INDEPENDIENTE 0 - SAN LORENZO 1
Un triunfo para Tolos

El Chipi quiere pero Meza no lo deja pasar. El Rojo la tiene complicada.

San Lorenzo le pegó otro cachetazo a Independiente: le ganó por 1 a 0 en su cancha, le quitó el invicto en el Libertadores de América y puso el campeonato más caliente que nunca. Si el lunes ganan Argentinos o Godoy Cruz, el equipo de Gallego perderá la punta. Ah y también puede alcanzarlo el Pincha. Uff...

Y de repente se despertó el Ciclón. Sí, ese San Lorenzo dormido, con problemas de concentración y carente de ideas y de fuerzas para sostener un resultado, ante Independiente mostró que puede cambiar. Que todavía puede creer en que no todo está perdido. Ante el puntero sacó la diferencia en la primera pelota que cayó al área luego de un córner y después bancó las arremetidas de un Independiente que se lo quiso llevar por delante pero que equivocó los caminos. Y de repente se desmoronó Independiente. Sí, ese equipo sólido, al que durante cinco partidos no le hicieron goles, que llevaba seis juegos sin resignar un solo punto en casa, le tocó la mala por dos jornadas consecutivas. Luego de la cachetada en La Plata, ahora le pegaron un golpe mucho más duro. San Lorenzo le ganó en el mismísimo Libertadores de América y le dejó la puerta abierta a todos los que esperan agazapados. El Cilcón le desnudó sus falencias, lo puso en evidencia delante de su gente y al Tolo Gallego lo llenó de preguntas. ¿Tendrá las respuestas?

"Se acabó la suerte" había dicho el Tolo medio enojado luego de la derrota ante Gimnasia. El mensaje de Gallego no hacía más que desafiar a aquellos que sólo veían en el puntero del campeonato a un equipo tocado por la diosa fortuna y no destacaban las supuestas virtudes de súper equipo. Ni una cosa ni la otra. Lo cierto es que el Rojo tropezó dos veces en el campeonato y por errores propios. Ante San Lorenzo fue sorprendido por un centro que Benítez conectó solo y dejó sin chances a Gabbarini, pero después tuvo tiempo para cambiar el rumbo del juego y lo cierto es que no tuvo ni la claridad ni el orden táctico como para poder hacerlo. San Lorenzo jugó como pudo el partido. Se encontró con ese regalo y después trabajó el resto del encuentro. En la primera mitad parado en la mitad de la cancha y tratando de batallar, pero en el complemento decidido a jugar de contra y bien cerquita de Migliore.

Movió el banco en el inicio mismo del complemento el Tolo. Quiso ganarlo por afuera y por eso puso a Piatti y a Patito Rodríguez para aprovechar los huecos que dejaban el Papu Gómez y Aureliano. Pero el Ciclón fue muy inteligente desde lo táctico. El Gallego Méndez (desde el palco, claro) mendó un mensaje claro. Todos a morder, todos a pelear cada pelota como si fuese la última pero nada de cambiar ataque por ataque. San Lorenzo lo esperó en su cancha a Independiente y le entregó la responsabilidad del partido. El destino del resultado iba a depender de la capacidad del puntero del campeonato para vulnerar a la defensa firme de San Lorenzo y de la rapidez y precisión de las contras que podía aprovechar el equipo visitante. El Rojo fue puro nervio, pura confusión y encima se topó con Migliore que a los 46 le sacó un mano a mano de empate al Gordo Núñez. San Lorenzo por su parte desperdició en los pies de Bordagaray y Sebastián González un par de contras que generó el Negro Pintos que fue el mejor de los que ingresaron. Por eso el resultado no se movió. Fue el mismo que consiguió Benítez en el amanecer del partido. Cortó San Lorenzo una serie de tres derrotas al hilo y sonríe. Cortó el Rojo una serie de seis triunfos en serie en su cancha y se preocupa. Mañana puede perder el liderazgo...

Fuente : Olé