INFO C.A.I. _ 24-02-2013

lunes, 8 de marzo de 2010

INDEPENDIENTE 2 - RIVER 0
De punta en RojoAsí contestó Gandín a los murmullos: ¡griten ahora!

Independiente es puntero porque tiene una idea clara, un técnico pillo y jugadores que le responden. River desnudó una vez más su alarmante falta de jerarquía.

Independiente es puntero porque una victoria llama a otra victoria, porque en el fútbol argentino te alcanza con ganar tres partidos seguidos (y más todavía si son en una semana), porque tiene un plan definido, porque su técnico entiende de exprimir jugadores y ponerlos donde más rinden, porque esos jugadores que le dan forma a la columna vertebral aparecieron cuando el equipo los necesitó y porque ya se hizo un verdadero experto en clásicos.

River es lo que es. Varias voluntades desparejas con llagas al rojo vivo por la falta de jerarquía. Es público y notorio que falla en las dos áreas y ahí está la contundente explicación para entender cómo perdió el primer tiempo después de jugar los mejores 45 minutos en la era Astrada. Y ahí también surge el primer error concreto del Passarella presidente: se equivocó en no traer un zaguero y un 9 más. O en no traer un zaguero y un 9 que tuvieran más calidad que ganas.

Es un gran triunfo de Independiente porque sacó agua de las piedras en un inicio que pareció la continuidad del partido con Tigre. Fue previsible y monótono. Lo bancó Gabbarini, como todo arquero debe bancar a un aspirante al título en momentos complicados. Lo sostuvo Galeano, otro jovencito que defiende a lo grande. Los contuvo el cerebro Acevedo, un Gallego para raspar y un Xavi para asistir a Gandín en ese gol de la nada, ese 1-0 que dio vuelta el partido. Lo salvó, por encima de todo, una estructura e idea ya definidas.

Es una vuelta de tuerca más en esa montaña rusa en la que está metido River. Astrada acertó con el planteo, maniató a Independiente y su equipo se sintió a sus anchas en la cancha. Claro que en una cancha imaginaria que no contempla los arcos. O los contempla para mirarse en el espejo y ponerse a llorar. Quedó enganchado Juan Manuel Díaz, no cubrieron bien la zona Ferrero y Sánchez y un gol abajo. No la metieron Abelairas, Canales y Funes Mori. Padeció un secuencial despilfarro del últmo pase. Astrada prueba y cambia, y esa montaña hoy es rusa y mañana puede ser iraquí.

De compromisos también se hacen los que quieren ser campeones. Silvera fue ayer la bandera del compromiso de Independiente. Levantó a la gente con su gol tanto como con esa corrida para tirarse al piso y extirparle una pelota a Ferrari. La contracara fue Mauro Díaz: el talentoso chiquitín tenía una gran chance, pero la dejó escapar como se te escapa el agua de las manos. Y lo peor es que jamás se rebeló ante la adversidad.

De punta en rojo está el Clausura por un Independiente serio, con confianza, que tiene un técnico pillo y varios jugadores con el objetivo de ser campeones.

River está en otra. Y para no manchar aún más su rica historia, debe entender que ya está peleando para evitar ese descenso tan temido.


MARTIN EULA

Pasaron más de 20 años

Independiente no le ganaba los dos partidos a River en la misma temporada desde la 88/89. Aquella vez fue 2-1 (Ludueña y Alfaro Moreno; Passarella) en el Monumental y 1-0 (Reggiardo) en Avellaneda. El Rojo, que al final salió campeón, era dirigido por Jorge Solari; y en el banco del Millonario estaba César Luis Menotti.

Arquero para ir al frente
GABBA RESOLVIÓ BIEN.

Hasta en los errores Adrián Gabbarini muestra solidez. "No sé para qué me apuré. La pelota estaba mojada, el partido ya definido...", reflexionó tras el blooper ante Vélez, cuando se resbaló, le entregó el balón a Silva y vio, gateando, cómo el uruguayo metía el 3-0 para el Fortín. La solidez mental que tuvo el arquero para poner aquél error en el punto justo (admitirlo y aprender, pero no hacer un drama excesivo), es pariente de la que exhibe en el arco. Ayer, Gabbarini, con sólo 24 años, mostró que se banca ser arquero de equipo candidato. Tuvo tres intervenciones clave en el primer tiempo, cuando Independiente no mereció mejor suerte que River. Le tapó a Abelairas un zurdazo cruzado y un par de veces salió eyectado del arco (condición clave para un arquero de equipo tan empecinado en tirar el achique) para atorar a Funes Mori y a Canales. Se banca una defensa que juega con el riesgo; se banca tener a Hilario (que inició la temporada como titular) en el banco; y se banca sostener a un Rojo que sueña en grande.


"Un momento de calentura"

Gandín contó que antes del gol escuchó murmullos y por eso festejó al estilo Topo Gigio. Luego se fue aplaudido.
EL CHIPI, ANTE FERRERO. EL GOLEADOR DEL ROJO EN EL APERTURA 09 AHORA LLEVA TRES GRITOS.

Acevedo lo dejó solo para que definiera frente a Vega y no falló. La metió y salió disparado para un córner con las manos detrás de las orejas, al mejor estilo el Topo Gigio de Riquelme en su pelea con Macri. Y sorprendió a todos. "Fue un momento de calentura", contaría luego Darío Gandín y explicaría: "Había escuchado unos murmullos y me había calentado un poquito, pero bue... Son cosas que pasan. Está todo bien con la gente". Y fue esa misma gente la que luego lo aplaudiría al dejar la cancha...

Ahora, ¿por qué ese momento de calentura? Para entender el trasfondo del festejo hay que recordar que en las páginas de este diario Gandín confesó antes de Racing que se le pone "la piel de gallina cada vez que ovacionan a Silvera". Y que le encantaría vivir eso, palpitarlo, que sea todo para él... Al Chipi le hace falta ese mimo, esa caricia de la popular hecha grito y que se traduce en reconocimiento para sentirse pleno... Medio en broma y medio en serio admite que sigue "trabajando para eso". Como si no hubiese alcanzado que en el Apertura 09 haya sido el goleador de Independiente, con diez gritos, ni que tenga de hijo a la Academia ni que ayer haya vuelto a vacunar a River...

Cada vez que sale se escuchan aplausos pero no ese "Chipi, Chipi..." popular que ayer apenas bajó de la platea y él retribuyó con aplausos. "Me sentí muy bien cuando hicieron eso. Siempre digo que es lo que busco y, tal vez, se me estaba negando un poco", contó el delantero. Y rescató: "Por suerte ganamos, convertí un gol y de yapa me llevé el reconocimiento de la gente".

Claro que una vez que pasó el capítulo de su affaire con la popular y que se despejaron todas las dudas del por qué de su festejo, el Chipi se metió de lleno en este Independiente líder del torneo. "Para mantenerse en la cima hay que seguir igual: laburando a full, tratando de mejorar y con esas ganas seguro vamos a pelear hasta las últimas fechas.

-¿Por qué ganaron?

-La verdad, porque fuimos superiores.



INDEPENDIENTE

Uno x uno

12-A. Gabbarini (8): Arquero de candidato. Aguantó los malos momentos de Independiente.

4-L.Vella (6): En el primer tiempo se dedicó más a la marca. Y en el segundo salió un poco más.

6-E. Tuzzio (5,5): Desparejo. A veces salió prolijo, otras las revoleó, ganó y perdió.

27-L. Galeano (7): Fue el segundo bastión de la defensa cuando el equipo fue superado.

3-L. Mareque (6): Más vistoso que efectivo, aportó en la salida por su banda.

7-W. Busse (5): Venía jugando para el aplazo, hasta que metió el desborde y la asistencia en el 2-0.

5-W. Acevedo (7,5): El termómetro del equipo. Le metió un gran pase gol a Gandín.

8-H. Fredes (5): Se lo notó incómodo por la izquierda. Cumplió en tapar las subidas de Ferrari.

19-D. Gandín (7): A diferencia de los delanteros de River, tuvo un mano a mano y facturó. Consolidado como goleador de clásicos.

22-I. Piatti (7): Aun discontinuo, Independiente ataca mejor cuando él juega bien.

11-A. Silvera (8): Gol, juego en equipo y un compromiso a imitar, como cuando corrió a Ferrari 30 metros para sacarle la pelota de los pies.

29-S. Vittor (5): Entró para anular a Gallardo.

9-L. Núñez (6): Lindos movimientos en sus primeros minutos en el campeonato.

30-F. González (5): Tuvo una, se la sacó Ferrero.

Promedio: 6,4

Faltas: 6

Córners: 2

Offsides: 4

Tarjetas: 3

MARIA LAURA BALONG

Hubo lío en la calle

A pesar de que se montó un gran operativo de seguridad, no faltaron los incidentes: cerca de las 18, en Alsina y Belgrano, unos 50 hinchas de River se cruzaron en una pelea con los de Independiente. Volaron botellas y piedras (hubo destrozos en los negocios de la zona) hasta que apareció la Policía y todo se calmó.

"Es un torneo para no dejarlo pasar"

Olé vio el partido al ladito del Bocha. "Este Independiente es de los que quieren jugar al fútbol", avisó de entrada. Se fue chocho y muy ilusionado.


Entrar al Libertadores de América con el Bocha es algo así como tener la vip. Es tener un pase, precisamente, bochinesco. El Bocha camina por los pasillos de este estadio con olor a pintura fresca y la gente lo para cada dos segundos. Una foto. Un autógrafo. El Bocha es monumento. Estatua. Aquí está un pedazo grande de la historia. El hombre hecho bandera, póster, calle (un tramo de la Cordero cambió su nombre por el del Bocha). Y hablando de nombres, el ídolo estuvo algo enojado con la dirigencia porque el estadio no lleva precisamente el suyo, y en las elecciones estuvo incluso en la vereda de enfrente. Por eso hacía un tiempito que había decidido no ir a la cancha pero volvió contra Racing y ahora, ante River (justo con el rival que debutó en 1972 cuando tenía pelo y 18 añitos). "Volví porque este Independiente es de los equipos que quieren jugar. Vengo con mis hijos (Manuel y Simón) para que vean lo que es un equipo que intenta el buen fútbol", dice el Bocha, justamente un tipo exigente que sabe del buen pie.

Junto también a su mujer, Graciela, se acomoda en un palco central de la Erico. Cerca están Matheu y Gracián, también Hugo Moyano. El Bocha está cómodo (hay un plasma 32'', sillones, gaseosas, hamburguesas), pero se lo ve algo inquieto. "Es un partido que pinta parejo", avisa. Y así arranca, trabado. Ya con el gol de Gandín, se para, celebra. "Me gustan las sociedades que hay arriba", subraya. En el entretiempo pasa Comparada. Se saludan. Más fotos. Más autógrafos. No sorprende. Sí, le sorprende al Bocha lo que tarda Astrada en hacer cambios. "Villalva debería ir de arranque", comenta. Pero al toque vuelve al Rojo, que en la cancha le gana con autoridad a River. "Anda bien el arquero, eh -remarca-. Lo veo sólido. Habría que mantener el buen juego más minutos pero sé que no es fácil. Ahora hay que mantenerse. Este equipo juega bien. Es un torneo para no dejarlo pasar".

DEMIAN MELTZER


DE FRENTE: INDEPENDIENTE
Una victoria que vale más que tres puntos

¡Bien! Se le volvió a ganar a River y, como había pasado en el Monumental, se quebró la racha sin triunfos en Avellaneda que venía desde el Apertura 1998 para hacer doblete en la temporada. Y por si esto fuera poco, nos trepamos a la punta. Esta vez el equipo no tuvo miedo a las alturas como en el torneo anterior, aprovechó la caída de Godoy Cruz y ahora mira a todos desde arriba. Porque vale más que tres puntos esta victoria ante el Campeón Mundial del cabotaje, que si sigue así tiene el camino asegurado a la B Nacional y se sentirá muy cómodo recorriendo nuestro país ya que los vuelos salen de Aeroparque y no de Ezeiza. Porque se levantó el nivel de juego en el segundo tiempo, cosa que en los dos 1-0 anteriores no sucedió y por eso se terminó sufriendo ante conjuntos inferiores. Siguiendo con las buenas, por tercer partido seguido Gabbarini mantuvo el arco en cero y reafirmó su gran momento, tapando tres pelotas clave con el encuentro empatado y cuando el rival era superior. Además, con algunos resultados que se dieron, el Rojo se afirma para la clasificación a la Sudamericana, que es el primer objetivo. En lo individual, además del arquero, Vella jugó su mejor partido en el club. Galeano volvió a ser cuando al lado tenía a Matheu. Acevedo levantó su nivel, los mismo que Busse y Fredes en la segunda etapa. Gandín, si bien participó poco del juego (como siempre), esta vez facturó la que tuvo definiendo excelente, a lo Piatti. Nacho volvió a poner la luz en el medio y Silvera, además de meter, participar y convertir, es la bandera de lo que uno quiere de un jugador: matarse por los colores. Otra de las cosas para destacar es que Gallego les dio minutos a Núñez y González. Esto sirve para que los muchachos se sientan útiles y, de paso, que sepan que en cualquier momento pueden tener su chance porque todavía faltan 12 fechas. Con los cambios se notó que el Tolo le pasó la factura a Patricio Rodríguez por su expulsión ante los vecinos y no lo metió. Seguro que Pato ya aprendió la lección y en la próxima que entre la va a romper. Ahora, disfrutemos donde estamos...

Gabbarini volvió a responder cuando el rival era superior y estando 0-0.

BETO TISINOVICH

Es para vos, Academia River Plate

Los hinchas del Rojo se burlaron del Millo y compararon su promedio con el de Racing: "Ya lo ve/ y ya lo ve/ sos igualito/ a la Acadé", sonó.
"A la Promoción/ a la Promociónnn...".

La rivalidad no perdona. Lleva a los hinchas a escarbar sobre las heridas. Y a burlarse de la desgracia ajena. Para los de Independiente, obvio, la desgracia ajena es la preocupación por la ubicación en la tabla de promedios. Y al tanto de los pesares del equipo de Astrada, los locales lo recordaron antes, durante y después de la victoria en el Libertadores de América: "Baila la hinchada baila/baila de corazón/ que las Gallinas/ y la Academia/ juegan la Promocion". Las cargadas de los rivales por el advenimiento de los fantasmas del descenso suenan como una afrenta que la gente de River no logra digerir. No está acostumbrada. El hincha millonario ni se hace la idea de un futuro oscuro, tenso, de calculadora en mano. En varios tramos del campeonato escuchó lo que nunca quisiera escuchar. Pero en Avellaneda lo sufrió con más intensidad que nunca, con burlas mordaces y con risas hirientes. En fin, un golpe al orgullo. "Ya lo ve/ y ya lo ve/ el que no salta/ se va a la B... Y ya lo ve/ y ya lo ve/ sos igualito/a la Acadé...". Eso sonó con el 2-0 consumado.


DEMIAN MELTZER

RESERVA / INDEPENDIENTE 4 - RIVER 1
Quedate Cayetano, River


El Rojo también le ganó al Millo en la Reserva. Fue baile de la Cayetaneta, con un gol del arquero...

En Domínico, se vino el Rodrigazo. Porque el equipo de Cayetano Rodríguez goleó 4-1 a River, y el último tanto lo hizo el arquerito Diego Rodríguez, de penal. Apodado El Ruso y criado en Mar del Plata, no es el primer gol que marca. El año pasado metió uno en el empate 2-2 ante San Lorenzo. Aquella vez, sobre el final del partido, tomó un rebote en un córner y, siendo zurdo, la empujó de derecha. Ayer, su gol fue de penal y coronó la goleada 4-1.

Lo que hay que subrayar también es que jugó Mariano Herrón, que viene de una distensión. Nico Mazzola, que ya tiene partidos en Primera, hizo uno de los goles, también anotó Nico Martínez, el hermano del Burrito, de Vélez; y Pato Vidal, que este año tuvo su primera pretemporada con la Primera.

En el equipo de Carucha Corti, el gol fue de Gustavo Bou, que le había hecho uno a Chaca, en Primera, en uno de los dos triunfos de River en el Clausura, pero ahora no tiene lugar.

Fuente : Olé

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