
Todos quieren ver el vaso medio lleno
El clásico de Avellaneda hizo del Infierno un paraíso. Se advierte en las palabras de los jugadores, en la alegría pública y privada del entrenador y hasta en los ya inevitables afiches para homenajear el triunfo más deseado.
“Era el partido que teníamos que ganar y se ganó. Ahora tenemos que seguir pensando en pelear arriba, quedan muchas finales”, dijo Walter Acevedo. “Fue una excelente manera de debutar: contra Racing y con triunfo”, señaló Gabriel Vallés, una de las figuras de la edición 193 del derby de Avellaneda. “Es un triunfo decisivo en lo anímico”, agregó el capitán Darío Gandín. “Vamos a pelear hasta el final”, sentenció el técnico Américo Gallego, quien está invicto frente a Racing. La única mala: su enojo con Patricio Rodríguez, por su expulsión.
Y ayer, como parte de ese folclore propio de las rivalidades futboleras de este tiempo, brotaron afiches con cargadas para el archirrival histórico, sobre todo a través de Internet. Uno muy curioso, publicado en el sitio Infierno Rojo, tenía unas letras en idioma ruso. Parecía inentendible. Abajo, entre paréntesis, estaba la traducción: “Hijos nuestros”. Los destinatarios: Racing y su técnico, Miguel Russo.
Fuente: Clarín
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