INFO C.A.I. _ 24-02-2013

lunes, 3 de mayo de 2010

Independiente 2 - Boca 3
Gritame que me gusta

Después de que entrara un perro a la cancha y la gente del Rojo cargara a Martín Palermo, el Loco le arruinó al título a Independiente con un gol de cabeza: "A mí me motiva que me griten. No me inhibe nada.Mi venganza es en la cancha".

El Loco respondió. Contestó. No se quedó callado. Todos los hinchas de Independiente lo cargaron luego de que un perro se metiera en pleno partido. Pero él no se inmutó. Esperó. La respuesta la tenía latente en la cabeza, o en la nuca, porque sabía qué responderles y cómo. Y lo hizo a los 38 minutos del primer tiempo: mala salida de Gabbarini y cabezazo de Martín. De espaldas al arco. ¿Revancha? ¿Desahogo ante la gastada? "A mí no me inhibe nada. Al contrario, me motiva que me griten. Tengo la posibilidad de hacer un gol, nada más. En cada pelota tengo el convencimiento de poder hacer un gol".

En el programa AM de Telefé, Palermo también habló de sus chances de viajar a Sudáfrica: "Diego me dijo que siguiera como hasta ahora, que me quede tranquilo que me tenía muy en cuenta. Pero no me dio seguridad de nada. Solamente él sabe si voy o no".

Sobre la relación con Riquelme, el Titán trató de evitar el tema: "Es algo nuestro que queda en el vestuario, ninguno de los dos va a salir a hablar la realidad de lo que pasó o no pasó. La situación a veces se torna incómoda, porque hay jugadores mas chicos y ser capitán de un plantel con jugadores como Román, Ibarra, Battaglia o yo es una responsabilidad grande. Pero sabemos que Boca está por encima de los dos, tenemos que aprender a convivir. Ambos tenemos una relación de respeto mutuo, podemos seguirl los dos en Boca. Igualmente, es un tema que no quiero volver a tocar".

Finalmente, no le esquivó a la actualida del Xeneixe. Destacó la labor de Pompei y le tiró flores a su progreso como DT. Incluso, se sumó a la iniciativa de que Tito sea la primera opción; ya que "otros técnicos cerraron la puerta".

Lo puso de espaldas

Con un cabezazo de Palermo ¡de espaldas al arco! y goles de Monzón y Mouche, Boca se dio el gusto de empujar a la banquina a Independiente. Ahora, el equipo de Gallego quedó a cinco puntos de Estudiantes...

Boca lo sacó a la banquina. En ese camino hacia el título, que se había tornado empedrado por la caída ante San Lorenzo y el empate contra Huracán, al final Independiente se quedó sin margen de maniobra. Sin ese combustible interno que le permitiera rebelarse ante la adversidad, sin esa caja de cambios que lo empujara a cambiar de marcha y jugársela, acorralar a su rival, pisar el acelerador aunque el riesgo fuera que Boca ampliara la diferencia. Porque al fin y al cabo, Boca le ganó. E Independiente no reaccionó lo suficiente. Ese es su mayor pecado. Ahora, cinco puntos lo separan de Estudiantes, con seis en juego. Le sacaron dos vueltas, casi, en la carrera hacia la corona en el Clausura. Y salvo una reacción impecable del equipo de Gallego, y una caída estrepitosa del Pincha y Argentinos, esto ha sido todo, Tolo...

El gol de Martín Palermo, ese notable cabezazo de espaldas al arco ante la flojísima salida de un Gabbarini que apenas manoteó al aire, desnudó a Independiente, que pasó del 1-0 (notable jugada de Mareque para cederle el grito a Piatti) al 1-2 en ocho minutos. Ya sabía el Tolo, ya sabían las portátiles en el estadio, que Estudiantes y Argentinos habían ganado. Esa presión, invisible pero palpable, juega. Generalmente, en contra, claro. Tras del empate de Monzón y del 2-1 del Loco (¡ya van 222!), la reacción recién llegó después de la media hora del segundo tiempo, cuando Boca se plantó de contraataque y casi obligó al Rojo a ir. Como pudiera, pero ir.

Mouche hizo un golazo y se mandó un mocazo, porque primero se sacó la camiseta y al toque festejó el 3-1 paradito frente a la platea de Independiente, con la mímica del Topo Gigio. Amarilla más amarilla... El penal de Núñez, tras la mano de Medel, fue un espejismo. Hacía rato que Independiente se había bajado. Tambaleaba, hasta que Boca lo puso de espaldas.

FRANCO PREDAZZI

Un récord Rojo

Palermo lo tiene a mal traer a Independiente. Cada vez que le convirtió con la camiseta de Boca, el equipo de Avellaneda perdió. Y, como si eso fuera poco, de sus 222 goles, el primero (de ocho) se lo hizo al Rojo.

Los marcadores centrales de Independiente no estudian o, directamente, no tienen apunte que les venga bien ante una prueba de fuego como lo es marcar a Martín Palermo. Sí, porque ocho goles, de esos 222 que tiene el Titán con la camiseta de Boca, fueron para el Rojo. Y cada uno con una historia especial, con colores distintos.

A ver, el primero en toda su historia boquense fue, justamente, ante el rival de camiseta roja. En el Apertura de 1997 el optimista del gol batió a Mondragón y comenzó a escribir su leyenda. Pese a que tardaría dos años para volver a gritar ante el equipo de Avellaneda, volvería con todo: en el Apertura 99 le hizo dos en un 3 a 0 con baile incluido.

Pero hubieron más: un clásico rebote del Titán en el Apertura 2005, un cabezazo en el Clausura 2006, otro en el 2007 y uno que quedará en la retina de todos y cada uno de los hinchas de Boca, su gol a Ustari desde la mitad de la cancha en el Cilindro.

El último fue el de la dura derrota para el equipo de Gallego, que casi lo bajó del campeonato -tiene chances matemáticas- y que dejó a la vista una espina más grande: cada vez que Palermo le convierte a Independiente con la camiseta de Boca, los de Avellaneda pierden. Un récord Rojo...

John Jones

“Se tiene que hacer mucho para que yo renueve”

Abatido por ser de nuevo espectador de la definición del torneo, Gallego puso en duda su continuidad y la ató a la llegada de “muchos jugadores de jerarquía”.

A Américo Rubén Gallego el 3-2 de Boca y el haber quedado otra vez afuera de la pelea por el título sobre le pucho lo noqueó... Y eso no le gusta ni medio. Por eso, en el día en que oficialmente, salvo un milagro, obvio, Independiente se bajó de la lucha por el campeonato, el hombre plantó bandera y dejó en claro que a él no le gusta mirar festejos ajenos, y menos dos veces al hilo. Así, mientras se enfundaba en el discurso del “nosotros no nos damos por vencidos porque sería muy bueno superar lo del otro campeonato” y “vamos a seguir peleando para ver si podemos armar un buen equipo”, cayó la pregunta sobre su futuro, más cuando el presidente había adelantado el miércoles que esta semana firmaban la renovación.

-¿Tenés ganas suficientes para firmar el contrato y buscar revancha? -Yo estoy muy contento en Independiente, pero se tienen que hacer muchas cosas para que renueve.

-¿Traer jugadores? -Traer muchos jugadores, y de jerarquía...

Teléfono, Comparada. El Tolo metió presión. El mismo que un mes atrás dejaba la puerta abierta para quedarse en el Rojo hasta que termine el mandato de JC (diciembre de 2011), el que quería jugar la Copa (ya se clasificó a a la Sudamericana) como lo hacían los equipos que generaron la mística, ayer mandó un mensaje clarísimo: para ser campeón hacen falta jugadores de experiencia.

Por caso, ante Boca, había seis productos genuinos de Inferiores en cancha y eso lo aplaude el DT, y lo enorgullece haber subido a tantos, pero no cuando hay que poner la percha en la cancha y ganar con el currículum. Hasta por ese motivo no jugó Patricio Rodríguez de titular: Gallego no lo veía con la madurez suficiente para un clásico de tamaña en vergadura y cuando se definían las chances de Independiente. Más aún cuando el Rojo se encontró peleando un torneo sin Carlos Matheu, su capitán, sin el aire y la explosión que le daba Martín Gómez ni la rueda de auxilio que le aportaba Busse: todos lesionados.

Y entonces, la cuestión es clara: o se prevé para la próxima este tipo de contingencias o... ¿Se va?

Maria Laura Balonga

Fuente : Olé

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