador e hizo muchas cosas positivas.

-¿Y tu mejor partido en el club fue con o sin la 10?

-Con… Bah, el día del gol a Boca en verano, en mi segundo partido, me encantó. Ya sé, fue un amistoso. Pero a nivel oficial fue el que ganamos 4-2 en Tucumán en el Apertura: mis primeros dos goles y ayudé al equipo a ganar. Eso es lo que más me gustó.

-¿Y por qué luego de ese buen comienzo creés que dejaste la titularidad?

-Por decisión del Tolo. Me ponía de volante por izquierda, ahí necesitaba un jugador con características que yo no tenía y salí. Pero igual siempre sentí que me tuvo en cuenta.

-En este partido te pone en tu puesto…

-Sí, de tres cuartos para arriba es donde más me gusta moverme… ¿Qué me falta? El siempre hace hincapié en que debo ser más inteligente, leer el partido, me pide explosión, que arme juego, que juegue a dos toques… Siempre falta algo. Y está bien: sino sería el mejor del mundo, je.

DEMIAN MELTZER

Hoy hay campeón

Aunque ni Astrada ni Gallego confirmaron quiénes serán los 11 de esta noche, sí hay una certeza: Independiente o Racing pueden quedarse con el Triangular. Para ser campeones los del Tolo necesitan ganar por dos goles de diferencia o vencer convirtiendo tres goles. Si lo hacen por 2-1, igualarán en todo con Racing y el ganador se definirá por sorteo. Para los dirigidos por Claudio Vivas, en cambio, les alcanza con que Independiente no gane para dar la vuelta. ¿River? Al perder con la Academia, una victoria le dejará un sabor dulce, pero no le permitirá aspirar al primer lugar.

Zapping

Vitti se fue a Perú

Pablo Vitti, quien acaba de conseguir el pase libre de Independiente, arregló su incorporación a la Universidad de San Martín de Porres peruano, club que días atrás le había ofrecido un millón de dólares a César Menotti para que volviera a dirigir. El Flaco dijo no y llegaría el Maño Ruiz.

Sigue prófugo el ladrón que zafó de Islas

Sebastián Romero, el ladrón que no pudo ser atrapado en el episodio que tuvo a Islas y a Gallego como protagonistas, seguía hasta ayer prófugo y buscado por unos 400 policías salteños. Matías González, su cómplice, fue atrapado el miércoles tras robar a una mujer en una salidera bancaria, y al ser interceptado por un grupo de personas, entre las que estaban Luigi, quien le dio una piña.

El Patito y Navarro volvieron a Baires

Finalmente, Martín Galmarini y Nicolás Navarro dejaron ayer Salta y regresaron a Buenos Aires. El volante sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho antes del partido ante Racing, mientras que el arquero también se desgarró, pero el isquiotibial izquierdo. Ambos jugadores pasarán mañana por el predio de Benavídez para coordinar el plan de recuperación con el cuerpo médico de River.

Pelado y tocado

Martín Gómez confirmó que sufrió el estiramiento del ligamento interno de la rodilla derecha: un mes out.

El viernes permaneció recluido dentro de su habitación en el hotel Alejandro 1° y ni bajó al lobby. Pero ayer, ya harto por el aburrimiento, salió a oxigenarse. Martín Gómez apareció con una férula que le inmovilizaba toda la pierna derecha, ya que ayer tuvo un diagnóstico más certero de la lesión que sufrió en el entrenamiento del jueves: esguince de rodilla con estiramiento del ligamento interno y posible compromiso del ligamento lateral. Esta dolencia lo dejará al menos un mes fuera de competencia. Así, se perderá las primeras cuatro fechas del Clausura (Newell’s, Atlético Tucumán, Godoy Cruz y Estudiantes), y podría reaparecer en la 5ª, ante Vélez, prevista para el fin de semana del domingo 21 de febrero. “El botín se me trabó en el piso y se me giró la rodilla. Escuché un crac, crac, crac… Pensé que me había roto todo. Incluso cuando me fui a hacer la resonancia le dije al médico que estaba roto”, relató el punta el momento de la lesión y el temor que lo abordó. El mismo temor que tuvo Américo Gallego, quien también dijo que creyó que había pasado “lo peor”. En su regreso a Buenos Aires, Gómez se someterá a nuevos estudios para tener un diagnóstico aún más certero.

Fuente: Olé