Dos partidos son siempre poco, pero en un equipo que ya tiene una estructura, los ensayos sirven para sacar algunas conclusiones. No falta mucho para el arranque del torneo, hay expectativas y, por eso, es hora de pasarlas en limpio.
El arco. Gabbarini es el indiscutido. Más después de la nueva lesión sufrida ante River por Hilario Navarro. Es curioso, pero el correntino parece tener una maldición en Independiente. La mala suerte lo persigue, pero también es cierto que posee una fragilidad física alarmante. Cada choque termina con él en la camilla. Todo esto hace que se lo valore sólo como moneda de cambio.
La defensa. La zona en la que hay que trabajar más. Desde la época de Clausen que no hay un lateral derecho confiable y eso cansa. Debería venir alguno o bien concientizar a Vella que se aplique más en la marca. Caso contrario habrá que improvisar con algún juvenil (quizás Velázquez sea el indicado) o correr a Matheu, aunque se diluiría su poder de mando. El resto parecen sólidos, pero Mareque no tiene suplente.
El medio. Allí parece todo claro, más después de los truncos intentos de jugar con doble cinco, uno de los nefastos inventos del fútbol. Acevedo es el eje y Piatti la gambeta en ofensiva y la llegada por sorpresa. Le faltaría algún acompañante en la creación, que ojalá llegue. Busse y Mancuello deberían serenarse un poco e intentar pisar el área contraria con más fuerza. Quedó claro (pese a los pocos minutos que tuvieron) que tanto Fredes como Herrón no pelearán por un puesto.
El ataque. Gandín y Silvera son inamovibles. Si bien el Cuqui no jugó hasta ahora, se sabe que es un futbolista de garantías. En buen estado físico su cuota goleadora aumentará y si el Chipi mantiene el nivel del torneo pasado, esa faceta estará cubierta. La lesión de Gómez (siempre importante desde el banco) es una mala noticia, pero Patricio Rodríguez podría ganar el protagonismo que necesita. Núñez parece decidido a ser más lanzador, por lo que un relevo de nivel sería bienvenido.
Fuente: S. B. (TyC Sports Blogs)
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