Torneo Apertura 2010
River 3 Independiente 2
River mantuvo su racha ante Independiente y es líderEl Millonario aprovechó todas las facilidades que le entregó el Rojo en el primer tiempo y se puso 3-1 en ventaja con dos goles de Funes Mori y otro de Ferrari -Silvera empató transitoriamente-. Sobre el final, la visita descontó por un accidente de Carrizo y tuvo la igualdad en un disparo del Cuqui, que el arquero sacó al córner de manera brillante.

River e Independiente protagonizaron el partido más emotivo en lo que va del torneo Apertura y regalaron varios goles y muchos errores. Fue cambiante y tuvo un cierre inesperado. El local fue muy superior en la primera etapa, pero se quedó en la segunda mitad y la visita, con todas sus dificultades a cuestas, apretó y casi lo empata sobre el final. Fue 3-2 y el elenco de Ángel Cappa se subió otra vez a la cima.

Eléctrico. Así fue el primer tiempo. La mitad de la cancha fue una autopista sin peajes y el Millonario fue mucho más dentro de ese libre tránsito porque aprovechó los innumerables horrores defensivos de su rival, sus carencias para manejar la pelota y su tremenda pasividad para ir al choque. El local también sufrió, ya que apostó al golpe por golpe. Sin embargo, primero mostró más fortaleza en los mano a mano, luego se acomodó y salió con una rapidez fulminante.

El partido, emotivo como pocos en este campeonato, también supo de polémicas. A los 9, Ferrero la bajó tras un córner y la tiró atrás para la llegada de Maidana, quien le pegó mordido y encontró fortuitamente a Funes Mori. El Mellizo, habilitado por una uña, se estiró y puso el 1-0. Pero a los 17, Mareque le robó la bola a Buonanotte en la mitad de la cancha y metió un excelente pase largo para Silvera, quien la cruzó de zurda y decretó el empate. Mal parado estaba el local.

Lo gritó Garnero. Su equipo había logrado la paridad por sorpresa. Pero le duró poco la sonrisa, apenas un minuto. River costeó la línea del área grande, Lanzini dejó absolutamente solo a Funes Mori con una sutileza y el goleador clavó el 2-1 con algo de suerte. Esta vez, el juvenil definió en clara posición adelantada. Pero el nocaut llegó a los 24: Buonanotte la estiró para Ferrari, quien se proyectó de manera relampagueante, y batió a Gabbarini con un derechazo bajo.

A partir de ese momento, Affranchino y Pereyra se replegaron un poco y lo ayudaron a Almeyda en la contención para que no estuviera tan solo. Aunque Independiente carecía de explosión y Gracián estaba en otro partido, se notaban algunos inconvenientes a sus espaldas. A los 30, Pacheco recibió por detrás de Maidana y Ferrero y le dio por arriba del horizontal. Y a los 40, el Tano, en su mejor intervención, disparó a milímetros del palo derecho de Carrizo.

Sobre el cierre, cuando ya habían bajado un poco los decibeles y la mitad de la cancha había tomado protagonismo, casi se produce otro accidente fatal para Independiente. Tuzzio perdió inexplicablemente el control de la pelota, Arano se la llevó de cara a Gabbarini y el ex defensor millonario se repuso a tiempo para evitar el cuarto gol.

River salió con las mismas intenciones: jugar por abajo, ser directo y aprovechar las desinteligencias del rival. A los 3, Lanzini se escapó por la derecha y metió un excelente centro para Funes Mori, quien cabeceó arriba tras ser desacomodado por Vallés. Pese a ese inicio, el Millonario evidenció cierto cansancio y puso el freno de mano, como contra Huracán. Y le tocó sufrir, pese a la cómoda ventaja que había sacado.

Independiente se empezó a animar, encontró algunos huecos en la defensa del dueño de casa y se acercó con peligro. A los 8, Pacheco corrió 20 metros con pelota dominada, tardó mucho en definir y Maidana lo alcanzó para evitar el descuento. Y en el rebote, el ex Atlético de Madrid, totalmente falto de confianza, la picó afuera. Ya sin Gracián, el Rojo trató de ser más directo por las bandas, aunque le costó muchísimo. Sin ideas, brindó lucha, esa que no había aparecido antes.

El local perdió la explosión de la primera etapa y se conformó con la diferencia. Y antes de disfrutar tuvo que penar. A los 42, Vallés cabeceó solo y el balón se perdió cerca. Y a los 44, Mancuello ganó de arriba, la pelota dio en el poste, le pegó en la cara a Carrizo, quien la estaba siguiendo con la vista, y se metió para el 3-2. El árbitro adicionó tres minutos y los nervios colmaron el Monumental. En la última, el arquero millonario se vistió de héroe. Parra se la bajó a Silvera y este disparó de primera; el ex Lazio voló y la sacó de manera brillante.

Fuente : TyC Sports