San Lorenzo le ganó a Independiente y arde el Clausura
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El Ciclón dio la sorpresa y se impuso con gol de Nelson Benítez (PT 8m) al Rojo, que ya acumula dos caídas consecutivas y el lunes podría perder la punta a manos de Godoy Cruz y Argentinos.
Hoy sí que el Clausura quedó en llamas. Es que, contra la mayoría de los pronósticos, Independiente volvió a perder, esta vez en Avellaneda por 1-0 frente a San Lorenzo
El planteo de Sebastián Méndez dio sus frutos desde el inicio. Con un mediocampo fuerte con Juan Manuel Torres y Cristian Leiva metiendo y cortando juego, el Rojo no conectaba sus puntos altos; además se empeñó en pasar por el medio y no aprovechó las bandas como alternativas y apenas si Darío Gandín y Leonel Núñez pudieron encontrar espacios para asociarse con Andrés Silvera.
Para colmo, el Ciclón tardó poco y nada en encontrar la ventaja. A los ocho minutos, Nelson Benítez se elevó y cabeceó tras un córner y batió a Adrián Gabbarini. Y lejos de reaccionar, un absorto local vio cómo Emiliano Alfaro y Alejandro Gómez se perdían el segundo para quedarse sumido en la intrascendencia.
En la segunda mitad el Tolo Gallego buscó lavarle la cara alequipo con los ingresos de Ignacio Piatti y Patricio Rodríguez, y en el segmento inicial logró más vértigo ante un Azulgrana decidido a replegarse y esperar. Silvera y Gandín exigieron a Pablo Migliore en la misma jugada y Sergio Vittor, que por fin había encontrado lugar para adelantarse, también se topó con el arquero.
Sin embargo, con el correr de los minutos el Rojo sintió el gasto. Perdió chispa arriba y le cedió a su rival la posibilidad de intentar una contra para liquidar el pleito. El ingresado Salvador Reynoso estrelló un tiro en el travesaño y Fabián Bordagaray se perdió una chance increíble ante Gabbarini tras un pase de otro que llegó del banco, Pablo Pintos.
El final, como podía preverse, fue emotivo. Independiente avanzó con mucha voluntad y poco futbol a buscar la igualdad en un extenso tiempo adicionado en el que Migliore le ahogó el grito a Núñez. Pero no pasó nada más y, merecidamente, el premio se fue entero para Boedo.
Así fue que el Ciclón recuperó la sonrisa con una victoria resonante que da cuenta de sus posibilidades de recuperación. Así fue que el Rojo se vio inmerso en una nueva realidad que pone a prueba su espíritu de cara al título que lo desvela.
Fuente : TyC Sports
El planteo de Sebastián Méndez dio sus frutos desde el inicio. Con un mediocampo fuerte con Juan Manuel Torres y Cristian Leiva metiendo y cortando juego, el Rojo no conectaba sus puntos altos; además se empeñó en pasar por el medio y no aprovechó las bandas como alternativas y apenas si Darío Gandín y Leonel Núñez pudieron encontrar espacios para asociarse con Andrés Silvera.
Para colmo, el Ciclón tardó poco y nada en encontrar la ventaja. A los ocho minutos, Nelson Benítez se elevó y cabeceó tras un córner y batió a Adrián Gabbarini. Y lejos de reaccionar, un absorto local vio cómo Emiliano Alfaro y Alejandro Gómez se perdían el segundo para quedarse sumido en la intrascendencia.
En la segunda mitad el Tolo Gallego buscó lavarle la cara al
Sin embargo, con el correr de los minutos el Rojo sintió el gasto. Perdió chispa arriba y le cedió a su rival la posibilidad de intentar una contra para liquidar el pleito. El ingresado Salvador Reynoso estrelló un tiro en el travesaño y Fabián Bordagaray se perdió una chance increíble ante Gabbarini tras un pase de otro que llegó del banco, Pablo Pintos.
El final, como podía preverse, fue emotivo. Independiente avanzó con mucha voluntad y poco futbol a buscar la igualdad en un extenso tiempo adicionado en el que Migliore le ahogó el grito a Núñez. Pero no pasó nada más y, merecidamente, el premio se fue entero para Boedo.
Así fue que el Ciclón recuperó la sonrisa con una victoria resonante que da cuenta de sus posibilidades de recuperación. Así fue que el Rojo se vio inmerso en una nueva realidad que pone a prueba su espíritu de cara al título que lo desvela.
Fuente : TyC Sports
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