INFO C.A.I. _ 24-02-2013

lunes, 28 de febrero de 2011

Torneo Clausura 2011
Independiente 0River 1

River lo ganó en el final y llegó a la cima

El Millonario se impuso con justicia a Independiente, en Avellaneda, por 1-0, con un agónico tanto de Mariano Pavone (ST 43m). Con este resultado el equipo de J.J. López es líder junto a Olimpo y metió a su rival en la lucha en los promedios.

Aunque suene a mucho, River ganó esta noche una final ante Independiente. Se impuso por 1-0 en Avellaneda en un duelo clásico ante un rival directo en la lucha por los promedios. Además, como premio por su buen rendimiento, el equipo de J.J. López llegó a la cima del Clausura junto a Olimpo de Bahía Blanca.

¿Por qué lo ganó River? Porque tuvo en Pavone a un gladiador empecinado en torcer su mala racha, porque tiene una solidez defensiva que empieza con el doble cinco compuesto por Almeyda y Acevedo y termina en un Chichizola que ya es revelación, y porque cuenta con clase cuando la pelota pasa por Lamela y Lanzini.

Todos esos atributos le sobraron para estar siempre mucho más cerca del triunfo. En el primer tiempo los de Núñez no se fueron arriba porque Hilario le ganó dos veces a Pavone y porque Gustavo Esquivel anuló un legítimo gol de Ferrari, tras otra buena combinación de Lamela y Juan Manuel Díaz.

Independiente, con el lastre de haber jugado el jueves por la Libertadores, apostaba sus fichas a lo que podía hacer el Patito Rodríguez, que no anduvo mal, pero no contó con la compañía necesaria de Defederico y Silvera.

En el complemento, el trámite fue un poco más equilibrado y los dos lo pudieron ganar. A los siete Chichizola se lució ante Cabrera, a los veinte lo perdió Pavone por apresurarse en un mano a mano y en el último cuarto de hora lo tuvieron los dos en apenas 10 segundos de diferencia: Navarro, en su undécima atajada de la noche, le ahogó el grito a Lanzini, y en la contra, Silvera, cara a cara con el arquero y con más de siete metros para ubicar su remate, disparó afuera.

De ahí hasta el minuto 43 no hubo más chances para ninguno. Pero en ese instante glorioso para River y fatídico para Independiente, se equivocó Tuzzio al despejar de cabeza para atrás, Pavone le ganó con facilidad a Matheu, pasó con algo de fortuna a Hilario y tocó con el arco a su merced. Era un premio agónico y merecido para el equipo que más méritos había hecho para quedarse con la victoria. Fue, aunque tardío, un acto de justicia.


Fuente : Olé

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